Representacion de la humanidad

Capítulo 15. La batalla que decide. Ultima parte

Fue una de esas noches. La noche donde la luna estaba llena y brillaba hacia la tierra, iluminando la oscuridad y actuando como segundo sol.

Él mira al cielo oscuro, hipnotizando al cielo oscuro que parece interminable y adornado por unos pocos destellos de estrellas. Sin nada más que una camiseta azul lisa y unos pantalones de gimnasia largos y grises

Pocos días después de rescatar a Asia y la rubia decide seguirlo. En realidad no quería hacerlo, pero al ver que la chica no tenía a dónde ir, era mejor tomarla, podía caer a la mano equivocada y, si sucedía, se condenaría a sí mismo.

Sonidos de maderas gimieron y siguieron pasos en sus orejas. Dio un breve vistazo a la dirección con uno de sus ojos antes de volver su mirada al cielo oscuro.

"¿No estas durmiendo?" Preguntó

"No ..." Ella respondió: "En realidad no se trata de una pesadilla o no puedo, pero deseo ver las estrellas hoy".

Solo hizo un silencio al escuchar eso, asintió levemente y volvió a mirar las estrellas. Podía sentir a la chica ahora sentada de lado, mirando también al cielo.

Un silencio cómodo que solo estaba adornado por los sonidos del viento que brillaban sobre la hierba y el árbol, no lejos de su casa, era lo único que existía esa vez. Ambos fijaron sus ojos en el infinito número de bolas brillantes en el cielo mientras pensaban.

"Asia ..." llamó, rompiendo el silencio por primera vez.

La monja de pelo rubio se volvió hacia la que la llamó, ella inclinó un poco la cabeza y le lanzó una mirada interrogada.

"Sí, Issei-san?" Preguntó mientras veía a su salvador mirando al cielo.

"¿Trabajas como sanador antes, verdad?"

"Sí ..." Ella respondió "¿Qué pasa?" Preguntó de nuevo mientras se preguntaba a dónde iba esta conversación.

"¿Has ...?" Ella notó que la pausa que tuvo fue extraña, parece que él tenía miedo de hacer su pregunta "¿Conoces a alguien que no quiere ser salvo?"

"..." Asia solo hizo el silencio en el momento en que se hizo la pregunta, su mente volvió al momento en que la pasó como sanadora en la Iglesia "Me encuentro con pocos Issei-san ..." Dijo finalmente, sus ojos verdes Parece amargo por alguna razón

Ella lo observó una vez más, se calló. Su rostro era estoico, pero tenía pocos sudores en la frente, la monja rubia podía decir a pesar de lo valiente que se veía pero el hombre tenía miedo por dentro, por lo que no sabe.

"¿Y los dejaste morir?" Pidió de nuevo y en un instante Asia entendió. Finalmente, entiende lo que su salvador teme actualmente y lo que acaba de experimentar, ella misma tuvo que enfrentar algo similar en su pasado.

"... ... sí ..." contestó nuevamente Asia luego de un momento de silencio

"..." Volvió a guardar silencio, todavía no estaba frente a ella y solo miraba el cielo oscuro sobre ellos "¿Por qué?" Salió débil ... A pesar de estar lleno de tono monótono, pero Asia pudo escuchar el silencioso ruego y la debilidad en ese país.

"Porque en algún momento es lo correcto ..." Asia le dijo suavemente, dándole una sonrisa amarga y al instante ella notó que el hombre apretaba su tembloroso puño

"Pero-"

"Sin embargo, eso no significa que no puedan salvarse, Issei-san, todavía podrían salvarse ..."

Después de que ella dijo que vio a Issei-san acercarle el cuello rápidamente, como si no hubiera huesos allí. Sus ojos estaban muy abiertos y llenos de conmoción, pero allí hay esperanza, hay esperanza que viva allí y que desee salir.