©EN LAS OLAS~[AU Miraculous Ladybug]

Capítulo 1

Una brisa fresca levantaba ligeramente el vuelo de su falda, no se le dificultaba demasiado el caminar ya que llevaba calzado bajo, iba en compañía de su buena amiga Alya, y como destino final el barco.

-¿Te he dicho ya que te ves maravillosa? Me haces sentir mal.- dijo en son de broma la morena.- A sabiendas que vendrías así me hubiese cambiado estos arapos.- expresó entre risas.

-Me lo has dicho ya como cinco veces, Alya.- exclamó la risueña ojizarca.-¿Y de que arapos me hablas? Es un Oscar de la renta precioso.

Era un vestido de tonalidades amarillas y anaranjadas, con un escote de corte recto con tirantes anchos, la falda era vaporosa y un poco más larga del lado derecho.

Soltó una gran carcajada y dijo.-Solo bromeo Mari, tenemos que estar presentables para la entrevista de trabajo.

Entre risas y bromas, el par de amigas llegó a su destino con grandes espectativas, era una monstruosidad de nave, lujosa y realmente grande.

Las olas lo golpeaban, hacían un sonido majestuoso y a la vez tan relajante, la marea estaba alta y la muchedumbre también acaparaba el campo de visión.

-Diablos... .- maldijo la morena a regañadientes visualizando toda esa multitud.-¿Cómo carajo se supone que vamos a pasar a la entrevista?

La Dupain resto pensativa ante las groserias lanzadas por su amiga, de pronto, se dio cuenta de que toda esa gente no buscaba trabajo, solo admiraba el gigante navío.

-Mira Alya, allá.- señaló con un deje de curiosidad.- Parece la entrada de servicio, podríamos colarnos por ahí y luego buscar las oficinas, ¿no?

Alya estudió las escasas opciones y no le vio más salida a esa situación. Ya dentro, deabularon por los elegantes pasillos del lujoso crucero.

-Al parecer vamos a servir solo gente importante, ¿no crees?.- expresó admirando las magnitudes que tenía el navío.

-Creo que si.- pronunció en un estado absorto mirando también los sutiles detalles marcados con pan de oro.

Caminaron un largo tramo hasta dar con el área administrativa, se asomaron por un muro y distinguieron una larga cola de aspirantes a trabajadoras para el mismo puesto al que ellas venían.

-Hay mucha cola, demasiada gente como para colarnos.- dijo pensativa y maquinado un plan para poder salir airosas de esa situación.

-Podríamos...- las palabras quedaron en el aire cuando la azabache chocó contra un moreno de traje blanco.

-Co-como lo siento señorita, no era mi intención, fue mi culpa venía muy distraido.- se excusó él con el nerviosismo brotando por todos sus poros.

Los dos yacían en el suelo siendo Marinette la que se puso de rodillas y se levantó por su cuenta, alcanzó la mano del desconocido y le ayudó a ponerse de pie.

-Disculpame tu a mi, estaba divagando en mis pensamientos.- dijo con una amable sonrisa iluminando su rostro.- Ven, dejame ayudarte.

El moreno se quedó embobado con la belleza de la joven que gentilmente lo había disculpado por su torpeza al verse en el suelo.

-Muchas gracias, Niño, para serviles.- se presentó el de ojos miel con total seguridad y galantería.- ¿Con quien tuve el gusto de estar en el piso?

Las féminas se sonrojaron con virulencia siendo la ojizarca la que se armó de valor y se pronunció ante el varón.

- Un gusto Nino, mi nombre es Marinette y ella es mi mejor amiga Alya.- presentó la pelinegra con una sonrisa encantadora a los ojos del nuevo amigo.- Estamos postulando para el puesto de camareras en la nave pero creo que varias tuvieron la misma idea.- expresó con mala gana regresando la vista a la gigante cola que se formó hasta el exterior del barco.