La luz en tu mirada #2 ChanBaek

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—Te prometo ganar pero—sonrió, dejando que una de sus comisuras se alzara y revelara la sonrisa más aterradora que podría calar hasta los huesos de la personas más fría y despiadada— la alma que tiene este—señaló a la sombra— me la tienen que dar.

Pero, las promesas eran falsas. Después de todo, no hay que creer en ellas.

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Había pasado ya un mes desde que la batalla había terminado, los ciudadanos de Candergan aún no se habían recuperado por lo sucedido y se podría reflejar en los derrumbes y destrozos que dejó dicha guerra entre la paz y obsesión; durante ese mes Candergan se había vestido de total blanco teniendo compasión y respeto a las vidas perdidas a lo largo de la misma, las despedidas se habían dado en diferentes fechas y horarios sepultándolos en el cementerio fantasioso del mundo mágico, los sagrados habían asistido a algunos por petición de las difuntas familias siendo estos los que más sufrían y cansaban debido al sufrimiento palpitante en todos los velorios que asistían. Estaban cansados, pero eso no era todo, lo que más les hacía decepcionar es que no podrían despertar a sus compañeros, Park ChanYeol había abandonado Candergan y el mundo mágico para ir al mundo de los humanos en busca de alguna cura que pudiera hacerlos despertar y volver con ellos sin embargo ninguna noticia por parte del fénix había llegado a ellos, la desesperación se podía divisar en las horas perdidas de sueño por parte de Suho quien sumergiéndose entre la biblioteca ganándose algunos regaños por burlar la seguridad de la sección prohibida terminaba gritando en los pasillos más solitarios y menos transitados dejando escapar lágrimas de desesperación ante los ojos dolorosos de YiXing quien, ocultó del mayor podía sentir el sufrimiento del mismo causando que de igual manera se sometiera a largos viajes en busca de alguna ayuda o antídoto en sus tierras natales volviendo cansado con la terrible sensación de nada, ningún sonador mágico sabía de algún antídoto que pudiera vencer la flecha del guerrero de Dasdem, hasta los más viejos y experimentados, algunos no sabían la situación y otros vendían sus antídotos ilusionando a un esperanzado YiXing y sagrados dispuestos a usar esto con cada uno de los tres sagrados, horas esperando para que el efecto fuera nulo, nada podía vencer el veneno.

Algunos decían que había solo una manera y era que el mismísimo chico quien lanzó dicho encantamiento lo deshiciera. Los sagrados se vieron en la misión de buscar y atrapar a los guerreros oscuros encontrando la terrible imagen de dicho salvador completamente herido, abrieron las puertas de su "casa" dejando que YiXing curara del mismo con nuevamente la esperanza de poder obtener algo.

—No puedo.—anuncio cuando Hyuk recuperó la conciencia— No puedo eliminar el hechizo...—y, antes de que JongDae se aproximara a golpearlo, habló rápidamente:— Pero podemos ayudar.

Tanto LuHan como KyungSoo observaron a los demás guerreros quienes asintieron dejando caer de inmediato sus rodillas en el frío piso del hospital mientras su mano derecha se estampaba con fuerza en su pecho.

—Juramos lealtad a ustedes, por salvar a uno de los nuestros.—hablaron al mismo tiempo— Buscaremos alguna solución para ayudarlos, tienen nuestra palabra.

Y, aunque no era agradable convivir con quienes en algún momento fueron sus enemigos y causantes de mantener tres de los suyos en un estado totalmente crítico—debido a la extrañeza y no encontrar algún método en despertarlos— para los sagrados les fue fácil acostumbrarse a la oscura presencia de los guerreros y caminar por los pasillos de la academia notando un ligero cambio en los mismos, claro que toda esta integración de los nuevos alumnos y aliados fue dura, lo lograron sin embargo no había ninguna cura para los tres sagrados.

Lejos de la academia de magia y hechicería entre los arbustos y árboles del bosque prohibido un grupo de personas extrañas se encontraban oculto en ese lugar siendo desapercibidos por cualquier alumno de la institución, mirando atento y analizando la situación el supuesto líder de aquel grupo giró con lentitud encarando a su grupo pero, manteniendo la mirada especialmente en dos personas las cuales ayudarían a traer su mayor trofeo.