Los fantasmas de Anastasia.

El resto del todo.

¿Alguna vez has distinguido a una persona en medio de mil cuerpos grises?, ¿una figura que no se mueve al mismo ritmo que la masa?, se siente un calor en el pecho, extraño, es como si de repente todas las sensaciones que habías sentido antes no hubieran sido lo que son, como que no te cabe esa extraña sensación en el cuerpo y libra una batalla por salir. No entiendo de donde provenía ese sentir, pero estaba consciente de que sólo me sucedía  cada que veía a Anastasia, quiero decir,no era una sensación parecida a alguna otra, era una emoción compasiva, una emoción vibrante que peleaba por no ser descubierta, como si yo mismo me lo estuviera ocultando, cuando me daba cuenta de que todos aquellos cuerpos se movían mecánicamente como en un engranaje, y Anastasia era la pieza que no encaja, la pieza que siempre esta floja me invadía una especie de confusión ¿Era extraño sentir eso por alguien con quien jamás has compartido nada en la vida?, era extraño que no repeler un ser callado y distante, parecía que ella jamás estaba presente en esta tierra; como si su cuerpo estuviera plantado pero su espíritu se encontrará muy lejos de aquí.
Y cuando la veía también suspiraba, suspiraba por no poder entender a Anastasia, era consciente de que no podía llegar a ella, así tratará de acercarme a ella parecía estar en otra dimensión, donde no necesitaba ayuda ni comprensión.

El comportamiento seguía siendo el mismo, todo mundo ignoraba lo que yo no, nadie se detenía a ver lo que yo. No al menos lo que mis ojos veían.

—¿Piensas asistir a la reunión del viernes?—Me despertaron de mi alucinación.

—Aún no lo se, es fin de curso y tengo el curso atrasado de apuntes—Respondí  con taciturnidad. Seguí viendo a Anastasia a unos 10 metros arreglar su mochila.

—¿Es un poco extraña no?—Dijo Dylan, se dio cuenta de que la estaba viendo. Reaccione de repente.

—¿Quien?

—Anastasia—No despegó la vista de ella—, Dijo que pensaría en ir a la reunión del viernes, se lo dijo a Daniel, cuando el le pregunto si iría, quizá vaya, la verdad es que ni siquiera la conozco—Volteó su cara para volver conmigo a la conversación.

—No, yo tampoco la conozco—Me acomode el cabello—.Es una persona bastante peculiar—Comente.

—Si, ¡Ni que lo digas!. Bueno te dejo, tengo que ir a clases—Se despidió.

Me quedé reflexionando un momento, quizá sería bueno aparecerme por la dichosa reunión del viernes. No estaba seguro de que la pasaría bien pero al menos tenía la convicción de que no lo hacía sólo por ver a Anastasia, si no que me entunsiasmaba ver a algunos amigos y despejar mi mente.

Camine hacia el aula de clases, con esa idea en la mente, me senté en mi lugar habitual y me puse los audífonos como de costumbre. Las tutorías eran dos horas aburridas de charlas interminables y preguntas incómodas. Me perdí en mi mar de pensamientos, en us and them, el sonido de la música pronto estímulo mis sensaciones sumergiendome en la tranquilidad, ¿Cómo es que todo mundo había ya cruzado al menos una palabra ya con Anastasia menos yo?, ¿qué era lo que pasaba conmigo y por que de repente comenzaba a preguntarme tantas cosas?, ¿Desde cuando había empezado a invertir tanto tiempo en pensar en esa muchacha con quien no había cruzado siquiera palabra?, toda esa situación me tenía embolado. No podía armar ni un solo pensamiento. Desde us and them  hasta  Iron man, perdí noción de la realidad, mi mente comenzó a sentir un especie de agotamiento físico y me quedé dormido sin saber que.

Sentí unos dedos ligeros tocar mi hombro, entre sueños pensé que  fue sólo mi imaginación, pero la acción se volvió a repetir con más fuerza.

—La clase termino—Esa voz me hizo despertar—, Será mejor que les avises a tus padres que mañana sales tarde—Me regalo una sonrisa.

Estaba muy dormido o no había despertado, me sentía aturdido. Anastasia estaba parada junto a mi y me hablaba con su volumen bajo habitual, estaba sorprendido o desconcertado, no sabía cuál de las dos sensaciones dominaba en mi.