Capítulo 02: ¡Un pueblo!

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Tyler sacó la pistola de portales y abrió un portal en la pared, él ingresó y seguida ingresé yo. La verdad, estaba muy emocionada con esta nueva aventura. Me senté en uno de los asientos de la Andrómeda... ¡No la galaxia! Si no la nave...

— ¿A dónde iremos, Tyler? —Pregunté encogiendo mis piernas contra mi pecho.

— Yo no te recomendaría hacer eso. —Comentó Tyler abrochando su cinturón.

— ¿Por q-

Caí al instante porque la nave se puso en marcha repentinamente. Me golpeé la frente contra el suelo. Tyler explotó en risas. Bufé y lo miré molesta.

— ¡Me habrías dicho antes! ¡Ugh! —Exclamé.

— Tranquila. La nave ya se estabilizó. —Dijo Tyler entre muchas risas aún.

Suspiré y me limité a ponerme de píe. Comencé a explorar la nave y encontré una habitación, como si fuese un dormitorio, bastante desordenada. Me acerqué a un mueble blanco que estaba adjunto contra la pared, abrí el primer cajón de éste. Había una libreta con muchos papeles que sobresalían de sus hojas. Había una fotografía algo dañada y una pistola de portales que no estaba cargada. Tomé la libreta y la metí en mi sudadera, con mi mano derecha tomé la pistola y me dirigí con Tyler.

— ¿Tyler? —Me acerqué a su lado y le mostré la pistola.— ¿Te sirve en algo?

Él sólo la tomó y la observó.

— Está en perfecto estado, sólo le falta carga. —Respondió.— Gracias.

— ¿Cómo las cargas? —Pregunté.

— Eso es algo que aún no puedes saber, pequeña, nos pueden estar escuchando en éste momento, ya sabes... El gobierno de la dimensión de esta nave son unos hijos de puta.

Miré por el ventanal delantero. Habían muchas rocas espaciales, estrellas, y más... Era muy lindo el espacio, pero era catastrófico también.

— ¿A dónde iremos, Tyler?

— A un pueblo, necesito conseguir unas semillas y unos antídotos. —Respondió mientras jugaba con una de sus pistolas desintegradoras, le daba vueltas, la lanzaba al aire y la volvía a sujetar.— Andrómeda, declinación +69° 3′ 55″.

— No sabía que conocías las coordenadas de las galaxias. —Dije sonriendo.

Observé por las ventanas como todo avanzaba más rápido, entramos a una galaxia con forma espiral. Era mucha luz, colores azules y marrones. Al ingresar observé muchos planetas.

— En Dracite, Andrómeda. —Dijo Tyler.

Comencé a ver cada vez más cerca ese planeta hasta que atravesamos la atmósfera, el cielo tenía una tonalidad verdosa, las nubes grises. La nave se estacionó en un bosque.

— ¡Vamos! —Exclamó Tyler tomando saliendo animado cuando la puerta de la nave se abrió.

Se veía feliz. Al salir de la nave la puerta se cerró automáticamente. Seguí a Tyler hasta que salimos del bosque y estábamos en un pueblo.

— ¿Dónde debemos ir? —Pregunté emocionada.

Observé a la gente que paseaba, tenían cuerpo humano, pero eran diferentes, algunos tenían piel verdosa, otros tenían grandes orejas puntiagudas, otros tenían piernas de cabra y así. Tenían rasgos que los hacían distintos a nosotros. Se veían felices pero como si estuviesen cohibidos.

— Tenemos que buscar a unos vendedores ambulantes en especifico, no cualquiera vende las semillas que busco. —Respondió.

— Espera... ¿Es comercio ilegal? —Murmuré.

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