Los días habían pasado y las aventuras no paraban... Pero algo había cambiado en Tyler, lo notaba preocupado, como si fuese a pasar algo y cada vez estaba más distanciado de los demás. Intentaba acercarme a él, pero nunca lo podía encontrar desocupado. Se encerraba cada vez más en su laboratorio, pensaba que no saldría nunca.
Hoy asistí a la escuela y me quedé horas extras en el laboratorio de ésta, tenía que mejorar mi proyecto y al tener notas altas y buen comportamiento, la escuela me confiaba el laboratorio y las herramientas que necesitaba.
—Bien, Noah, termina uno hoy y podrás volver a casa. —Me dije a mi misma a pesar de que el sueño me estaba matando en ese preciso momento.
Terminé de ajustar unas cuantas cosas de los visores naranjas que tenía frente a mi, los conecté a la computadora y comencé a configurar su programa. Bostecé y acuné mi cabeza entre mis brazos un momento.
— ¿Aún no vas a casa? —Levanté la cabeza, era el guardia de seguridad.— Son las nueve y sigues aquí.
—No, pero me iré pronto, señor. —Respondí esbozando una pequeña sonrisa, él se fue, dejándome sola.
Tragué saliva y guardé el archivo en mi notebook, desconecté los visores y volví a la mesa anterior a la que estaba. Anoté unas cuantas cosas en mi agenda y tomé mis cosas. Bajé las escaleras y llegué al pasillo de las taquillas, ingresé mi patrón y guardé mis cosas.
Una luz verdosa me iluminó la mitad del rostro, me volteé en esa dirección para encontrarme con Tyler saliendo de un portal.
—Hasta que te encuentro. —Suspiró.— Vamos, Noah.
— ¿Eh? ¿A dónde vamos, Ty? —Pregunté, estaba curiosa.
—Ya verás. —Se golpeó el pecho dejando escapar un eructo, me tomó por el brazo y me jaló con él.
Cerré los ojos con fuerza y al abrirlos ya estábamos en un planeta totalmente distinto al nuestro.
— ¿Qué hacías en tu estúpida escuela? —Preguntó Tyler caminando hacia un lago, lo seguí.
—Nada, sólo hacía unas baratijas... —Reí y observé que hacía Tyler.
Él se sumergió en el agua, admiré como se sumergía en el agua hasta el fondo. Me senté en posición de loto a un costado del lago. Pasaron unos minutos y Tyler salió del agua con muchos minerales brillantes.
— Ten, guarda todos los que puedas. —Me dijo poniendo las piedras sobre mis piernas, las tomé como pude y las comencé a guardar en mi bolsillo.
— ¿Para qué son?
—Ya verás. —Salió del lago y se dejó caer sobre mi.— Hace un frío de la mierda...
Puse mis manos sobre su cabeza y comencé a morder su cabeza como pude.
— ¿Qué haces? —Preguntó mirando hacia arriba.
— ¡Pfff! —Hice mi cabeza hacia un lado y comencé a tirar saliva.— Un pelo...
Tyler se rió y se puso de píe. Susurró fríamente un "Vamos" y sacó su pistola de portales. Noté que sus nudillos estaban morados y sus manos estaban temblorosas. Presionó el botón y entró al portal, entré detrás de él. Llegamos a su hogar.
— ¿Tienes hambre? —Preguntó él, quedé confundida, normalmente no me ofrece de comer él, simplemente me dice que vea yo qué hago.
Me tiré en el sofá de su laboratorio y negué con la cabeza.
—Hey, Tyler. —Me senté en posición de loto.— ¿Pondrías música?
—Claro. —Éste no era Tyler, sólo cuando ambos estamos ebrios en un viaje ponemos música.— ¿Te parece algo de los 90's?
—Sí, me gusta eso. —Mentira, prefería de los 80's y Tyler lo sabía.
Se comenzó a reproducir Tren al Sur de Los Prisioneros. Enarqué una ceja y me puse de píe.
—Quería hacer materia oscura concentrada, pero no recuerdo cómo hacerla. Tú no sabes tanto como yo, deberías recordarlo. —Sonrió suavemente.
Reí.
— ¿Tú olvidando algo qué haces casi todas las semanas? —Esbocé una cálida sonrisa.
—A todos nos puede pasar. —Rió nervioso.
—Oye, Tyler. —Sonreí suavemente.
— ¿Sí?
— ¿Tú me quieres?
—Claro que sí. —Abrió los ojos un poco más de lo normal.
Cerré los ojos decepcionada, saqué mi pistola.
—Tú no eres mi Tyler. —Suspiré y le disparé en la sien.
Me subí a la nave y comencé a volar hacia mi hogar. Vi a mi familia actuando muy extraño, empezando mi hermano estaba haciendo sus deberes, cosa que no pasaba nunca. Aterricé y comencé a desvestirme dentro de la nave. Comencé a usar el intercomunicador intergalactico de la nave.
— ¿Tyler? ¡Tyler! Es grave, necesito tu ayuda. —Comencé a decir en el microfono, comencé a buscar una señal para comunicarme con Tyler.— ¡Tyler, hijo de perra!
—Te escucho...
— ¿Dónde estás? —Al escuchar su voz me había aliviado.— Pero antes, ¿Cuál es mi color favorito?
—Celeste... Ahora te respondo, estoy inhalando cocaína con Steve Aoki en un prostibulo.
—Uh... ¿Bien? Tenemos que vernos urgente en la nave, vente ahora. —Suspiré.
—Bien, voy.
No pasaron dos minutos y Tyler ya estaba en la nave. Se me quedó mirando impresionado.
—Quítate la ropa. —Dije.
—Hey, si querías follar pudimos haberlo hecho más especial... —Comenzó a reír nervioso.
— ¿Contigo? Ni que estuviera loca. —Él asintió y se desvistió, me acerqué a él, manteniendo una distancia de un metro.— Estamos en una simulación.
— ¿Cómo lo sabes?
—Hace media hora maté a tu "yo" simulado, sabía que no eras tú.
—Espera... ¡¿Me mataste?! —Se veía bastante ofendido.
—Sí, pero ese no es el tema... —Enarqué una ceja.— ¿Cómo vamos a salir?
—Ya he estado en simulaciones, rompamos el mundo. —Esbozó una amplia sonrisa.— ¿Qué es lo que querían saber?
—Materia oscura concentrada.
— Ya sé quienes son, hiciste bien en recordar mi consejo, Noah.
Salió de la nave, salí junto con él y comenzamos a caminar.
— No pensé que matarías a una raza completa, Tyler. —Miré nerviosa los botones de la nave en la que estábamos escapando.
— No le digas a tu madre de eso o no podremos tener más aventuras juntos. —Apretó sus labios.
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Entre mundos.
Ciencia FicciónCorríamos y escapábamos en el tiempo y en los mundos. Existían demasiadas realidades en diferentes dimensiones, somos los más buscados en muchas dimensiones por ser terroristas de la realidad, pero eso no nos detendrá.