TU MI RAZÓN DE SER

2da parte Coachella, mi paraíso

P.O.V de Lauren

Puedo ver inseguridad en Ally, esos ojos reflejan lo más íntimo de ella, quiero que entienda que para mi es un sueño que este a mi lado, nunca pensé estar a su lado, era imposible pero ella logro que yo viera con los ojo del alma y me enamorará como nunca lo hice

-¿Qué hago para terminar con esta inseguridad, que reflejan tus ojos?- le acaricio su mejilla

-Amame.....-la interrumpo

-Ya te amo,  entiende que ya no podría vivir una vida sin ti, todos mis planes te incluyen- le doy un beso tierno

-Ámame de las diferentes formas que existen, en corazón , en alma, en espíritu en razón pero sobre todo en cuer......- dice pero no la dejo seguir

-Yo te amo, pero.....- me quedo callada solo mirando sus ojos

-¿Pero?- dice con unos ojos llorosos y yo la abrazo

Pasan unos minutos hasta que me animo hablar

-Tengo miedo Ally,  es la primera vez que me siento tan vulnerable con mis sentimientos, es la primera vez que me entrego por amor, es la primera vez que voy amar con el alma, que me da miedo- digo esta vez derramando lágrimas

-Te amo vulnerable, te amo porque nuestro amor es el más puro, te amo porque tu alma es la más hermosa que he conocido pero te necesito- dice dándome un beso pero este me súplica

-Te amo- digo

P.O.V de Narrador

-Ally- susurró Lauren apenas sintió el aliento caliente sobre su boca

-No sé qué me pasa contigo ¿porqué perdí tanto tiempo?- habló Ally con voz ronca y de inmediato beso sus labios con desesperación y Lauren entendió que era una lucha de deseo interminable entre ellas

-¡Ally! hmm- gimió Lauren entre sus bocas y eso bastó para que el beso de Ally se tornara rudo. Lauren aprovecho el momento para ponerse sobre la cama, Ally se amoldó sobre ella y sintió toda la pasión entre sus cuerpos.

Todo era perfecto para el arte de amar, la luz de la luna iluminando sus rostros y el deseo que las envolvía......

El sentir de sus cuerpos llenos de placer era todo lo que ellas necesitaban para amarse.

Besos tras besos, caricias tras caricias, ropas volando se olvidaron de todo...... De los miedos de Lauren, de Camila. Ally desconoció su cuerpo en ese momento, nunca se imagino que podía perderse de esa manera. Sabía que estaba pérdida y que ya no podría detenerse cuando una de sus manos viajo a lo más íntimo de su mujer. Si su mujer, porque Lauren a partir de este momento era de ella.

Antes de invadir su feminidad miro a Lauren con ojos suplicantes, no sabía lo que pedía. Que la detuviera o que la dejara seguir

Lauren la beso de nuevo y con un impulso la movió de lugar con facilidad. Ahora Ally estaba debajo de ella.

-Mi turno, primero tú - gimió Lauren dando a entender que primero Ally sería la que recibiría el amor y la besaba con desesperación mientras sus manos se movían a su antojo por todos los lados sensibles de Ally

Ally contuvo la respiración al sentirla en donde más la deseaba....
Lauren estaba a punto de reclamarla como suya cuando una voz en la habitación las saco de su pasión como si les hubieran lanzado agua fría

-¿Qué madres?- grito Dinah- LAUREN QUITA ESA MANO, ¿esa educación te enseño tu madre?-

-¡mierda Dinah!-se quejó frustrada Lauren, mientras Ally intentaba taparse con las sábanas.... Pero el cuerpo sobre ella no se lo permitía -¿Qué mierdas haces aquí?, ¿vienes sola?- pregunta Lauren al recordar que todos los del equipo venían con ella

Lauren se sentó, jaló a Ally para que se sentará frente a ella y ayudarla a taparse

-Si,si vengo sola, lo que pasa es que Tori esta muy preocupada- interrumpe de nuevo Dinah convirtiéndose en el enemigo número uno de Ally- así que póngase sus calzoncitos y se comunican con ella y le dicen que están en muy buen estado

Lauren se levantó, depositando un beso en los labios de Ally, buscando su ropa para salir, pero Ally no iba a permitir eso, no hasta hacerla suya y ser de ella.

-Sabes que Dianah- la suave voz de Ally apareció- te puedes ir mucho a la mierda y dejarme a solas con mi mujer,  y avisale tu a Tori.....  - grito con enojo Ally

-Pero yo sólo.......- intentaba decir algo Dinah

-Largo, enserio que si no te vas, te voy hacer que te arrepientas- advertía Ally mientras agarraba a Lauren de una mano

Dinah abrió sus ojos como dos platos y no tuvo otra opción de irse por donde entró.

Cuando Ally se acercaba a Lauren ésta se mordía sus labios por los nervios. Ally respiro profundamente y se acercó lento a ella. El corazón le golpeó fuerte al darse cuanta que Lauren no era capaz de mirarla cuando hace un momento la hacia suya.

-Hey soy Ally Brooke Hernández, la mujer que te ama-  decía en tono ácido- Por si no lo sabes

- Si, si lo sé- decía Lauren con vehemencia -Te siento en toda la piel

-Entonces porque no me miras- reprochó Ally, y Lauren la miró humedeciendo las labios y Ally se envolvió con la pasión de sus ojos

-Porque tengo vergüenza- decía Lauren con voz ronca- nos interrumpieron....  Y yo en.. Tu sabes....  Tengo vergüenza-.

-Hey no, yo quiero, tu quieres- acusó Ally- ¿Te arrepentiste?-.

-No seas idiota- respondió con voz cortante Lauren- es sólo que......

-Hey habla Lauren, quiero saber todo lo que pasa por tu cabeza-.

-Tengo miedo Ally- susurró Lauren- No quiero arruinarlo y lastimarte por tonta-.

-hay que parar aquí entonces- respondió Ally con frustración- No quiero obligarte a nada-.

-Pero quiero amarte.....

-Ya será en otra ocasión......  Lau, hay que parar. No quiero que me ames con miedo. Eso me haría enojar muchísimo....... Terminaría odiandome ¿No quieres eso?-.

Lauren no respondió. Estaba harta de tener este miedo.....  Así que deslizó su vestido hacia arriba y quedó semi desnuda

Ally la miró seducida por el movimiento de la silueta de su mujer que la iluminaba la luna. Después Lauren se quito el sostén y quedo de nuevo expuesta ante Ally. Se acercó de nuevo y beso con toda su pasión a la mujer que tenía a su merced, se quito ese miedo que tenía,  ese miedo que no tenía hasta que llegó Dinah a interrumpir,  dejó que su cuerpo y su alma hablarán por ella y amó a Ally hasta el alba. Y Ally le amo de igual manera. Era un amor que brillaba por si solo, que no se necesitaba decir nada para uno darse cuanta que realmente se amaban.