Sus ojos...(Sirius Black ) Tercera parte

Sirius 14.3

No me lo puedo creer. Creo que estoy llorando de la emoción y creo que Sirius está a punto de hacerlo.

Estoy a punto de explotar de alegría. Sirius me está abrazando como si fuera su mayor tesoro y hace esfuerzos por no llorar.

-Cariño... ¿Estas bien? -le pregunto.

-Mejor que bien Lyn, eres lo mejor que me gfa pasado en el mundo. Eres la persona que más quiero en este mundo y me vas a dar un hijo...

-Sirius, no llores. Para eso ya estoy haciendolo yo -intento bromear. Pongo una sonrisa y lo vuelvo a abrazar- te quiero.

-Y yo a ti -se separa de mi y mje pone las manos en los hombros. Me mira a los ojos sonríe- no te merezco.

-No digas eso tonto, yo no te merezco a ti ¿quieres que escribamos a Lily y James?

-Después, ahora mismo solo me apetece disfrutar del momento.

10 meses más tarde

Estoy tirada en mi cama después de una larga noche en vela. Ya han nacido mis dos niños. Si, han, son dos una chica y un chico. Ella se llama Lily Joselyn Black y él Liam Sirius Black.

Tienen color pelirrojo de mi pelo y los ojos grises como su padre. Son preciosos, eso sí, dan muchísimo trabajo, menos mal que tengo a Sirius a mi lado.

Nacieron el día 7 de febrero de 1981, y sinceramente a Harry (el hijo de James y Lily) no parece que le guste que les prestemos atención.

Ahora mismo no puedo ser más feliz, la órden hace algunos progresos y ¡Lily está embarazada! Otra vez si, dice que con todo esto de Voldemort hay que vivir al límite.

De momento yo tengo bastante con mis dos diablitos.

-Buenos días amor -me saluda Sirius.

-Shhh, baja la voz, están dormidos y no me apetece que se pongan a llorar.

-Lo siento, he estado mirando más casas y...

-Te digo que me gusta la de Privet Drive Sirius -replico.

-Pero no me gusta ese barrio cariño... Me gusta más esta, es de una calle cercana:  Little Whinging.

-A ver -me enseña una foto y la casa tampoco está mal- ¡vale! Pero quiero ir a verla.

-Trato hecho, ahora si te apetece, desayuna que en un rato me voy a la órden y me apetece desayunar contigo.

-Vale, yo he quedado con Lily, va a venir con Harry. Ten cuidado Sirius, no me gustaría perderte con todo esto de los mortífagos.

-Tranquila Lyn, no va a pasar nada malo. Ni a mi ni a nadie de la órden.

-Te quiero, voy a ver a los niños y ahora bajo a desayunar.

-Vale, te espero.

Mientras subo las escaleras me imagino la vida sin Sirius y me siento muy triste, imaginarse eso es horrible.

Pero al ver a mis niños, se me van los miedos. Los veo durmiendo y se me ablanda el corazón, son la alegría de mis días.

Mientras los miro, Lily abre los ojos y me mira fijamente con curiosidad y como por telepatía, Liam hace lo mismo.

Al verlos hago un repaso mental de mi vida y pienso en todo y nada a la vez. En cada gran momento que he vivido y en cada momento de sufrimiento que la vida me ha puesto.

Cada piedra en el camino y cada risa que he vivido. Pienso en el día de mi boda, el nacimiento de mis hijo y el día en el que Sirius me pidió que fuese su novia.

También pienso en el chantage de Marcus, la traición de Emma y las peleas con mi hermano que por suerte ya han terminando.

Tengo el presentimiento de que mi vida empezó no el día de mi nacimiento, sino el día en el que me subí al expreso de Hogwarts por primera vez y conocí a mis actuales mejores amigo y el día en el que dejé atrás las diferencias con Lily y fuimos amigas.

Siento que mi vida ha tenido altibajos pero ahora mismo mi vida es genial.

Mientas pienso todo esto, Sirius llega y me abraza por la cintura.

-¿Qué piensas cariño?

-Nada, solo en la vida. La suerte que tengo ahora mismo -miro a los pequeños y sonrío.

-Son nuestras mezcla perfecta, seguro que han heredado mi belleza -bromea Sirius- y espero que hayan heredado tu carácter luchador y fuerte.

-No digas eso, que me sonrojo... Pero son la mezcla perfecta de los perfectos Gryffindors -digo de forma egocéntrica.

-Pues como hayan heredado nuestro egocentrismo... Estamos perdidos.

-Si, porque creo que eso si que es una mezcla explosiva. Unos mellizos obligados a esta juntos todo el rato y más egocéntricos que tú y que yo juntos.

-Esto si que da miedo. Pero de momento, son perfectos, miralos que monos -en este momento se ponerme a llorar.