⠀ 함께 태어났다 ꒱꒱ 💌 BORN TO BE TOGETHER :
❝ ¿Jiwoo? ¿Quién es Jiwoo? ❞
Yoongi, desde la primera vez que vio a Hoseok, supo que debían estar juntos.
Muchas veces había escuchado a sus familiares hablar sobre el amor; sobre lo súbito que resultaba a vece...
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Yoongi nunca imaginó que tendría que asistir a un colegio público; sin embargo, ahora que estaba de pie en la entrada de la universidad con la ropa más casual que había dentro de su guardarropa, supo que estaría bien. Estaría bien, en una escuela en la que no te veían por la cantidad en tu billetera, el precio de tus zapatos o el tamaño de tu cuenta bancaria.
Suspiró. Cansado de sentirse nervioso.
Quiso caminar sin más dilación al interior de la escuela, pero un toque suave en su hombro le hizo detenerse y girar. Yoongi parpadeó un par de veces cuando la chica le sonrió con dulzura, permitiéndole ver lo bonita que era. Era preciosa. Con su cabello castaño, largo y sus ojos color chocolate mirándole.
—Hola, eres nuevo, ¿cierto? —le habló con tono dulce, a lo que Yoongi asintió con la cabeza, dejando de sentir el toque en su hombro—, ¿cómo te llamas?
—Yoongi —musitó tranquilamente.
—Un gusto conocerte, Yoongi —volvió a sonreírle—, si necesitas algo no dudes en ir a preguntarme. Tengo que irme, pero si nos vemos prometo invitarte un café.
La chica era preciosa, en todo esplendor. Yoongi podía notar la forma en la que varias miradas a su alrededor la seguían a dónde quiera que fuera; y ahora que caminaba lejos de él, podía confirmarlo. Lucía como un ángel; sin embargo, ahora que ella se había acercado a otro chico a pocos metros de él, había terminado perdido.
Ella volvió a mirarle con timidez desde lejos, pero Yoongi estaba embelesado.
Muchas veces había escuchado a sus familiares hablar sobre el amor; sobre lo súbito que resultaba a veces, lo embriagante y cruel que podía llegar a ser a medida que crecía. Su hermano le había dicho una vez que el día en el que encontrara a alguien le iba a entender y dejaría de burlarse. «Te darás cuenta por tí mismo, no hace falta que te explique nada» le había dicho. Y ahora le daba la razón.
Tenía a la chica justo en frente, siendo tan femenina y tan preciosa naturalmente; pero su mirada no podía salir del chico castaño junto a ella, de las mechas rosadas que le adornaban el cabello; de su sonrisa y la actitud tímida con la que se acercaba hacia él.
—Mi hermana me pidió que te diera esto —le tendió un papel doblado que Yoongi tomó con un poco de desconcierto—, es su número de teléfono.
—Ah —musitó, comprensivo. Guardó el papel doblado en el bolsillo de su chaqueta sin revisarlo. Tenía las manos ligeramente temblorosas y estaba bastante aturdido para poder hablar—, ¿Cómo te llamas?
El chico parpadeó y guardó silencio por unos segundos.
—Lo siento, me llamo Hoseok.
Yoongi sonrió de forma honesta, con los labios también temblándole por los nervios.
—Yo soy Min Yoongi —dijo, recibiendo una mirada confusa de parte del castaño.
—Jiwoo noona se ha tenido que ir, tiene una reunión con el presidente estudiantil y no estará hasta tarde, así que si quieres que yo le pase un-
—¿Jiwoo? —murmuró Yoongi, lo suficientemente alto como para que el chico lo viera con los ojos brillantes—, ¿quién es Jiwoo? —preguntó con aires de estupidez.
—Mi hermana...
—Ah —exclamó Yoongi, recordando—, ¿Y tú en qué curso vas?
Hoseok no quería hacerse ilusiones antes de tiempo. La mayoría de las veces los chicos sólo se acercaban a él con trato amable para obtener la atención de Jiwoo. Si no se tratase de ella, de que era tan preciosa y parte del comité estudiantil, tal vez nadie le dirigiría la palabra. Nadie iba a tratarle bien si no era el hermano menor de Jiwoo, nadie. Porque Hoseok era abiertamente gay y todos en el instituto lo sabían.
Todos lo repudiaban en el fondo y él lo sabía de antemano. Nadie quería que él contagiara su enfermedad a los demás. Porque si, ser gay a esas alturas era una enfermedad para todas las personas ahí, incluso para la misma Jiwoo.
Sin embargo, tenía a Yoongi frente suyo en ese instante, ignorando olímpicamente cada mención de su hermana para preguntar sobre él. Guardando el papel con el número que muchos morían por tener como si nada, como si no fuera nada en especial.
—Voy en cuarto.
—¿Si? —los ojos de Yoongi parecieron billar—, ¿en qué grupo? Acabo de ingresar a cuarto, también.
Hoseok pensó que Yoongi era un regalo del cielo.
Y Yoongi pensó que Hoseok era su persona. La persona que su hermano le había dicho. La persona que quería para él.
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