Sygmarie

Efectos del día

De buena mañana, me sentía agotado, como si hubiese terminado de hacer ejercicio. ¿Quién diría que dormir cansaría? Pasaron las horas del día y no fueron las más eficientes, ya que al haber estado cansado, significa que no estaba a mi 100%. Durante el trabajo tomé mucha agua, más de la que necesitaba. Claro, estar sentado en una computadora por unas 4 horas y después mover hojas de oficina en oficina no es tan cansando, no obstante mi cuerpo me solicitó mucha agua, incluso sentarme de vez en cuando para poder completar mi trabajo.

Algo que paso en mi trabajo me dejó desconcertado, al caminar de oficina en oficina vi a la ventana exterior.. Había cierto ser muy alto y delgado, con ropa rasgada, que parecía que estaba flotando. Claro, tenía que estar flotando, no podía estar apoyado en algo en la sexta planta de un edificio... Su ropa era vieja, estaba hasta los huesos y no se le identificaba la cara y parecía que llevaba una capucha encima. Me intenté acercar a el y se oyó un sonido, un "sig" cada vez más fuerte. cada paso que daba sonaba más tenue, y sentía cada paso que daba una vibración más fuerte en mi cabeza.

El terrible momento se convirtió en sosiego cuando un compañero de oficina me preguntaba a donde iba, volví a ver donde estaba mi compañero y vi a la ventana y no había nada... Sentí que no estaba loco, solo era causa de un mal sueño. Pero igualmente llegué al borde de la ventana y pude contemplar la caída que no llevaba a un gran destino.

Al terminar el día, volví a mi casa, pero antes tenía que cerrar mi oficina, siempre tengo que cerrar mi oficina con llave, pero está vez al cerrar la puerta, en una esquina de mi oficina de escasa luminosidad se apreciaba una tela rota, una manga que se alzaba en la sombra, lentamente se apreciaba más un hueso con poca carne encima, como si fuera una fuerte mordida de un perro, en la cúspide de la sombra, se apreciaba una mano que hizo un gesto y se cerró la puerta.

De camino a casa en mi carro escuchaba el profundo y repetitivo "Sig" era muy constante y cada vez me aturdia más.

Volví a mi casa, nervioso de lo que podía pasar con la intención de descansar, pero no pude dormir.