¿Fan Loca? Jihyo y Tu.

Capítulo 5

"Espejo"

Cuando caí por error encima de aquella chica nunca pensé que pasaría todo esto.

Terminamos haciéndonos las mejores amigas, compartíamos todo.

Jugábamos juntas siempre.

Cada momento junto a ella fué lo mejor que pudo haber tenido mi infancia.

La llamaba hermanita por ser menor que yo…

En parte, sentía gran apego a ella…

La amaba… pero no como una hermanita realmente.

Nunca tuve el suficiente corage para hacer algo, éramos niñas pequeñas… ¿Que podría haber dicho o hecho?

El desastre llegó el día que escuché a la lejanía su voz.

"Volverás ¿No?"

Pensé que iba a ser la última vez que escuchase esa voz.

Y en parte si lo fue.

Pasé años tratando de olvidar la imagen de esa pequeña niña de la cual sentía que tenía que proteger porque cualquier cosa podría dañarla…

Años tratando de olvidar el amor que poco a poco fué creándose…

Es curioso que casi hago que encierren a esa niña que tanto quería proteger.

Cuando me mostró aquella foto de ambas tomadas de la mano en aquel parque con aquel característico blanco de la nieve invadiendo el fondo la reconocí inmediatamente.

No podía pensar bien.

Lo único que logré pensar era en invitarla y hablar, pero estaba trabajando, así que pensé en una cafetería de detrás del lugar donde estábamos, sería perfecto.

Cuando me llamo "linda"…

Todo eso del pasado volvió.

Con más intensidad.

La pequeña niña de la cual me enamoré un día creció…

Su sonrisa sigue irradiando felicidad.

Al momento de despedirnos me dió un pequeño momento de pánico… no quería separarme de ella… no otra vez.

Consiguiendo el tiempo que pude, debido al ajetreo de mi horario de Idol, logré invitarla a ver las luces, al fin y al cabo es navidad, estuvimos dos navidades en nuestra infancia juntas, una tercera no sería mala… aunque claro, no es la infancia ya.

Cuando la vi temblando en aquella banca mi instinto de "hermana mayor" surgió otra vez, me quité uno de mis abrigos y se lo puse encima.

Realmente la veía decaída, sin luz, triste.

Por suerte pude animarla todo el tiempo restante.

Odio no ser expresiva.

Odio ser tímida y no poder demostrarle a ella que la quiero.

Fueron mis pensamientos recurrentes ese día.

Me tomó mucho lograr tomar el valor para llamarla esa noche.

Pero por algo se empieza.