Tu protector secreto

Cap: 3

"Vida normal"

La joven pelimiel se miro en el espejo una y otra vez, veruficando por decima vez si su ropa o su cabello se veían bien y al final poniendo una sonrisa al ver que estaba lista.

- vaya, si que te ves bien - comento una mujer viendola desde la puerta de su cuarto,  siendo esta su madre, Grace.

- Dime mamá, ¿cual se ve mejor, este o este? - pregunto refiriéndose a dos sombreros, uno de ellos rosa y el otro una boina de un rosa mas oscuro.

- mmm, ese - dijo la mujer señalando la boina.

- bien, entonces llevare este - declaro sonriente elijiendo el opuesto.

- Si ibas a elegir ese para que me preguntas... -

- bueno, es para saber cual no usar, por supuesto -

- si, si, muy graciosa, espero y no hagas algo que asuste a mi futuro yerno - hablo con algo de malicia buscando molestar a su hija.

- ¡Mamá! - respondio roja mientras agitaba comicamente los brazos - e-el no es mi novio ni nada por el estilo.

- ¿eh?... tienes razón, han estado juntos desde niños, tal vez te vea solo como su hermanita -

- Madre, no seas cruel... - pidio con un aura deprimente a su alrededor.

- bueno, en todo caso debes hacer que esa percepción cambie -

- ¿y como hago eso? - pregunto sumamente interesada en lo que su madre decia.

- oh, mira la hora, debo irme ya - dijo haciendo mutis mientras dejaba a su hija llena de dudas y preocupaciones.

- madre... eres cruel.... - menciono la pelimiel, arrepentida de haber hecho una broma a costillas de su madre.

Mientras tanto, en la casa de al lado.

- ¡¡No puedo creer que hayas invitado a Korrina y a Serena a venir con nosotros!! - se escucho la voz de Clemont a traves de la bocina del celular del azabache.

- Calmate Clemont, tu dijiste que tenias dos boletos extra, asi que invite a Serena y a Korrina para que no se desperdiciaran -

- No le digas que me calme, se aue serena es tu mehor amiga desde que tienes memoria, pero Korrina... tu sabes... ella es... - trataba de hablar aunque con algo de dificultad.

- ¿hay algo de malo con Korrina? -

- Claro que no, ¡no hay nada de malo con Korrina! -

- ¿Entonces cual es el problema? -

- ¡¡Es justamente ese!!... te lo dire luego... - dijo antes de colgaf el telefono abruptamente.

- ¿Clemont?... ¿hola?... creo que se corto - dijo viendo el telefono un poco confundido antes de guardarlo.

- Esto debera bastar pos si acaso - penso el chico acomodando su ninjatô en una funda bajo su chaqueta,  junto a ella, varias otras armas lijeras, la mayoria arrojadizas salvo un par de de sais. - ir al cine con mis amigos... - reflexiono mientras se veía al espejo, aunque por un momento creyo verse con su uniforme negro en lugar de su ropa de civil, ante lo cual sacudio su cabeza para volver a verse normal.