7200 《Soonhao》

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Normalmente se dice que los mejores amigos son aquellos que se conocen de toda la vida, que tienen cosas en común o que pasan mucho tiempo juntos.

Bueno en mi caso a excepción del último punto, el resto no era así.

Conocí a Soonyoung hace apenas un año y medio, cuando llegue a corea para estudiar la universidad, no sabia nada del idioma tan solo sabía saludar pero al chico de ojos apenas visibles no le importó en absoluto.

Me hablaba todos los días a toda hora, yo no le respondía más que con un asentimiento de cabeza o con señas, parecíamos dos estúpidos haciéndolo pero aún así nos entendíamos.

Me costó casi un mes aprender un coreano básico para poder responderle, cuando lo hice y vi su cara de emoción no pude evitar llegar a mi casa y buscar en Internet información de cursos intensivos de coreano.

Casi dos meses después nos comunicábamos sin problema alguno, incluso entendía sus bromas y me reía de ellas.

No teníamos mucho en común pero creo que eso era lo que más nos unía.

Sus otros amigos Vernon y Seungkwan eran muy buenos conmigo, me trataban como si me conocieran de toda la vida y no dudaron en aceptarme en su pequeño pero cariñoso circulo social.

Lamentablemente estos dos eran pareja y casi siempre desaparecían misteriosamente dejándome a solas con Soonyoung o como a el le gustaba que le llamáramos, Hoshi.

Nunca compartimos clase, por ser alumno becado yo tomaba clases en un grupo separado del resto pero eso no era impedimento alguno, a veces mensajeabamos a escondidas y en más de una ocasión llegamos a hacer video llamada en mitad de una clase.

En todos los descansos estábamos juntos algunas veces con la parejita y otras veces solos.

Nuestras casas estaban relativamente cerca, a menos de 10 minutos a pie, razón por la que teníamos pijamadas constantemente.

En estas comíamos como nunca, bailábamos fingiendo ser artistas o simplemente mirábamos algún drama que nos terminaba haciendo llorar como tontos.

En pocas palabras nuestra amistad era perfecta, estaba justo en el punto perfecto algo así como en su clímax.

Hasta que en solo cinco días terminamos por arruinarlo todo.