Capítulo 1

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Había despertado pero no tenia noción del tiempo mire a mi alrededor todo estaba oscuro y sombrío hacia tanto frío que me levante del suelo de aquel lugar en busca de algo para abrigarse sin embargo no encontré nada con el cual protegerme, de repente un dolor en la cabeza me hizo recordar ¿por que estaba ahí? Y no en una cama como toda persona normal mi cabeza empezó a dar de vueltas buscando el "porque" del asunto hasta que empezó a doler y doler tan fuerte que empecé a llorar no se cuanto tiempo estuve llorando pero me volví a dormir y perder la conciencia en aquel rincón de ese cuarto sucio y nauseabundo.

—Niña mueve te tenemos que sacarte de aquí — alguien grito mientras yo despertaba congelada y casi sin sensación alguna en mi cuerpo. Cuando de un momento ha otro un hombre de tez negra entraba por aquella puerta que no percibí

— ¿quien eres?— le pregunte, solo me evadió jalando me del brazo sacando me fuera de ese lugar. —¿quien eres?— le volví a preguntar pero solo recibí una bofetada que me encogió todo el cuerpo y un ardor intenso en la mejilla.

— ¡Callate quieres¡ ¿acaso quieres que te vuelva a golpear? Solo callarte no digas nada —
Aquel hombre que no conocía me había golpeado no sabia porque estaba ahí que hacia el conmigo donde me llevaría y lo mas importante ¿no sabia quien era yo?

Me siguió jalando por un ancho corredor hasta llegar a una puerta en donde entraron otros dos hombres robustos igual a él, me miraron preguntándole

— ¡Vaya sorpresa que has conseguido buen trabajo campeón!— ¿campeon? ¿Quienes eran ellos? ¿Por que una sorpresa? Sorpresa fue la que recibí me taparon la cara con una manta y me sacaron de ahí, solo puede percibir que era metida en un espacio angosto y la poca luz que recibía era ahogada por la oscuridad

Volví a despertar en un sitio repugnante olía horrible estaba atada de manos y pies tenia una cinta en la boca y estaba sangrando de la nariz

¿Quien era yo? ¿Que hacía ahí? No podía recordar nada absolutamente nada que iba a hacer conmigo ¿matarme tal vez? ¿Violarme quizá? ¿Prostiturime? Tantas cosas rondaban por mi cabeza que era imposible retenerlas que es lo que querían de mi ¿que era?

— La chica ha despertado — una voz desde afuera grito a todo pulmón ¿quiza vendría otra vez el hombre robusto junto con los otros dos?

Pasos se oyeron voces y murmullos también la puerta rechina cuando el hombre robusto entro solo con algo en las manos ¿que era? No lo sabía se acerco hasta mi — ¿recuerdas algo? Tu nombre tal vez o alguna otra cosa — me pregunto, por primera vez le miraba la cara tenía cicatrices una en la ceja izquierda y otra en el labio inferior, cuando de un momento a otro arrancó la cinta de mi boca provocándome un fuerte grito alarido mirándolo con dolor le respondí — no no recuerdo nada ¿por que estoy aquí? Dime que es lo que hago aquí — otra bofetada de parte de el hizo que saliera mas sangre de mi nariz

—Cuando entenderás que no debes preguntar nada — me grito cuando se levantó mirándome lleno de repugnancia, lo miré empezando a llorar sin consuelo alguno mientras el salía por la puerta que entró.

Horas pasaron o días quizá la sangre de mi nariz se había secado mis muñecas estaba rojas y heridas mis tobillos estaba siendo mutilados por aquel cordón, mi boca me ardía cada vez más.

Tenía la garganta seca de tanto gritar la cabeza me mataba aun más y seguía sin recordar ¿por que yo estaba ahí? Aquel sujeto ya no había vuelto a aparecer solo permanecía la sombra de un hombre fuera de la puerta fumando algo. Sólo se podía percibir el sonido del silencio de la habitación cuando yo paraba de gritar.

Esa noche aquel extraño personaje volvió a aparecer mirándome contemplando sin duda aquella escena que podía ofrecer, nuevamente me tomo del brazo llevándome a rastras por el suelo hasta llegar a otra puerta en donde me empujo haciéndome caer al suelo con si un saco de papas se tratará.
Ahí dentro había luz y un hombre sentado de espaldas delante de un escritorio permanecía inmóvil hasta que volteo mirándome lleno de odio.

— ¿Recuerda algo? — le preguntó

— Creo que nada Señor — como que crees necesito saber que esta chica ni su nombre recuerda vamos que para algo te pago, volteo su mirada hacia a mi escudriñando me de arriba a abajo
¡Veo que la golpeaste! Dime que no golpeas a tu madre o si Hunter.

—Dime cariño ¿como te llamas?— no lo sé porque me tienen aquí le grite como pude.

—Oh con que eres una niña gritona ahora entiendo porque te golpeo ¡guarda silencio si no quieres que yo haga lo mismo tonta malcriada! Vamos dime recuerdas algo contesta dime todo lo que sabes — no se nada no recuerdo mi nombre y mucho menos no se quien soy en realidad.

—Hunter ¡amnesia eso es lo que tiene! Ojalá sea permanente hací no tendremos que obligarla a olvidar y vivir lo que le hemos escogido vivir a este pobre ángel caído y devorado por el hombre.

Devorar me me iban a comer o a matarme aun sin saber quien era yo. El hombre blanco me tomo de las mejillas planteándome un beso en la frente lamiendo mi nariz —¡vaya esto es delicioso!— vamos lleva la con las demás que la arreglen y le den un buen baño porque en verdad apesta.

Hunter como así era llamado aquel sujeto me levantó del piso cargándome en su hombro.

—Si gritas te juro que ahora mismo te hago recordar todo y vomitar tanta sangre como la que hay dentro de tu cuerpo — me tense al instante resguardando todo, camino hasta otra puerta en donde voces se escucharon pero terminaron cuando escucharon que nos acercábamos Hunter abrió la puerta Encontrándome con chicas de mi edad algunas mas grandes otras mas jóvenes menores que yo.

—Claro, todo mundo aprende siendo reprimido hací como ellas estarás tu como un objeto de negocios. Les he traído a alguien más necesito que este lista en una hora y una mas ni una menos entendieron — todas asistieron estando paradas en la pared, me volvió a tirar en el suelo mientras cerraba aquella puerta.

Todas se acercaron a mi, estaban vestidas en ropa interior una de ella miro mi cara fijamente empezando a llorar sin razón alguna, otra me miro sonrió tristemente caminando hacia el extremo junto con más chicas, la última se arrodilló quitándome la cuerda de los pies y manos sin decir palabra  alguna, tomo mis manos  apreciando como estaban al rojo vivo.

—Estella traerme las vendas alcohol y el botiquín ahora mismo le ordeno a una morena de ojos claros que obedeció

Miraba de un lado a otro llenándome de tristeza dolor sufrimiento y miedo ¿que va a hacer conmigo le pregunte?

— Cosas sucias malas y egoístas — dijo sin rodeo alguno. Osea que me prostituirá, ella me miro asintiendo con la cabeza, la mire a los ojos empezando a llorar.

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⏰ Última actualización: Dec 14, 2018 ⏰

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Caíste del cielo al infiernoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora