Maria.
Ya viendo que mi hija estaba durmiendo en el sillón me tranquilice un poco ya que no se enteraría de quien es su padre. Me levante de allí para ir al baño, hice mis necesidades y salí. Al salir me toman del brazo. Al darme vuelta para ver quien era, me encuentro a Christopher.
-¿Podemos hablar?.-pregunto el morocho.-
-Creo que no tenemos nada de que hablar.-respondí.-
-Si tenemos, uno de esos temas es Paz.-un escalofrío tomo el control de mi cuerpo.- ¿Es mi hija?.-baje la mirada al suelo.-: Mar respondeme, por favor.
-Chris podemos hablar mejor otro día, Paz esta durmiendo, es tarde, voy volver a casa.-lo mire.-
-Te acompaño, dime cuando y donde y lo hablamos.-insistió.-Por favor...-me miro con esos ojos que me tienen enamorada ¡como no negarme!. Asentí.-
-Acompáñame a Paz, así vamos.-nos dirijamos al sillón donde nuestra yacía durmiendo.-: Chiqui, vamos arriba.-se despertó y acomodo su flequillo, algo que saco de Chris.-: El es Christopher, un amigo.-
-Hola.-dijo simpática, otra cosa que saco de su padre.- ¿Ya nos vamos?-asentí.-¡Chau tíos!-saludo a los chicos.-
(...)
-Mañana tengo que ir a una campaña de una marca, ¿podrías cuidarla?.-le pregunte a mi mama desde el teléfono, al escuchar la respuesta negativa de mi madre, le agradecí.- La voy a llevar conmigo, no hay de otra.-acaricie la cabeza de mi hija que dormía en su cuarto.-
-Si-si quieres la cuido yo... Digo, si quieres.-se arrodillo quedando a la altura de Paz.- Mar, ¿Es mi hija?.-apoyo su mano sobre mi pierna.- Quiero hacer las cosas bien con vos yo con ella. Se que en su momento lo hice mal, pero si es quiero estar con ella y no perder mas tiempo que el que perdí. Y si no, quiero arreglar las cosas contigo.-lo mire, sus ojos estaban rojos, estaba por llorar.- Dimelo.
-Chris.-acaricie su cabello.-Si-si.-tartaumidie.- Paz es tu hija, perdón.-
Me abrazo, al principio no lo seguí, pero luego si.-¿Perdón? Perdón yo a ti, y a ella.-miro a nuestra hija con un amor inexplicable, y yo me derretía ahí.-
