Capitulo 1

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La nieve caía suavemente sobre los tejados mientras la noche acariciaba los cielos. El jazz suave navideño podía escucharse en cada rincón de la aldea. Faltaban solo unos días para Navidad, lo que significaba que cada duende debía terminar de hacer su trabajo a tiempo para que los regalos sean depositados en el trineo de Santa. Todos estaban ansiosos, excepto por una persona, Mary Christmas, la hija de Santa. Cada año se sentía atrapada en el mundo de su padre, viviendo bajo su sombra, cansada de tener que ver como su padre le daba millones de regalos a los niños del mundo y a ella ni siquiera le prestaba suficiente atención.
Mary recién había acabado su educación en la escuela de duendes. Se acostumbró desde muy joven a ser la única humana en aquel colegio. Aprendió a vivir rodeada de personas un poco diferente a ella, y asimismo aprendió a amarlos por lo que eran. Pero no sabía qué hacer, ya no tenía que ir a la escuela, ya no había tareas que hacer ni trabajos que entregar. Era libre, pero esa libertad la atrapaba, pues no podía escapar del Polo Norte. No tenía con qué entretenerse, no había una buena conexión de internet, y todo lo que la tele transmitía eran programas de noticieros de duendes y programas exclusivamente dedicados a contar el tiempo exacto que falte para Noche Buena. Quería escapar, ser libre por una vez en su vida. El vivo recuerdo de todas las veces que observó el mundo mortal cuando solía esconderse en el trineo de su padre, le hacía querer vivir una vida normal y mortal.
Pero, no solamente quería escapar porque su vida era una rutina sin cambio y sin sabor, sino que también quería estudiar, ir a la universidad mortal, y vivir como cualquier otra persona. Por más que admirara el trabajo de Santa, no podía evitar no sentirse identificada con él. Quería ser diferente y salir de la sombra de la navidad que la perseguía cada día del año. Y, además, había escuchado tantas historias de amor y quería saber qué era realmente. Si, había asistido a algunos bailes del colegio con sus amigos duendes, pero no era lo mismo. Los únicos humanos que había visto en su vida eran solo su papá, su mamá y su hermanito Noel.
Esos pensamientos la habían estado persiguiendo desde los 16 años hasta ahora. Hoy es el día en el que hablará con Santa para expresarle su idea de vivir en el mundo mortal. Estaba ansiosa. Necesitaba relajarse y estructurar sus pensamientos para que Santa de verdad entienda lo que ella quiere y único que Mary deseaba era que su papá la escuchara.
Mientras se dirigía a la oficina de su papá, chocó con su mejor amigo.
- ¡Oh! Lo siento, Eliot, no te vi.
- ¿Entonces le dirás hoy?
- Eso creo, pero no sé si pueda. Siento que ignorará lo que le quiero decir, ¿sabes?
- ¿Quieres que te acompañe? Para que estés más calmada.
- Por más que me gustaría, tengo que hacer esto sola y lo sabes.
- Intenta no desmayarte. – dijo Eliot al llegar a la puerta de entrada.
Eliot era el único que sabía acerca del plan de Mary, después de todo, eran los mejores amigos de toda la aldea. 
Mary inhaló profundamente al cruzar la puerta principal. Debía cruzar un largo pasillo de pisos de pino con paredes cuidadosamente pintadas con hermosos murales navideños iluminados por impresionantes candelabros decorados con guirnaldas. Después de su pequeña caminata, entró por una de las muchas puertas que estaban a lo largo del corredor. Era la puerta más grande y detallada del lugar. Lo cual significaba que el momento había llegado, era hora de enfrentar a su padre. "Tú puedes, solo dile y te entenderá" se decía Mary a sí misma, aún sin entrar a la oficina de su papá. Tomó valor y dio unos suaves golpecitos con sus nudillos. "Entra" dijo una voz grave y amable proveniente del otro lado. Mary obedeció.
Cuando entró, vio a su papá sentado en su escritorio revisando por segunda vez la lista de regalos que debía entregar en solo unos días. Santa vestía una gran chamarra roja que combinaban con sus pants. Básicamente, todos sus outfits debían tener algo rojo.
-¡Hija! ¿Cómo estás? Te estaba esperando.
-Hola papá. Estoy bien, de hecho, quería hablar conti... espera, ¿me estabas esperando?
-Si, verás he estado pensando bastante. Toma asiento.
- ¿Qué me quieres decir? – preguntó Mary sentándose e intentando mantener la calma.
-Pues estaba pensando el otro día, mientas peinaba a Dasher, que ya tienes 18 años y que es tiempo que hagas algo con tu vida. Sé que esto de la navidad puede ser algo abrumador. Pero, eres una Claus y es nuestro trabajo hacer la navidad. Por lo cual decidí nombrarte Jefa de Control de Calidad en la fábrica. 

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⏰ Última actualización: Dec 18, 2018 ⏰

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