II

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Gloria fue una excelente persona, me comprende a la perfección y cocina delicioso; subí a mi cuarto a descansar, tomé una ducha y fui a dormir. Pasaban las horas y mi celular marcaba las 9 de la noche, y sin embargo no podía dormir; me inundaban conversaciones y pensamientos que solo me agobiaban a cada instante, recordando momentos de felicidad que tuve y que acababa de echar a perder a lo mejor por una simple rabieta. Me puse a pensar que a lo mejor jamás tendría una persona que me brindara amor, tranquilidad o simplemente sonrisas en un día nublado si me iba de mi casa, pero alguna vez ya lo había experimentado; ese sentimiento que es incontenible y que por más que trates, no puedes ocultar la felicidad que sientes al ver a esa persona, pero lo más triste es que mi propia familia fue la que se encargó de destruirlo.


El año pasado viví una historia de "amor", y es el punto de mi vida donde no logré hacer un avance; todo era muy complicado. Lo conocí en la ruta, nunca lo había visto ni hablado, pero supe desde el principio que era perfecto, se asimila a ese sentimiento en el que sabes que puedes enamorarte de alguien sin conocerlo, pero sabes que funcionará; él se sentaba adelante al lado del conductor y por cosas del destino los martes y jueves gran parte de la ruta no venía por las tardes debido a los deportes y él decidía hacerse atrás. No conversábamos ni nada, pero una amiga a la que no le hablaba hace muchos años entabló conversación y fue espectacular; éramos cinco amigos; pero la amistad no era constante, solo nos veíamos y hablábamos en la ruta y por fuera nada que ver, pero esos instantes y momentos que pasábamos en la ruta eran mágicos. Nos acercamos mucho todos, pero pasados los meses mi amiga se tuvo que ir de la ciudad; no lo esperábamos y a partir de eso nos distanciamos demasiado, un chico dejó el colegio debido a problemas académicos y otro simplemente se cerró; solo quedábamos los dos. Esos meses siguientes la cercanía creció y hablábamos todos los días en la ruta, por fuera era más bien un intercambio de miradas, un hermoso intercambio de miradas; todo el mundo se daba cuenta, creo que éramos muy obvios, pero lo que teníamos no se podía ocultar. Me costó mucho aceptar lo que sentía por él y me asustaba saber que él tenía un gran recorrido al cual yo no estaba dispuesta a llegar y mucho menos acompañarlo, me encantaba pasar tiempo con él; era algo diferente que nunca había sentido, me hacía pensar y reflexionar acerca de cosas sencillas pero inimaginables para mí; y llegó el punto en donde empezó a sobrepasarse, no me molestaba hablar de cosas "inapropiadas", pero empezó a acariciarme y eso me molestó, al principio me dio miedo y no sabía qué hacer para que se detuviera, y me sentía tonta al permitírselo y que todo el mundo se diera cuenta. Muchos pensaron que era una fácil y que simplemente debía pararlo, pero yo no sabía cómo y tenía que aceptarlo, ya que él no era fácil de evitar y si se aferraba a algo, estaba determinado a hacerlo; al pasar los meses me fui acostumbrando, lograba controlarlo y permitirle hasta cierto punto su atrevimiento, él me hacía caso y eso lo hacía más adorable para mí. Era tierno, sensible dentro de lo insensible, y me encantaba que se preocupara por mí, siempre tenía algo que decir y así yo no estuviera de ánimos, él sabía cómo sacarme una sonrisa; era pervertido y coqueto, eso me fascinaba, pero el año no era eterno y todos los rumores que se creaban me afectaban directamente y mucho, mis hermanos malinterpretaban cada situación, pero si lo pienso tal vez no fue mala interpretación, solo que al decirlo en voz alta me daba cuenta que había llegado a un punto en el que nunca pretendí estar y al que criticaba mucho por la forma de actuar. Sin embargo, nunca cambié con él; lo intenté, pero no resultó, creo que me resigné a disfrutar de lo que me estaba pasando y llegado el final de esta pequeña "aventura" tenía grandes esperanzas de que algo más pasara; pero nunca pasó. Creo que de lo que más me arrepiento es de no saber si de verdad le gustaba, o si, simplemente solo me utilizó; no me gusta pensarlo y recordarlo como un error, para mí fue lo mejor que me pudo haber pasado a pesar de todo y ahora tengo grandes expectativas frente a cualquier persona que se cruce en mi camino; lo más lindo, fue que me sentí apreciada y valorada, algo que nunca antes había experimentado. Aún tengo grandes esperanzas de volverlo a ver y tal vez, continuar algo que pudo haber sido. No me arrepiento de nada.

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