❌Capitulo 4❌

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Nicole se levantó. Tenía el cuerpo ligeramente cubierto por una fina sábana. Sumándole todo el dolor que sentía en ella por a ver dormido sobre esas sábanas que Joey había preparado para dormir. Se había hecho de noche en menos de lo que había imaginado. Fué hasta el baño donde, recordaba, había dejado su ropa secando después de haberla lavado como pudo. Se la puso y cuando pudo salir del pequeño baño...sus oídos escucharon lo que jamás nunca le hubiera gustado percibir.

- ¡Sí! - gritó una voz femenina desde afuera. Nicole agudizó el oído. - ¡Oh sí! Sigue...sigue... - gritaron de nuevo. La piel de Nicole se erizó por completo, optando por un color diferente. Ruborizada, intentó abrir la puerta de la habitación. - ¡Más! Oh...sí, más... - la vista se le nubló por completo al observar a Joey haciéndoselo a una mujer en el diván. Tragó saliva. La oscuridad la ayudaba a ocultarse. Asco. Maldición, esa mujer no dejaba de gemir cada vez que él entraba en ella con fuerza. Y ella podía verlo, observaba como se retorcía cuando Joey la embestía con ganas, bombeándola de placer, apretando las manos, gozando hasta el punto máximo ese inmenso deleite.

- ¿Te gusta? - le preguntó él. Aquella voz la estremeció por completo. Tanto que hasta procedió a morder su labio inferior, deseosa...sí...deseosa por estar en el lugar de esa mujer.

-¡Sí, Dios...sigue! - le ordenó ella. Y Nicole en su lugar, también deseaba que siguiera haciéndoselo, observando todo. Cuando de pronto, sus sentidos volvieron a su lugar y en vez de seguir observando, se encerró en la habitación de nuevo, haciendo sonar la puerta con fuerza. Los gemidos se detuvieron. Nicole  sintió que moría, la habían descubierto. Trató de esconderse en el baño, pero él...ya estaba dentro de la habitación.

- Estás pálida - le dijo, al encender las luces. Traía los pantalones a la cadera, ligeramente sudado y despeinado.

-Sí, sí...debe ser... - le respondió ella. No quiso mirarlo a los ojos por que sintió que se ruborizaría de nuevo.

-Y como no vas a estarlo y has visto lo de afuera. - Joey soltó una risa pequeña.

- Ha sido intencional.

-Sí, claro.

- No me gusta ver porquerías. - le dijo molesta. - al menos deberías tener un poco de respeto por mí.

- Lo tengo.

-Oh claro...y por eso traes a esa zorra a este departamento mientras yo estoy aquí. - se ruborizó de nuevo. ¿Por qué le reclamaba al propio secuestrador?

-¿Te ha molestado linda? Te recuerdo que esto no es más que un secuestro. -la miró. Ahora él también estaba enfadado, y al notar que ella igual, decidió seguirle el juego. - además...si lo he hecho es por que te has dormido en ropa interior...

Nicole tragó saliva. Ahora sí sentía la sangre sobre en su rostro.

- Es que solo a alguien como tú se le ocurre dormirse en ropa interior con alguien que ni siquiera conoce. - la miró a los ojos, comiéndosela con la mirada. Sus ojos fueron a parar entre sus pechos, de nuevo pensó en lo dulce que sabrían en su boca. Al igual que su cuerpo. - Y no dudaría... - susurró, y entrecerró la puerta un poco más, de la habitación. Poco a poco fue aminorando la distancia que había hasta ella. - en pensar que estás excitada... - Nicole tembló por dentro al escuchar esas palabras. ¿Cómo lo sabía? ¿acaso...lo sentía? Relamió sus labios involuntariamente. - excitada después de haberme visto haciéndoselo a alguien... - ella retrocedía a medida que él se acercaba, tanto que fue a parar hasta la pared, chocando con ella, sin escapatoria, pues él estaba del otro lado, impidiéndole salir. - ¿me equivoco? - suavemente posicionó sus manos sobre las caderas de Nicole. Se había excitado en menos tiempo con ella , que con la que había contratado para saciar sus deseos. Y es que su deseo era ella. Se apegó a Nicole, respirando su propio aliento, y rozando su erección en el vientre de ella, haciéndola sentir de alguna manera todo lo que provocaba en él. Se movió en círculos, la misma Nicole soltó un leve gemido. Ahora sí estaba realmente excitada. Excitada en su punto máximo. - dime que quieres sentirme dentro de ti. - susurró él. - dímelo...vamos...

-No. - le dijo ella. El sentido común había vuelto a ella a tiempo. Ello lo alejó, a pesar de tener las manos de Joey firmes en sus brazos. Al menos tenía una cosa clara. - jamás estaría con alguien como tú.

Secuestrada || Joey BirlemDonde viven las historias. Descúbrelo ahora