-Soy Markov Pashenka, tengo 16 años.
-Markov... Qué lindo nombre. ¿Qué andas buscando por aquí? Este lugar está lleno de gatos no muy amigables como para recibir vivo a un ratoncito como tú.
-Señor, usted bien sabe la situación por la que pasa nuestra Unión Soviética en este momento. Muchos hombres derramaron su sangre aquí y en tierra extranjera para defender lo que somos, lo que aman, incluso mi padre, muerto en Alemania y que ni siquiera sus restos volvieron con nosotros.
Hoy, desgraciadamente, pasamos un momento horrible, no sólo yo sino también todos mis compatriotas. Hay hambre, miseria, destrucción, usted lo sabe.
-Ya sé lo que hay, yo también vivo sobre esta tierra, querido. Ahora, no quiero más palabras o te voy a romper la cabeza, y no me importa que seas un niño, lo más mínimo que puedo hacerte es quemarte con el cigarro. Ahora, ¿qué necesitas de nosotros?
-Escúcheme bien: como yo le dije, mi padre murió en batalla y vivo sólo con mi hermana pequeña y mi madre, una vieja humilde. Necesito dinero, aunque sea lo suficiente para huír a América. Estaría traicionando mis principios y a mi patria, pero señor, no puedo seguir aquí.
-Entonces, ¿quieres dejar tu tierra e ir a América?
-Sí, es la idea. Sé que ustedes son mafiosos, Don Yuri. Sé de lo que hacen por ahí en la calle, y gracias a eso llegué aquí.
Por favor, deme una oportunidad. No me importa lo que tenga que hacer, aún si tengo que matar a alguien me arriesgaría, mientras reciba una paga.
-Te veo muy preocupado y tenso, relajate. Es probable que salgas de aquí hoy mismo con lo que buscas.
-¿En serio? Don Yuri, si es hoy realmente estaría muy feliz y se lo agradecería. Gracias por la chance.
-De nada. Pero, no sé si realmente quieres hacerlo. Eres muy jóven, muy apuesto y humilde, a los 16 años te queda mucho por delante.
-¿A qué se refiere? No le entiendo. ¿Hay un riesgo de muerte?
-Sí, lo hay, como todo en la vida tiene sus riesgos. A mí personalmente me gusta la adrenalina, el suspenso.
-¿Qué debo hacer? Dígame.
-Ruleta rusa.
-¿Ruleta rusa? ¿De qué habla?
-Yo voy a poner sólo una bala en este revólver, cerraré el tambor rápidamente para que no veas dónde está la bala. El juego consiste en que uno de los dos va a tomar el arma, se va a poner el cañón en la sien y va a presionar el gatillo. Si el disparo no sale por tu parte, me darás el arma a mí y haré lo mismo. Así será hasta que el arma finalmente se dispare y uno de los dos muera.
Voy a poner sobre la mesa el dinero suficiente para que tú y tu familia viajen a América. Si ganas, el dinero es tuyo y te vas de aquí. Si gano, me quedo con lo que es mío. ¿Quedó claro?
-Sí, señor, quedó claro.
-No tiembles, de todas formas, si te toca no importa. No vas a escapae de la muerte en ningún momento de tu vida.
Voy a lanzar una moneda. Si sale cara, tomaré el arma yo primero, si sale cruz, lo harás tú. Mucha suerte, Markov.
-Dios, tengo mucho miedo, estoy nervioso, pero esto es por mi familia, por mi mamá...-Cara. Dame el arma.
-Tome, Yuri./Yuri toma el arma y pone el cañón en la sien pero al presionar el gatillo la bala no sale. El mismo se siente feliz, con una sonrisa de oreja a oreja y espera que su suerte permanezca\
-Toma, querido. Tuve suerte. Te deseo lo mismo.
/Markov toma el arma que antes le permitió el buen azar a Yuri. El chico presiona el gatillo, pero al igual que con Yuri, el destino se pone de su lado\
-Hijo de puta...
Bueno, mi turno ahora./Yuri nuevamente toma el arma y reza porque la suerte se ponga de su lado. Se le ve sudoroso, un motor de nervios y miedo, pero de igual forma que antes, se pudo salvar de morir\
-Estoy de suerte hoy, eh...
/Markov, sin decir nada, también está nervioso. No espera lo peor pero aún así guarda un poco de miedo. Entre tanto sudor en sus manos y en su frente, presiona el gatillo y la bala sale y atraviesa su cabeza de lado a lado. Markov cae al suelo al instante y en el suelo aparecen los primeros rastros de sangre desplazándose, sagre roja, pura como una vírgen.
Markov deja solas a su madre y a su hermanita en el mundo cruel en el que les tocó nacer. Un chico que quiso lo mejor para la poca gente que tenía, muerto\-Pero mira tu sangre, Markov. Es tan roja, ¿no es genial? Roja, como la bandera de la tierra que quisiste traicionar. Qué iluso, qué estúpido. Creer que ibas a salir de aquí vivo e irte a América. Por favor.