Inesperado

Capítulo 3

Estuvimos abrazados por un buen tiempo olvidando la cena por completo, seguro que ya está fría. Sentía las dulces caricias en mi espalda mientras que yo intentaba calmarme y es que las lágrimas no se iban, estaba tan sentimental.

-Katsuki...- me separé escasos centímetros de Bakugou- ¿Estás seguro de esto? - pregunté, necesitaba saber si él estaba de acuerdo con esto. No quiero que esté conmigo por obligación.

-Por supuesto mitad y mitad- sonrió con superioridad- además cuando todos sepan que tendrás a mi hijo sabrán que eres completamente mío. Así ya no tendré que espantar moscas-

-Tu sí que sabes matar el momento- dije negando con la cabeza, pero sin borrar la sonrisa, le di un golpe en el hombro a lo que se sobó la zona fingiendo que le dolió-

Ahora sé que con Katsuki a mi lado puedo con esto, ahora solo falta hablar con nuestros padres.

Pero ahora eso es lo de menos.

Cuando llegó la noche Katsuki fue darse una ducha mientras que yo me alistaba para acostarme, como hacía calor me puse una remera que era de Bakugou me llegaba hasta por debajo del muslo. Me mire al espejo de cuerpo entero que tenemos en el dormitorio, estaba en mi peso considerable, pero sabía que en unos meses mi figura ya no sería la misma.

Al cabo de unos minutos Katsuki salió solo en pantalón holgado secándose su cabello, seguido se acostó a mi lado rodeando mi cintura por detrás mientras que le daba la espalda a punto de dormirme, sin embargo, siento como empieza a acariciar mis piernas y cintura a lo que me gire para verlo a la cara con el ceño fruncido.

-Déjame dormir- dije en un puchero-

- ¿Eso quieres? - preguntó con una sonrisa de lado, abrazo mi cintura acercándome a él para luego ponerse encima de mí sin lastimarme, volvió acariciar una de mis piernas hasta llegar a mis muslos- ¿Te pusiste mi remera para provocarme? -

-No- 

Si.

A pesar de decir lo contrario Katsuki acercó sus labios tocando los míos, a lo que respondí con el mismo ritmo, despacio sintiendo esas pequeñas descargas que Bakugou ocasionaba en mí. Acaricié sus brazos hasta llegar a sus hombros, luego los subí hasta acariciar su cabello mientras que el beso se volvía más apasionado y arrebatador, por su parte él acariciaba cada centímetro de mi piel expuesta.

Solté un suspiro cuando sus labios bajaron hasta mi cuello repartiendo pequeños besos en toda la extensión, sentí su ahora erección rozar con la mía por encima de la ropa haciendo que soltará un jadeo.

-Katsuki...- me mordí el labio inferior al sentir como nuevamente se rozaba nuestros miembros, me estaba torturando- ¡Ah! - una mordida llegó a mi cuello, cerré los ojos por los estremecimientos que sentía.

-Shoto- susurro en mi oído-

Y de ahí supe que no dormiríamos en unas horas.

Bostezo por tercera vez en el día, el sonido de los teléfonos me parecía tedioso y de las voces de mis compañeros era aún más, en una oficina siempre había demasiado ruido, incluyendo los sonidos de tacón cada vez que las mujeres iban de un lado a otro.

No dormí del todo bien al dejarme llevar por las caricias de Katsuki, se lo haré pagar en algún momento.

Presione los labios al ver la corrección de mi trabajo, tal parece que Inasa se adelantó.

- ¡Buenos días Todoroki! - al escuchar ese saludo tan efusivo me sobresalté de mi asiento, seguido suspiré girando para verlo.

Ahí en frente estaba Inasa; Alto y corpulento, al usar una camisa se podía ver claramente sus músculos que dejaría a más de una chica suspirar por él y mostraba esa grande sonrisa que para mí me resultaba un tanto espeluznante.

-Buenos días Inasa- respondí el saludo, sonreí, nadie sabía que Inasa fue mi pareja en la preparatoria y mi primer año de la universidad, al pasar el tiempo nos fuimos distanciando poco a poco hasta que Inasa me confeso que se había enamorado de alguien más, admito que me dolió profundamente en el alma, pero acepté que su felicidad no era conmigo, aunque ahora le agradezco porque pude conocer a Katsuki. Grande fue mi sorpresa al verlo luego de años trabajando en el mismo edificio—Veo que ya viste mi parte del trabajo-

-Así es- respondió sentándose en el escritorio de al lado- te equivocaste en un par de números, pero no te preocupes te salve nuevamente. Me debes dos favores- me guiño el ojo-

Rodee los ojos para no darle importancia al asunto.

Cuando llego la hora de descanso fui hasta la cocina por algo de té y galletas que compré antes de venir a trabajar, encontré a Shinsou sentando en una esquina mirando su celular tan entretenido que no se dio cuenta de mi presencia hasta que me senté en frente, cuando subió su mirada rápidamente desbloqueo su celular para guardarlo en su bolsillo.

Arquee la ceja confundido al ver un sonrojo en sus mejillas, eso era nuevo.

- ¿Qué estabas viendo? - pregunte dando un sorbo a mi té sin quitar la mirada en él-

-Nada...solo viendo un par de noticias...- explico aun sonrojado-

- ¿Seguro? - pregunte divertido- no será que estabas viendo el pack de tu novio-

- ¿Eh? - abrió los ojos sorprendido, pero luego desvió la mirada- no es cierto, además sabes que no salgo con nadie- suspiro rendido- es solo que me hace una semana me mando una solicitud Monoma. Pues hace unos días empezamos a hablar y me doy cuenta de que tenemos algunas cosas en común... quería- se rasco la nuca nervioso- quería invitarlo a salir, a tomar algo, pero no sé... tu ¿Qué piensas al respecto? -

-Bueno...- comencé a pensar en las posibilidades- Monoma tiene su atractivo, es muy sincero creo que demasiado, sin embargo, es muy bueno escuchando, aunque parece un...-

-Loco- termino la frase, ambos nos reíamos- lo sé, la verdad no es nada sano que se ría como una foca retrasada- intente no soltar otra carcajada- también un poco tonto, pero...-

-Tierno a la vez- hable, Shinsou asintió- invítalo a salir a ver que sucede, no tengas miedo- le golpee suavemente el hombro-

-Gracias por escucharme-

-No hay de que, para eso están los amigos- le dije con una pequeña sonrisa luego recordé- por cierto, estás invitado a la fiesta sorpresa de Katsuki-

- ¿Bakugou? - asentí- claro iré-

Cuando salí del trabajo me sorprendí al encontrar a Midoriya esperándome apoyado en su auto, me acerqué confundido saludándolo con un beso en la mejilla.

-Midoriya que sorpresa encontrarte aquí- dije mientras que el me mostraba una sonrisa nerviosa- ¿Sucede algo? -

-Bueno- se rasco la nuca mirando a otro lado- pude salir temprano del trabajo y me pareció buena idea invitarte a cenar...como en los viejos tiempos- sonrió tiernamente-

-Pero...- suspiré- Bakugou llegará cansado y debo preparar la cena, además...-

-Por favor- interrumpió con una mirada de súplica- también quiero aprovechar para hablar contigo-

Su mirada se volvió sería en unos instantes, aunque también podía ver ansiedad en ellos, lo cual asentí para luego mandar un mensaje a Katsuki que no me esperara para cenar.

-Bien, vamos-