Muerte

3.9K 277 82
                                    

-es tarde, deberíamos ir a dormir - sugiere Trunks después de un largo rato en silencio mirando a Goten, él cual en ningún momento levantó la mirada del suelo para mirarlo a los ojos. - y tienes la ropa mojada.

-¿donde dormiré amo? - pregunta tímidamente ignorando el hecho de estar completamente mojado - mi anterior amo me dejaba dormir en unas mantas, así que no tendré problema en dormir donde usted me diga.

-¿dormías en el suelo? - preguntó Trunks comenzado a sentir lástima por el chico.

-así es, lo único que tenía para arroparme era una manta - respondió Goten de forma normal.

-Sígueme - murmuró el pelilila indicándole con un dedo que fuera tras él.

Él doctor caminó hasta la habitación del fondo que se encontraba en la primera planta de su casa, abrió la puerta y entró, asiendose aún lado para permitirle la entrada al pelinegro.

-¿dormiré aquí? - preguntó sin mostrar ni una sola emoción al ver la cómoda cama que estaba frente a ella, era una habitación sencilla pero tenía lo necesario, una mesita con una lámpara al lado de la cama y un armario en la esquina.

-es la habitación de huéspedes pero nunca recibo visitas - contestó encogiéndose de hombros - puedes quedarte aquí.

-muchas gracias amo - respondió bajando el tono de voz.

-me voy a mi alcoba, si ocupas algo está en el piso de arriba - dijo saliendo de la habitación antes de cerrar la puerta.

¿Deberás estaba dejando quedar a un extraño en su casa?

El chico no parecía tener malas intenciones, al contrario, parecía haber sufrido mucho en el pasado, además de que tenía un rostro muy lindo a pesar de las pocas expresiones que había gesticulando.

Agitó su cabeza para borrar ese último pensamiento, pensando seriamente en llamar al hospital para informar que faltaría al trabajo unos cuantos días.

***

El joven abrió los ojos lentamente cuando la luz de aquella habitación fue encendida, tratando de enfocar la vista mientras trataba de recordar dónde estaba.

-Goten - murmuré con voz ronca caminado al interior de la habitación, parandome frente a la cama.

-buenos días amo - me responde con sus ojos negros aún somnolientos mientras se incorpora.

Está de pie con su mirada clavada en mis lustrosos zapatos negros y yo extiendo mi mano.

Toco el pecho de Goten pero apenas y se pueden sentir sus pezones, no hay mucho que tocar

Siento como se agita pero no intenta resistirse.

Bajo mis manos hasta el borde de su harapo y lo levanto, la imagen de su miembro irrumpió mis ojos, al parecer no traía puesto nada más que ese paño de almohada.

Goten no dice nada.

Extiendo mi mano hasta su pene y comienzo a acariciarlo desde la base hasta la punta.

-¿q-que está?... - pregunta comenzando a temblar por las sensaciones que le produce mi mano cuando froto suavemente su miembro y su glande. - mnh.

Poco a poco, mientras sigo tocandolo, siento como empieza a humedecerse por el liquido preseminal.

-¿tienes alguna experiencia en esto? - preguntó curioso pero sin abandonar mi labor.

-¿e-ehhhh?... N… No, mi anterior amo nunca había hecho algo como esto -  responde y de alguna forma se que esta siendo sincero - esto… De alguna manera…  se siente extraño.

Parece que está comenzando a sentir placer, mi mano comienza a mojarse conforme va saliendo ese líquido salado de su miembro.

-con esto es más que suficiente - digo deteniendome en mis acciones y escucho a Goten suspirar.

Me comienzo a desvestir y le doy la vuelta a Goten y  me pongo detrás de ella para acomodarlo a cuatro patas contra la cama y agarró uno de sus delgados brazos.

Comienzo a frotar mi pene contra su trasero, sintiendo la tensión en su brazo

Deja escapar un gemido de dolor, lentamente pero con fuerza, comienzo a entrar en su interior.

mn!... - se queja cuando comienzo a moverme lentamente en su interior.

Estoy seguro de que ese estrecho lugar se está quejando por mi intromisión cuando empiezo a sentir como me succiona.

Pero él aguanta sin hacer ni un solo ruido. Lo que dijo es verdad, ya está acostumbrado al dolor.

Me acomodo de forma en que pueda acariciarle la panza pero sin dejarlo de embestir.

Con el paso del tiempo su respiración se hace cada vez más fuerte.

-mn… que es… ¿esto? - pregunta de forma entrecortada mientras baja la mirada a la cama, dejándome ver sus orejas enrojecidas.

Pienso que es por el placer pues no parece que sea de dolor.

-aahh… Ahhh… Ahhh… - lentamente aumentó el ritmo, se puede oír unos fuertes golpes cuando mi pelvis golpea contra su trasero.

Nuestras respiraciones se vuelven cada vez más fuertes.

-no… Siento algo… E-extraño - dice confundido con los sonidos y sensaciones desconocidas hasta ahora para el - ¡Nnn! ¡Aahh! ¡Aaahhh!.

Él eleva su voz mientras yo lo penetro cada vez más fuerte.

Ambos estamos cercas de llegar al orgasmo por lo que aumentó la fuerza en esta última embestida.

-¡¡¡Nnn!!! - gime cuando lo llenó por completo, provocando que él también se corriera en las mantas de la cama.

Sus hombros tiemblan y siento como me aprieta todavía más.

-haaahaaaa

Nos quedamos así un rato hasta que al fin salgo de Goten, parece que su cuerpo ha llegado a su fin, ha caído completamente dormido.

Me visto y salgo de la habitación, creo que lo dejaré descansar el resto del día.

He hecho de desayunar para dos en caso de que Goten despierte pronto.

A pesar de que es muy temprano por la mañana, Goten no mostraba señal alguna de querer salir de la habitación.

Eso me preocupa y me hace sentir culpable, creo que fui demasiado brusco con el.

Fui a su habitación a revisar, temeroso de que no me dejara entrar.

Pero nada de eso sucedió.

Goten parecía sentirse muy mal, seguía desnudo, tal cual lo deje.

Puse mi mano en su frente, tenía una terrible fiebre.

-Goten, ¿que sientes? - preguntó preocupado, no, asustado.

Pero él no respondió, solo mantenía la mirada fija en el techo, no parecía estar especialmente preocupado por su estado pero aún así lo revisé.

-ahora que lo pienso, hace rato parecías estar agotado - murmuró sintiéndome culpable, ¿es por mi culpa que se encontrará en ese estado?

En el transcurso del día le traje comida pero no podía comer nada, a vomitado todo el medicamento que le he dado.

Estaba al borde del llanto, trataba de convencerme de que no era mi culpa, que él ya estaba así antes de llegar aquí, pero la verdad es que estaba muy débil cuando lo sometí

Tenía sus pequeñas manos entre las mías, Goten tenía horas sin decir ni una sola palabra y yo no lo obligaba a hablar.

Minutos después, su corazón se detuvo y dejó de respirar.

Teaching Feeling Yaoi (Truten) Donde viven las historias. Descúbrelo ahora