Miraba a otro lado con molestia mientras mi padre me daba un sermón por faltar a clases de chino.
No me molestaba los sermones de la persona más irresponsable de París, lo que me molestaba es que cuando fui a casa de Marinette, sus padres no me dejaron pasar.
Estuve parado horas afuera, en espera a que ella salga.
Inclusive con mi gran ingenio me puse a gritarle para que salga hasta que recordé que estaba sorda.
No quiero burlas de éso, ya saben que soy un caso perdido.
-¡¿Entiendes?!
Gritó mi padre y yo asenti.
-Sí padre, no volverá a pasar.
No tengo ni fruta idea de lo que me dijo pero ésa era la única respuesta lógica que se podía dar a un padre cuando te da un sermón que no oiste.
Mi padre suspiro profundo y fruncio el ceño con cierto dolor.
¿Ésa respuesta me falló?
-Mira Adrien, sé que no estás bien desde que...
-¡No! ¡Estoy muy bien y no quiero oirte hablar de éso!
Grité con todas mis fuerzas y fui a mi habitación.
No quería oír que nadie diga éso.
..
La noche se hacía presente y era el momento de dejar libre a mi verdadero yo, Chat noir.Pero está noche, mi tiempo estaría ocupado por alguien más.
En lo alto de la Torre Eiffel.
Me acerqué a mi antigua compañera de batalla, que tenía toda una velada romántica para nosotros.
Un mantel blanco y rojo, un par de velas, uvas para que comamos y en el centro del mantel, ella estaba sentada, mostrando una de sus hermosas sonrisas.
-Fuiste muy mala por no salir a atenderme, my Lady.
Dije, sentadome a su lado y ella se encogió de hombros mientras yo agarraba un par de uvas.
-No sé de que hablas, gatito.
Fingió ser desentendida con su alter ego, con su bella voz...
Su melódica y hermosa voz, que retumbo mis oídos y oprimio mi corazón.
Como extrañaba ésa voz.
Mis ojos se centraron en ése hermoso rostro, que miraba a la nada, con una sonrisa angelical y su belleza parecía aumentar por la luz que nos brindaban las velas.
Es tan hermosa como siempre.
Con atrevimiento, levanté mi mano para tocar ésa hermosa mejilla algo regordete, pero ella se dio cuenta de mis intenciones y se puso de pie de un saltó, para mirarme con una sonrisa burlona.
-Se mira pero no se toca. Adiós gatito.
Se despidió de mi y se fue tan rápido que pareció desbancarse en el aire.
Yo sólo suspire profundo y me acosté con los brazos extendidos.
Creó que ahora... creo que quiero más que tres hijos.
My Lady, mi princesa, las amo con todo mi corazón.
Seguro que mañana, la veré en la escuela, nuevamente, regalandonos su hermosa sonrisa.
Sólo espero que los demás no la sigan odiando.
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De regreso y sin sentidos
FanficDespués de tanto tiempo sin saber nada sobre Marinette, Adrien la vuelve a encontrar pero... ella ya no oye ni habla, perdió sus sentidos.