Guerra santa

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      Tres días habían transcurrido desde lo ocurrido en la boda de Len y Miku, el ambiente en el palacio era muy tenso, todos estaban nerviosos y se preguntaban que pasaría ahora
- Vuelve aquí Luka
      Luka salio corriendo de la habitación. Tanto para brujas, mortales o lo que sea que fuera Miku los síntomas del embarazo eran los mismos, Luka había traído todo tipo de pasteles para Miku pero ninguno era lo suficiente esponjoso, o no tenía mucho chocolate, o faltaba azúcar, era muy grande, era demasiado chiquito, Miku estaba volviendo loca a Luka. Len había salido a resolver unas cosas y Luka había quedado a cargo de Miku, y sus estresantes cambios de humor, el único que la contenía era el rubio, la chica de pelo pulpo rosa se quería suicidar
- Si Miku?
    Preguntó asustada
- Ya no quiero pastel, ahora quiero gominolas
    Miku sonrió, Luka se lanzó al suelo y agarró su cabellera rosa con mucha fuerza
- Ya no puedo más, esto me está matando
    Dijo al punto de las lágrimas, Miku había conseguido cambiar de humos a Luka
- Estás bien?
    Preguntó Miku
- Jamás me voy a embarazar, no pienso hacer sufrir a nadie
    Dijo Luka bien bajito ignorando a Miku
- Ya llegué
    Len apareció por la puerta
- Len!
    Exclamaron Luka y Miku contenta, la primera se lanzó a besar sus pies y a abrazarlos
- Gracias a Satán que regresaste
     Comentó entre risas feliz la chica
- Ya puedes irte Luka
- Gracias
    Insistió la chica antes de salir dando bronquitis de la alegría, parecía que le habían regalado un juguete nuevo
- Como has estado?
    Preguntó acercándose Len a la jóven
- Bien, aunque se me apetece un pastel de chocolate
    Dijo tocando su barriga. Len mostro una pequeña sonrisa e hizo un movimiento de dedos y apareció un gran pastel delante de Miku, la chica lo miró durante unos segundos
- Por qué sonreíste?
   Preguntó bastante interesada
- Cosas mías
     Miku negó con su cabeza con una sonrisa
- Ya no son sólo tuyas
    Dijo tomando la mano de Len y mostrándole el anillo que él llevaba. Este volvió a sonreír a la par de la joven
- Siempre me había preguntado cómo era esto
- Esto?
- Esto......
    Apuntó hacia su alrededor
- Un lugar al que me alegraría de volver, porque me esperaría una familia. Durante mucho tiempo he estado solo, pero ahora tengo una familia, un hogar. Estas 4 paredes ya no me agobian, ahora me hacen feliz. Pensaba que todas esas cosas me las has dado tu, y ahora te quiero hacer tan feliz como ni siquiera tú sabías que podías ser
    Miku sonrió todavía más y miró al pastel durante unos segundos
- A comer!
    Exclamó la chica para luego lanzarse al pastel. Len se sentó a su lado
- Ya estás satisfecha?
- Si
    Dijo la aguamarina limpiándose los restos del pastel en su cara, en menos de 8 minutos había acabado con la gran bandeja. Len se acostó y ella apoyó su cabeza en el pecho del demonio
- Extrañaba estos momentos de paz
     Al fin hablo la chica después de un largo pero agradable silencio
- Yo tambien
    Completó Len
- Len, lamento arruinar este bello momento pero........que pasó con dios?
   Se atrevió a preguntar la chica, Len miró hacia abajo y ella hacia arriba haciendo que sus ojos se encontraran
- No lo sé
- Hay algo que no sabes?
- Eso
    Miku serró sus ojos
- No quiero separarme de ti
     Dijo ella entre sollozos, era un poco de las consecuencias del embarazo y que era cierto, quería estar en ese lugar, al principio se había negado pero tras vivir 8 meses en ese lugar realmente se había adaptado, había encontrado verdaderas amistades, le encantaba la escuela y sobre todo estaba Len..........no quería estar lejos de él, si se iba con dios entonces no le podría volver a ver y eso no pasaría, no si ella no lo permitía
- Yo tampoco quiero alejarme de ti, renacuajo
- Hacia tiempo que no me llamabas así
- Es cierto
    Admitió, en verdad él quería rememorar su pasado con ella, lo estaba volviendo loco la idea de que podía llegar a perderla, de que no vería más su sonrisa, ni apreciaría sus torpezas, lo mataba la idea de no escucharla al hablar
- Que haremos?
    Preguntó decidida a saber la aguamarina
- Tu nada ....yo todo
- Que? No pienso dejarte todo el mérito a ti
   Comentó con un cachete inflado
- Te lo dije al principio, yo te pretender, yo te cuidare, yo me enfrentarse a las adversidades, tú solo tienes que amarme y sonreír
- Pero es que aún asísi, si las adversidades las superas tu solo....... Que haría tan fuerte nuestro vínculo? Si lo piensas de los mayores conflictos nacen los mayores sentimientos, quiero ayudarte con todo, no quiero que cargues tú solo con el peso
     La chica se levantó y lo miro, el seguía acostado
- Len.........tus decisiones no son sólo tuyas, ahora me pertenece a mi y a nuestro hijo también, porque no estas solo. Yo te ayudaré a afrontar tu pasado, yo soy tu presente y espero que tu futuro también
    Dijo la chica, el no sabía que responder. Miku tenía toda la razón del mundo, sus decisiones ya no le pertenecían, ahora tenía personas con quiénes contar, personas que lo amaban
- Es que es tan divertido estar contigo
    Dijo la chica con una gran sonrisa y luego comenzó a carcagearse. Ahí están los cambios de humor
- Pero a la vez es tan doloroso, la idea de no estar contigo duele tanto
    Ahora lloraba
- Aunque a veces me enooja que no quieras contar conmigo
    Dijo haciendo un puño con su mano
- Pero eres tan tierno en otras ocasiones que me muero
    Dijo haciendo ojitos
- Y otras......
    Fue a decir algo pero Len la abrazo y puso su mano en la boca
- Tenías toda la razón del mundo, hablando arruinas el momento, así que solo cállate y besame ¿Si?
   Dijo el chico bastante arto ya, destapó cuando boca y la joven asintió. Entonces por fin se unieron en largo pero agradable beso
- Adoro cuando te pones romántico
    Dijo la chica, Len hizo una seña con el dedo sobre su boca para que guardará silencio, está asintió y volvieron a besarse
- Te amo
   Le dijo, la chica no contesto, Len suspiro grandemente y corrió sus ojos
- Ya puedes hablar
- Yo también te amo!
     Gritó mientras se lanzó hacia el abrazándolo bruscamente por el cuello haciendo que ambos callera de la cama. Estando en el piso, él la miró mal y ella comenzó a reír, al final se dejó ganar y sonrió a su lado

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