el plan

10 0 0
                                    


Sábado 6 de octubre de 2018
María estaba sentado en el banco cerca de la mesada, esperando a que su papá se fuera a trabajar, en cuanto eso pasará empezaría el plan.
- chau pa
- chau.

*Suena el teléfono*
-hola?
-hola Carmen
- ¡ay hola Marcela! Quería saber si querías venir a tomar algo, acabo de hacer una pastafrola riquísima.
- bueno, dale.
- Mari, nena, voy hasta lo de Marcela un rato, ¿te podrás quedar sola un rato, no?
- Si mami *con su mejor cara de ángel*

*En casa de Marcela*
- ma, voy a la cancha, los chicos me invitaron a jugar rato, volvere en un par de horas ¿está bien?
- si si, quédate tranquilo.
Apenas se fue Carmen de su casa, entro Lucas.
- ¿ya estás?
- si boluda, dale
- bueno eh, cálmate un toque

Los chicos se prepararon dos mochilas con cosas que podrian necesitar, agua, cuchillos, linternas, encendiera, papel y alguna que otra tontería.
Narra María
Salimos de mi casa, y entramos sigilosamente por la reja, total, no había nadie que nos pudiera ver, pero tampoco queriamos hacer mucho ruido, a ver todavía si los vecinos nos descubrían.
Vimos que entre la casa y el paredon hay un pasillo, entramos por ahí. Nos encontramos en el patio trasero, estaba todo sucio y lleno de animales enjaulados, era medio raro. Seguimos. Entramos por la puerta de atrás, la cual nos llevó hasta la cocina, un lugar acogedor, parecía la cocina de mi abuela, llena de decoraciones y paredes de baldosas; habia una barra  y detrás de ella había una especie de living-comedor, un sillón, una tele, una mesa, con _extrañamente_ cuatro sillas, _se suponia que eran doce_, bueno, seguimos; bajo la escalera había dos puertas, una daba a un pequeño baño y la otra a una oficina. Entramos en la oficina, no encontramos papeles raros. Subimos las escaleras, había cuatros puerta, dos habitaciones, un baño, y un lugar que estaba cerrado con llave, si nos daba tiempo iríamos a intentar abrirla. Subimos una vez más, esta vez era el altillo, tal como me lo habían contado, era horrible, pocas camas, húmedo, frío, y en una esquina, había alguien, casi me muero del susto, Lucas no lo reconoció, pero yo sí, uno de los hombres que me crucé hace poco.
- ¡¿Que carajo haces acá?!
- nada, nada, tranquilízate. Dijo Lucas
- vos te callas; le estoy preguntando a la piba. Señalandome a mi.
- eh.. em..
Tome aire y se lo dije.
- te digo la verdad, me intrigaba mucho esta casa, lo que pasaba, y cuando hablamos el otro día decidí entrar, y él me pudo acompañar.
- haci que hablaste con él, y no me dijiste nada. Dijo Lucas un poco ofendido.
- bueno eh, como vos haces muchas cosas sin consultarme.
- ¿otra vez con lo mismo?
- después lo hablamos que ahora quiero hablar con él.
Sinceramente estaba un poco incomoda de hacer esto con Lucas, porque tuvimos un pasado, pero dentro de todo nos llevábamos.
- entonces.. ¿Que quieren saber?
- lo que nos quieras decir.
- bueno..

Todo esto y más, en el próximo capítulo.

Los de enfrenteDonde viven las historias. Descúbrelo ahora