Flores de Luna ©

Sipnosis

Años atrás la lucha por el poder era algo que los más grandes imperios enfrentaban, guerras y muertes eran algo que parecía de nunca acabar.

Las bestias cardinales eran los que más control sobre el mundo tenían, con su increíble fuerza eran invencibles para los simples humanos, pero una de estas poderosas bestias se levantó con la intención de parar tanta masacre, fue así como nació el tratado más fuerte de la era, en donde bestias y humanos intentarían convivir en armonía.

Intentarían, porque siempre quedaría rencores en ambos bandos.

La bestia protectora del imperio del oeste fue quien permitió que la paz pudiese llegar, y por su gran azaña fue proclamada líder de las bestias y protector de los humanos, pero después de un tiempo las dudas surgieron.

¿Cómo podrían confiar los humanos en esa gran bestia?

Ellos necesitaban tener una garantía, fue entonces que la tradición de que se tomase una esposa humana por las bestias del oeste surgió, la elegida fue hija de un rey de esas mismas tierras, pero nadie sabía que la delicada joven caería enferma luego de casarse con la bestia al recibir una maldición por los de su misma especie.

Ellos querían que esa tradición y el gran acuerdo se rompieran.

Si ella moría ¿A quién culparían?, la bestia sería el responsable y la paz que comenzaba a reinar sería arrebatada.

Desesperado por salvarla convocó a hechiceras y mikos de todo el imperio, ninguna tuvo éxito, no hasta que una extraña mujer hizo apto de presencia en el gran salón. El instinto de la bestia despertó con solo sentir su aroma, la mujer de enorme belleza y energía era la compañera que tanto esperaba.

La miko de la luz logró salvar a la princesa con solo pasar su mano sobre ella, esto demostró su increible poder espiritual, de recompensa solo pidió protección para su gente pero la generosa bestia ofreció también algunas tierras en agradecimiento que fueron bien recibidas por ella.

Después de ese día no se volvió a ver a la joven, no hasta que la bestia en una de sus cacerías la encontró gravemente herida, ella había gastado mucha de su energía en aniquilar a los monstruos que atacaron las tierras de su hogar y el no dudó en cuidar de ella.

Un amor prohibido comenzó en ese momento, el mismo que significó la destrucción de ambos años más tarde.

Una princesa no amada, una hechicera rencorosa, una bestia codiciosa y un caballero no correspondido fueron causantes de la destrucción de la pareja, pero la leyenda de los amantes de la luna volvería a suceder, porque una vida no era suficiente para amarse.

El fruto de ese amor, la maldición de las mikos y el legado de la bestia, formarían el inicio de la última guerra en esas tierras.

Sólo quedaba esperar que los siguientes amantes pudieran ganar esta vez.