~C A R T O O N I S T~ REDDIE (Eddie Kaspbrak x Richie Tozier)

🌈2🌈

Era de mañana y Eddie no había podido pegar un ojo en toda la noche. La vergüenza era tanta que no podía ni mover sus escualidas piernas, ni hacer otra acción que sólo cubrir su cara tratando de que el color y la temperatura de sus mejillas baje.

"Richie... ¿Qué piensas de mi ahora?"

De mala gana de levantó de su cama, observando la hora.

-5:45 a.m- susurró para si mismo, soltando un frío suspiro, se acercó hacia su escritorio y tirando todo su peso contra la silla, observó sus hojas garabateadas, sólo pensaba en Richie, simplemente en él, no se podía alejar de su mente.

"--Eddie--"

Sólo recordar como había pronunciado su nombre el día anterior lo llenaba de decepción, ya que lo había arruinado, con su estúpida torpeza, había arruinado la única oportunidad de hablar con el famoso Richie Tozier que veía a lo lejos, que se veía tan inalcanzable como el cielo mismo. Tiró un dibujo a la basura, secándose una lágrima por más dramático que suene, aún trazando con su dedo la estética del rostro del joven de cabello rizado encima de un papel blanco.

"-¡PLASH!-" resonó en su cabeza en un momento.

Dejo su preocupación y desesperación de lado para simplemente sentir un viscoso líquido en sus pies. Había tirado la tinta al suelo. No se podía cagarla más ¿Verdad?
Después de maldecir en 10 idiomas -obviamente en su mente- fue corriendo hacia una habitación donde su madre guardaba todos los artículos de limpieza y luego de preguntarse para que servía cada botella, sacó todas antes de que llegara su madre y le hiciera un hermoso tatuaje en su parte trasera con su divina chancleta.

                            [...]

--Ya está-- dijo cerrando una bolsa repleta de todas las botellas de artículos que usó para sacar esa condenada mancha de tinta del suelo. También había aprovechado para recoger la mesa y tirar la basura de la cena, si su madre descubría su desastre, por lo menos tenía la excusa de que había limpiado la casa, aunque a su madre no le gustara tanto el contacto con los gérmenes.

Luego de colocarse un barbijo -que ni si quiera sabemos de donde lo sacó- y colocarse unos guantes de goma, tomó la bolsa de basura y abrió la puerta de la casa. Era demasiado temprano ¿Quién podría andar por esas horas por la calle?

"Bien, Eddie, simplemente cuidas las llaves de la casa, dejas la basura y entras, ni que fuera tan difícil"

Se repitió, aunque el putrefacto olor que venía de los contenedores hicieron que Eddie deje la bolsa como a 5686889892 kilómetros de ellos.

--No te gusta este tema de los gérmenes y los olores ¿No?--

--Ah...--

Se quedó estático, no le importó las fachas en las que se encontraba, ni su cara de muerto debido al sueño. Con sólo escuchar su voz, se paralizó por completo.

--¿Qué haces tan temprano levantado señor "Huyo porque si sin decir adiós"?-- Richie se acercó mostrando una sonrisa burlona.

Eddie seguía congelado, jugando con sus manos buscando alguna opción para huir, aunque... Ya no tenía 7 años, debía afrontar las cosas que hacía.

--Lo... Siento por eso-- soltó como pudo, arañando sus codos debido a los nervios.
Un silencio incómodo los congeló a los dos al igual que el día anterior.
Richie se acercó observando el rostro del menor, recibiendo una desconcertada mirada por parte de este.

--¿Siempre tienes esa expresión o sólo cuando hablas conmigo?-- el rostro de Eddie se tornó rápidamente de carmín, haciéndolo temblar aún más, aunque sabía que se refería a su "Timidez" para relacionarse con las personas, no era en otro sentido más que ese.

-- Es con todas las personas.-- dijo tratando de sacarse los guantes y su barbijo.

--Ah~ ¡Qué suerte! Tenía miedo de que me consideres como Henry o algo así, aunque no creo que nos hubieras hecho el favor de ayer si pensabas eso- puso sus brazos detrás de su nuca sonriendo.-- Por cierto, lindo pijama-- chasqueó la lengua guiñando un ojo.

Eddie, bajó su rostro cayendo otra vez en el mundo, observando sus vestiduras.

--Bueno, e-eh, yo... ¡Olvida esta escena! ¡Por favor! Me acabo de levantar...--

El mayor rió.

"No ha dicho nada del dibujo de ayer, supongo que si me voy ahora y lo evito en la escuela... Todo volverá a la normalidad"

--Bueno... Debo irme-- dijo Eddie ya cantando victoria, dejando inconclusa su corta conversación, aunque algo lo agarró del cuello de su pijama y lo trajo hacia el mismo lugar donde se encontraba antes.

--Estamos muy tranquilos hablando ¿No? Además no hay nadie en la calle, podemos hablar de lo que sea, Eddie Spaghetti, quedate un poco más-- dijo soltándolo.

"Mierda..."

--¿De qué quieres hablar?--tuvo la valentía de preguntar.

Se quedó en silencio por varios minutos, parpadeando.

-¿Vas a hablar...?- Eddie se cruzó de brazos esperando por una respuesta, ya le estaba jugando mucho a la suerte entrando en la desesperación. --Richie Tozier ¿Se podría saber de lo que quieres hablar o ya puedo recibir la aprobación para entrar a mi propia casa?-- preguntó ya exaltado, una faceta que ya no muchos veían del castaño.

De repente sintió una punzada en sus mejillas, las manos de Richie se habían posado sobre ellas y estaban aplastandolas como si de una masa se tratara.

--¿Te han dicho que tus mejillas son... Adictivas? ¡Podría estar masajeandolas todo el día! ¿Acaso eres un alien por tan esponjosa suavidad?--

Eddie, saltó en un principio del susto, aunque después cayó y mirando a su alrededor simplemente soltó algo que le salió del alma, y que era lo máximo a lo que podía llegar por su falta de paciencia:

- Richie... Las 6.00 de la mañana, no hay nadie en las calles, tengo frío, sueño... ¡Y tu me tienes aquí muriéndome sólo para hacer eso!-

Richie lo soltó.

--Sabía que nadie podía aguantarse su fastidio, perdón Eddie pero ¿Puedo seguir molestandote?-- sonrió apretando levemente las manos de Eddie.

--¿Qué?--

--Correcto, lo seguiré haciendo--

--No, esper--

--Bueno, Eddie Spaghetti, nos vemos en la escuela--

--Rich-- trató de hablar aunque el mayor lo seguía interrumpiendo.

--Ah, por cierto-- antes de subirse a su bicicleta, metió una mano en su bolsillo para sacar un trozo de papel y lanzarlo a las manos de Eddie

 --Elegiste un guapísimo modelo, tienes buen ojo para las cosas hermosas-- tomó el manubrio de su bici y comenzó a pedalear pasando al lado del artista --Nos vemos en la escuela-- y simplemente desapareció.

El castaño abrió el papel, mostrándose que era el dibujo que Richie encontró ayer.

--Tenías que ser Narcisita ¿Verdad?-- susurró.

Tocó sus rojas mejillas, no por su sonrojo, sino por culpa de las manos de Richie y su ¿Fetiche? De tocar mejillas.

No le dijo nada acerca de lo ocurrido ayer, ni preguntó nada. Aunque la verdad tenía miedo. Tenía miedo, demasiado. Tenía otra oportunidad ahora pero era capaz de arruinarla también...
Sabía que si seguía pensando terminaría volviéndose loco otra vez, así que cuando estuvo en su habitación se lanzó a la cama, para ahogarse en sueños. Su conversación con Richie había sido rara pero lo alegró un poco, aunque esa felicidad causada por Richie era peligrosa, ya que significaba que se estaba enamorando aún más de él.

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