Teaching Feeling Yaoi (Truten)

Prólogo: Mi Lema Es Comprar, Vender Y No Quedarme Con Nada

Una noche lluviosa, un extraño llamó a su puerta.

Por un momento pensó en ignorar y seguir con su lectura pero al ver la insistencia, decidió atender a su visita inesperada.

-que extraño, que yo recuerde no planeo reunirme con nadie - se dijo a si mismo mientras dejaba su libro de anatomía de lado y se levantaba de su acolchonado sillón para dirigirse a la puerta - ¿Quien podrá ser?.

Abrió la puerta encontrandose con un hombre de mediana edad que llevaba puesto un traje de detective muy fuera de época.

- hola doctor Brief, ¿me recuerda?

-no, disculpe - respondió frunciendo el ceño, ¿donde lo había visto antes?

-usted me salvó la vida en el pasado - dijo el hombre sin mostrar expresión alguna.

-ahora que lo menciona, vagamente recuerdo su rostro - contestó el pelilila recordando.

-está bien, fue hace mucho cuando me desmaye en las afueras de la ciudad; y le agradezco de que a pesar de que sabía que se podía meter e problemas aún así me ayudó.

-era mi deber socorrer a alguien que necesitaba mi ayuda - respondió el doctor encogiéndose de hombros - ese es mi trabajo.

-yo digo que esa es la naturaleza de un doctor, pero de eso no era lo que quería hablar, viene a pedir disculpas por marcharme en ese momento sin agradecerle de la forma que era debida y pues hoy estaba cerca de aquí y pensé que debía venir a darle mi agradecimiento. - dijo el hombre aún parado en el marco de la puerta, como si el agua que caía a cántaros no fuera una molestia.

-déjeme ofrecerle algo de té - dijo Trunks invitándolo a pasar, sin confiar al cien en las palabras del señor pues era muy extraño que se desviará de su camino solo para agradecerle

-oh, no, no planeo tomar mucho de su tiempo. Por favor, acepte esto, en ese momento no tenía nada, así que hoy vengo a pagarle el tratamiento - dijo rápidamente buscando en sus múltiples bolsillos hasta que encontró un sobre y se lo entregó a Brief.

-¿mmm? ¿Que es esto? - preguntó mientras abría el sobre - oiga pero aquí hay demasiado dinero, es más de lo que podría esperar un tratamiento tan simple - dijo negándose a recibir tal cantidad de dinero.

-mi pagó se retraso hasta este momento, conciderelo como la suma de los intereses de todo este tiempo, así que por favor considerelo como una disculpa y aceptelo... ¡es cierto! Traje algo más conmigo pero, ¿podríamos entrar para discutirlo?

-claro - respondió aturdido, ¿tanto dinero y algo más solo por un tratamiento?

En ese momento Brief se da cuenta que todo este tiempo el extraño era tapado por una sombrilla que era sostenida por alguien.

-oye, vamos, entra - dijo mientras entraba a la casa con un chico tras él, al parecer era el que se había encargado de sostener la sombrilla pues a diferencia del extraño, que se encontraba totalmente seco, él chico estaba calado completamente.

-¿Quien es él? - preguntó viendo al pobre muchacho que no vestía más que un simple mato remendado que sólo alcanzaba a cubrirle abajo de los muslos.
Su cabello negro estaba mojado y su flequillo caía sobre sus ojos tapando parcialmente el rostro del joven.

-hace poco un hombre rico murió en un accidente de coche, no tenía parientes cercanos por lo que funcionarios públicos, familiares lejanos y amigos se llevaron todo lo que tenía. Gracias a unos contactos pude conseguir yo también algunas cosas útiles de él... pero también me dieron algunas problemáticas.

-¿él es una de ellas? - preguntó él pelilila mirando al pelinegro con tristeza, ¿como podían considerar problema a una persona como si fuera un simple objeto?

-si, el es una de ellas - respondió el extraño - ya no me puedo hacer cargo de él, ahora no soy más que un humilde comerciante, mi lema es comprar, vender y no quedarme con nada, así que me lo dieron para que me deshiciera de él pero cuando se trata de la compra/venta de personas... Es fácil cuando se trata de alguien útil, es por eso que se me a hecho difícil encontrar un comprador para un "objeto" como este, y si apuro las cosas podría perder dinero. Dinero que perderé de cualquier forma. - dijo haciendo una pausa para ver si Brief quería decir algo, pero al ver que no dejaba de mirar al chico, continuó - Pensé en hacer algo estúpido como en dárselo a alguien que quisiera acostarse con el o usarlo de saco de boxeo pero... Yo también tengo algo de conciencia y compasión.

-¿entonces? - preguntó el pelilila sin poder entender el por qué alguien haría algo como eso a alguien más.

-quería evitar tener problemas, pero no conocía a nadie que pudiera hacerse cargo de él.

-¿que fue exactamente lo que lo trajo hasta aquí? - preguntó con desconfianza, ahora menos creía esa excusa de "estaba cerca del pueblo".

-estaba haciendo negocios por la ciudad cuando recordé que usted me había salvado la vida en una ocasión... Y se que no es de mi incumbencia pero me dio la sensación de que estaba un poco solo... Se que es un poco repentino pero, ¿que me dice?

¿Que debía hacer? ¿Rechazar al chico? ¿Dejar que el extraño se quede con el y se lo entregue a algún desalamado? No, claro que no. Pero tampoco quería hacerse cargo de alguien más, con su soledad el estaba bien.

Vio de nuevo al chico, temblaba de pies a cabeza y mantenía la cabeza gacha, se podía escuchar como le chasqueaban los dientes por el frío.

-me quedo con el chico - respondió sin ser siquiera consiente de sus palabras.

-si es asi nos ayudaría tanto a mi como a este chico. Este chico es un esclavo sin ningún familiar, puede ayudarle en la casa pero si usted tiene este tipo de preferencias puede utilizarlo como su juguete, no hay nadie que se oponga. Si quiere saber más de él, le puede preguntar.

-está bien, entiendo - murmuró Trunks sin prestar atención a las palabras del extraño.

-entonces... Deberia marcharme, una vez más gracias por salvarme ese dia.

-no fue nada - respondió viendo como él sujeto abría la puerta y se iba con prisa, como temiendo a que cambiará de opinión.

-encantado de conocerle, mi nombre es Goten. Muchas gracias por aceptarme. No puedo hacer trabajos pesados pero puedo hacer cualquier tarea simple que me ordené.

-no es necesario que hagas nada - se apresuró a decir el pelilila - no harás nada que te pueda lástimar o poner en riesgo.

-no se preocupe, de cualquier forma mi anterior amo gustaba más de oír mis gritos, así que estoy acostumbrado a sentir dolor. Pero por favor sea gentil.