Capitulo XI

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(Jimin)

Sin darme cuenta llegamos, a una gran puerta de madera la cual era del despacho de Max, Suga dio unos cuantos golpes y del otro lado se escuchó una voz que nos dio el permiso de ingresar.
Al entrar, di un rápido tour visual a todo ese cuarto, era con un cielo raso alto, paredes en tono blanco y pequeños detalles de color cafe, a los lados grandes muebles donde tenía infinidad de libros y arreglos florales en varios rincones. Justo en frente de nosotros estaba un escritorio, encima de el había una pc, una computadora portátil e infinidad de papeles, y uno que otro objeto típico encontrado en lugares como estos. En una de las esquinas del despacho, estaba una pequeña sala, conformada por sofás color marrón y una pequeña mesa de centro donde había unas esferas de cristal como adorno. Detrás del escritorio antes mencionado, había un silla giratoria, ahí mismo estaba sentado ese señor llamado Max leyendo un libro dándonos la espalda.

Suga.- detuvo sus pasos, abrió ligeramente sus piernas y entrelazó sus manos por la parte de enfrente de su cuerpo, con su vista me hizo una señal para que yo bajara mi mirada y no lo viera, después de eso solo imite su pose- Hemos llegado señor

Max.- giro su silla para poder quedar frente a nosotros- Los esperaba más temprano- dejo su libro sobre el escritorio- ¿Y hope donde esta?

Suga.- Lo siento, tuvimos un contra tiempo con unos asuntos y se fue arreglarlos con otros de nuestros hombres- dijo sin levantar su mirada

Max.- Pues lo que allá sido, espero que lo arregle. Odio las fallas y lo sabes Suga, sabes el precio de los errores cometidos en esta organización

Suga.- Lo se señor, todo estará bajo control.- respondió aun sin cambiar su pose

Max.- Eso espero, hobi es tan bueno en el negocio que sería una lástima tener que matarlo por comerte errores

Al escuchar eso cerré mis ojos con fuerza, tenia demasiado curiosidad por levantar mi mirada y ver a ese hombre que sin necesidad de observar su rostro, tenía el poder de erizarme la piel y causarme un gran miedo. Quería verlo, como niño pequeño que le prohiben algo y le dan más ganas de hacerlo. Por momentos abría mis ojos y solo veía una sombra que se movía de lado a lado. En un determinado momento, cuando tenia mis ojos cerrados me sobresalte al sentir una mano posada en mi hombro izquierdo, era Max.

Max.- Y bueno, tú eres el famoso cara de idiota Park Jimin ¿verdad?- sonrió con burla volteando a ver a Suga

Suga.- efectivamente es él, señor

Max.- soltó una carcajada- Pero déjame verte hombre- había tomado mi barbilla y levantado mi rostro, yo seguía sin abrir mis ojos- ¿Suga ya te asusto con eso de que no pueden verme?

Jimin.- No quiero que sienta que le falto al respeto, señor

Max.- dio un ligero golpe en mi mejilla- abre los ojos muchacho, hoy estoy de buenas así que vengan y siéntense, tomemos una copa- camino y se sentó en un gran sofá individual

Abrí mis ojos y mi rápida acción fue girar a ver a Suga, en sus facciones trataba de buscar una explicación, de como era posible de que este hombre se estuviera comportando amable cuando dijo que sería todo lo contrario. Me vio de reojo y claramente pude leer sus labios, me había dicho que de igual manera tomara asiento. Camine detrás de él, sentándome a su costado y aun sin atreverme a ver a Max, comenzamos una plática casual.

Max.- Y bueno, ¿Cuantos años tienes Jimin?

Jimin.- Tengo 19, señor

Max.- ¿Y naciste?- volvió a preguntar

Prohibido Enamorarse 🚫 (Park Jimin & TN) Donde viven las historias. Descúbrelo ahora