Capítulo 4

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Decirlo era más fácil que hacerlo. La verdad es que no sabía exactamente qué hacer para conocer a alguien. Quería mostrarme con confianza, pero siendo sincero, en todas mis relaciones anteriores siempre había sido el dócil de la relación y habían sido los demás quienes marcaban el paso. Bueno quien dice relaciones, dice dos. Ser tímido nunca fue una gran arma de seducción.

No me cría capaz de ir a ligar a un bar de primeras, y tampoco quería preguntar a mis amigos que me presentasen a alguien. Sabía que se volcarían en ello y me encontrarían a alguien bueno. Pero eso quería hacerlo por mi cuenta. Supongo que eso me limitaba a internet. En ese momento recordé haber visto en el móvil de P'Bright una aplicación. Blued.

Vi que tenía muchas notificaciones en ella y no la conocía, así que al llegar a casa la investigué. Era una app de chat, etc. para gays para ligar. Supuse que al no ser cara a cara de primeras sería más fácil mostrar valor. Por seguridad también me descargué Grinder.

Me registré y empecé a crear mi perfil. Había estado dudando entre pedir ayuda a mis amigos o no, seguro que un par de consejos de Korn no me vendrían mal, pero al final decidí que sería mejor intentarlo por mí mismo. Que me muriese de vergüenza no tenía nada que ver. Claro que no...

Decidí adoptar un perfil bastante atrevido y confiado. Esta vez quería ser yo quiero tuviese la voz cantante en la "relación" y no ser guiado como cuando estuve con P'Bright.

Al acordarme de él y de todos nuestros momentos juntos empecé a notarme con calor. No sólo por la ira sino también porque, para qué mentirnos, mi cuerpo se había acostumbrado a mantenerse activo casi todos los días gracias a P'Bright. Desde esa noche ni siquiera me había masturbado y la tensión se estaba acumulando.

A pesar de que P'Bright tenía muchos defectos, sin duda alguna era un gran amante.

No quería pensar en él pero mi cerebro no paraba de recordar como sus manos me acariciaban y jugaban con todo mi cuerpo dejándome al borde continuamente. Lenvantandome de unsalto de la cama, me aseguré de que la puerta estuviese cerrada antes de quitarme la ropa y volver a acostarme. Hacía tiempo que no había tenido necesidad de esto. Estando con P'Bright al final no había pasado más de uno o dos días sin quedar con él aunque fuese brevemente y siempre acabábamos igual.

Intentando copiar los movimientos de sus manos de mis recuerdos me empecé a acariciar los pezones mientras tiraba ligeramente de ellos. La sensación no acaba de ser la que recordaba y tirando más fuerte un escalofrío me recorrió mientras dejaba escapar un gemido involuntario.

Fui deslizando una mano por mi estómago hasta rozar suavemente con mis dedos mi pene. Apretando los dientes para contener los sonidos que escapaban de mis labios, iba provocando con pequeños toques y sacudidas mi miembro hasta que vi que empezaba a rezumar líquido pre seminal.

Sin dejar de pensar en mis calientes momentos con P'Bright, mojé mis dedos con las brillantes gotas que se empezaban a acumular en la punta y empecé a jugar con mi agujero, sin dejar de frotar con cuidado mi ahora completamente erecto pene.

Mientras dejaba escapar unos gemidos bajos fui aumentando el número de dedos en mi parte trasera y la velocidad de las sacudidas. No conseguía llegar a estimular bien mi próstata y estaba empezando a desesperarme. Pero un nuevo recuerdo inundó mi cabeza. La acalorada cara de P'Bright mientras le chupaba la polla el último día antes de mi cumpleaños.

Ese día había intentado ser mucho más atrevido de lo normal. Empujándole suavemente al sofá y sujetando sus muñecas con mis manos, me había acercado a su entrepierna para darle una pequeña lamida por fuera del pantalón. Sabía que cuando le daba pequeños lametazos, como un gatito, le encantaba. Cogí la cremallera con mis dientes y le baje el pantalón mientras él elevaba las caderas para ayudarme.

Pensé que pondría algo más de resistencia ya que le gustaba tener siempre el control de la situación, pero al levantar la mirada sólo vi lujuria en sus ojos. Me dio un ligero asentimiento alentándome a seguir.

Intenté soltarle las manos para poder bajarle el calzoncillo, pero agarrándome él ahora con determinación, sacudió la cabeza murmurando.

"Sin manos. Tú has empezado este juego y ahora tienes que continuarlo."

Con el mayor cuidado posible mordí el dobladillo de su ropa interior y conseguí bajárselo. Su pene salió disparado, ya totalmente dispuesto, y me dispuse a intentar hacerle el mayor placer posible. Volví a darle pequeñas lametadas y besos a lo largo de toda su longitud, regodeándome en la punta, al escuchar cómo se le aceleraba la respiración y se volvía más pesada. Seguí provocándole un rato más.

"Manos a la espalda" me ordenó súbitamente con voz ronca. Esta orden y escuchar su voz en ese estado no pudo más que excitarme aún más.

Colocando mis manos entrecruzadas detrás de la espalda, volví a la carga con mayor vigor. Intenté abarcar todo lo posible con mi boca, pero tenía poca experiencia y P'Bright estaba más que bien dotado. Subía y bajaba mientras me alejaba para chupar con cuidado cualquier zona que quedaba a mi alcance. Sin previo aviso P'Bright me sujetó de la cabeza y empezó a embestir sus caderas contra mi boca, hasta notar como mi nariz rozaba contra su vello púbico.

Intenté aflojar mi mandíbula y usar mi lengua, mientras pequeñas lágrimas por el esfuerzo se me acumulaban en la comisura de los ojos. Con unas últimas embestidas P'Bright dejó escapar unos gruñidos de placer y se corrió en mi boca mientras yo alzaba los ojos viendo su cara lujuriosa e intentaba no dejar escapar ninguna gota.

Con ese último recuerdo en mi cabeza me corrí jadeando exhausto en la cama.

Tardé unos minutos en calmarme y conseguir bajar los latidos de mi corazón. Mientras agarraba unos pañuelos para limpiarme no podía dejar de pensar ¿Cómo podía ser tan estúpido? ¿A pesar de todas las cosas que me ha hecho aún sigo pensando en él de esa manera?

Reuniendo mi determinación continué creando el perfil en las aplicaciones. Esta vez iba a ser el playboy y el activo de la relación. Sólo tenía que encontrar a alguien nuevo y todos estos recuerdos desaparecerían. Puf, como el viento.

Eligiendo un par de fotos en las que salía sonriendo y otra en la que salía con una mirada decidida, finalicé el perfil y me puse a buscar a la que sería mi primera conquista. En breve, todos los miedos que tenía se iban borrando y antes de darme cuenta tenía una cita en dos noches con un chico de la universidad cercana a la nuestra.

Con la tranquilidad de saber que había cumplido la primera parte de mi proyecto para ser un nuevo Farm y la tensión sexual ya más baja. Me metí en la cama y estirándome plácidamente me fui a dormir.

Ahora sólo quedaba esperar.

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