Era una mañana hermosa de Noviembre, en la espléndida ciudad de París, mas sin embargo, una preciosa azabache se hallaba sumida en sus dudas y preocupaciones.
Sus padres eran panaderos y últimamente el negocio familiar se había ido en pica, por lo por cuál, la ojizarca se había propuesto ayudar económicamente a sus progenitores.
-No tengo idea como voy a poder pagar todas estas cosas.- susurró para si misma, mirando atentamente las cuentas pendientes que estaban esparcidas por toda la mesa.
-MARINETTE.- gritó una voz muy conocida por la mencionada, siempre había estado para ella en sus momentos más difíciles.- Te tengo la sorpresa de tu vida.- dijo pagada de si misma la morena que acaba de aparecer por la puerta de la humilde morada.
-Alya, que me has pegado un susto de muerte.- expresó exaltada y entre risas.-¿Qué ocurre? Y que es eso de la sorpresa de mi vida.- imitó ella con gestos exagerados en el aire.
Alya sabía que Marinette provenía de una familia muy humilde y modesta, sin embargo, a ella la habían acogido como un miembro más de la familia Dupain-Cheng y eso lo agradecía mucho, ella también provenía de una familia muy humilde pero con una núcleo familiar un poco inestable para su gusto.
-Ja ja muy graciosa, es una muy buena imitación mía.- ironizó con una actitud divertida.- pero sabes perfectamente que yo soy la única y original Alya Césaire.- se engrandecio haciendo una fingida reverencia hacia la Dupain que soltó una gran carcajada.- Bueno en fin, lo que venía a decirte era que he encontrado la solución a nuestros problemas.
Marinette quedo irresoluta y confundida, con las dudas avasallandola en su cabeza, y el temor de una nueva y alocada nueva idea por parte de su mejor amiga.
-Y cuál sería esa solución.- preguntó aún desubicada por la información recibida.
-Un amigo de mi papá ha arreglado un par de cosas para conseguirnos trabajo en el "le géant parisien".-
-Ese es el nuevo barco que vino desde Italia ¿Verdad?.-preguntó la parisina con un deje de entusiasmo.
-El mismo, mi querida amiga.-exclamó la Césaire.-Esta misma tarde es la cita para las entrevistas de trabajo,y nosotras estaremos ahí.-informó con un brillo en los ojos.
-Alya no lo puedo creer, muchas gracias, eres la mejor amiga del mundo.-susurro mientras se abrazaba a su amiga.
-No es nada niña, ahora ve y arreglate que hoy vamos a conquistar un barco.-
Así como vino, de improviso se fue, no sin antes decir a la hija del matrimonio de panaderos que la pasaba a buscar dentro de una hora.
Marinette se quedó en su lugar, parada, aún procesando la información dada unos minutos antes por la que consideraba como su hermana; pensaba en que si obtenía el trabajo iba a poder colaborar a sus padres con una generosa cantidad de dinero, y por ende, sus problemas económicos desaparecerían.
Al cabo de unos minutos, reaccionó, poniendo todo patas arriba con tal de estar lista para su entrevista, se dio un baño y se puso un hermoso vestido blanco perla, con escote barco y los hombros descubiertos, la falda era simple y llegaba hasta las rodillas.
De pronto su madre entró a su habitación, Marinette estaba despampanante, se le quedó mirando y después de un momento, Sabine la abrazó.
-Pequeña, estás preciosa, ¿A donde vas tan arreglada?-preguntó su progenitora con diminutas lágrimas escapando de sus ojos.-¿Quién te ha dado ese vestido?
-Gracias mamá, Alya se las arregló para conseguir una entrevista de trabajo en el barco que llegó de Italia, voy para allá, a ver si consigo liberales de algunos gastos.-
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©EN LAS OLAS~[AU Miraculous Ladybug]
PrzygodoweUna muchacha humilde, cariñosa y amable. Trata de ganar dinero trabajando en cosas pequeñas, sin embargo, se le presenta una oportunidad de oro; siempre le gustó el océano y trabajar en un crucero siempre fue su sueño, Marinette Dupain-Cheng cumplir...