Capitulo XXXIII

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Al saber tenerla lejos me hacia admitirlo, solo anhelaba verla para poderle decir que me gusta, que daria lo que fuera por ser.. mas que amigos.

Sin mas, me quede profundamente dormido, eran al rededor de las 8 de la noche, algo temprano para dormir pero el día de hoy habia sido algo agotador, el cansancio me habia vencido.
Tan solo transcurrieron 4 horas desde que el sueño se habia apoderado de mi hasta que escuche unos fuertes golpes en la puerta los cuales me hicieron despertar repentinamente y dirigirme a ella tan pronto logre ponerme de pie, era el hombre que casualmente venía al cuarto trayendome comida o escoltandome aqui mismo.


Jimin.- Digame..!- restregue mis puños en mis parpados despues de abrir la puerta

X.- Joven, se que usted no sale pero por si acaso venia a darle un aviso. Acaba de llegar la hija del señor Max, es muy especial con ella y es una chica demasiado rebelde, le gusta meter en problemas a los trabajadores haciendo cosas malas y culpandolos a ellos.

Jimin.- Gracias por el aviso pero creame, no tengo ni la minima intencion de salir de aqui

X.-Sabe, se nota que es un chico tan noble, ¿como fue que termino en esto?

Jimin.-Por tontas desiciones de salir rapido de problemas, sin darme cuenta que me envolveria en problemas mas grandes

X.- Ojala que esta pesadilla termine pronto para ustedes


Me sonrío y por mi parte le respondi de la misma manera, hizo una reverencia y lo vi alejarse poco a poco, ya que lo perdi de vista cerre la puerta. Fui directo a la cama para recostarme nuevamente, no tome mucha importancia a lo de la hija del señor Max, no era como que quisiera meterme en problemas asi que opte por ignorar el tema y volver a dormir.

Mis ojos no se volvieron a abrir hasta la mañana siguiente, lo primero que mi vista observo era un reloj de pared que se encontraba en la habitacion, me percate de que eran las 7:14 a.m., aun habia mas que tiempo para tomar mi disposicion antes de bañarme y salir con Suga al centro comercial. Las anteriores veces ha llega a las 10 a.m. y supuse que hoy día seria igual. Paso alrededor de 1 hora y al fin fui directo al baño a ducharme, cerre mis ojos al sentir los frescos hilos de agua que caian sobre mi cuerpo, fue un momento en el cual me senti en paz y olvide todo lo malo  que ocurría fuera de esta ducha.

En un rincón de la misma habitación, estaba un espejo en el cual me reflejaba perfectamente de pies a cabeza, me observaba portando la ropa que me habia prestado Suga, encajaba perfecto con mi complexion ya que eramos casi de la misma estatura, no me disgustaba el negro pero yo soy de mas tonos pasteles y claros, me sentia un poco raro pero no habia mas.

La puerta fue abierta repentinamente, voltee a ver hacia su dirección y ver de quien se trataba pero una voz me hizo darme cuenta de ello antes de girar por completo.


Suga.- Pues no te queda mal he...

Jimin.- No, se ajusta bien. -respondi mientras me veia en el espejo

Suga.- ¿Ya sabes quien esta aqui?- se sento al borde de la cama

Jimin.- La hija del señor Max ¿No?

Suga.- una media sonrisa se le dibujo en los labios- Exacto, te llevaras una sorpresa cuando la veas

Jimin.- El hombre que acostumbra a costudiarme me dijo que la evitara ya que es problematica- fui directo a la cama a tomar asiento por igual pero a una distancia considerada

Suga.- Pues si, es algo caprichosa pero contigo todo sera tan diferente lo cual estara a tu favor, querido Park Jimin...


Su sonrisa me daba nerviosismo y ni para que mencionar ese "querido Park Jimin", me provoco escalofrios, porque si, estaba cambiando conmigo pero esto ya era un paso agigantado.

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⏰ Última actualización: Jul 21, 2019 ⏰

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