Capítulo Único

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Todos decían de un mundo lleno de 'maravillas', por como lo nombran los mortales, no existía. No había tal cosa, reían al escuchar a algún chiflado mencionar aquello. Más para él señor Kim.

Sin embargo, ¿qué pasará por la mente del joven de Kim TaeHyung, cuando conozca al mago Jeon JungKook?, ¿podrá creer en ese mundo de 'maravillas', o simplemente creerá que es algo arreglado?

Que cosas nos da la vida día a día, llenas de misterio, sorpresas o algunas locuras, pero que pasa cuando llega alguien a tu vida y te muestra cosas que otros ignoran o burlan.

...

Aquella tarde simplemente había seguido aquella luz que, aseguró asimismo que sólo él podía ver. No le importó aquel dato. Él la siguió.

«En la vida hay que tomar riesgos.»

Y vaya que definitivamente estuvo loco al tomar la mano de él que se hacía llamar Jeon JungKook.

Aquella dimensión... No tuvo palabras para describirlo.

Cada cosa que veía al avanzar por ahí era algo que le dejaba asombrado. Cada cosa era más rara que la anterior.

¿Cómo es que eso le pasaba a él?

Sí, a lo mejor eso era un sueño, por lo que decían de aquel mundo 'maravilloso' desde hace unos días, o eso creía él, era la única explicación, ¿o no?.

Se repetía una y otra vez sin cesar que, estaba soñando.

¿Cómo podían existir chicos tan preciosos como él que sostenía su mano?, aquella voz tan profunda, sus ojos tan negros como la oscura mirada que poseía, al igual que sus lindos rizos, dando una apariencia exquisita de apreciar al rostro blanquecino.

- ¿Dónde vamos? -se animó a preguntar después de haber dudado, joder, aquello era una locura. Las luces púrpura, relucientes en el cielo, o eso le llamarían los mortales, no le dejaban de asombrar.-

- A la dimensión que siempre debiste haber pertenecido, encanto -todo simplemente era increíble. Más aquel chico de ojos azules.-

- ¿Y esa dimensión, cuál es? -pregunto después de unos minutos mientras seguía viendo a su alrededor.-

Tanta era su impresión que ocultarlo no daría resultado.

- Sólo no sueltes mi mano, y deja que tu imaginación haga de él, algo impresionante. -

Frunció el ceño, llevando su mirada a los orbes negros. Dudó, por supuesto. Nada de esto tenía sentido, todavía conservaba aún racionalidad. Sin embargo, como si sus palabras fueran órdenes, no le soltó la mano cuando se acercó a su rostro, dejando descaradamente su mirada en los belfos rosados.

Lo besó.

Ese beso, solo fue cuestión de segundos para que correspondiera el beso de aquel extraño.

¿Quién haría algo así?, claro, aparte de él.

El besar a ese sujeto le encanto. Trataba aún de mantener un poco o bueno lo que quedará de su cordura, pero esta cada vez era menos y finalmente se dejó llevar por aquel sujeto atractivo, que bajo sus manos a sus caderas, haciéndole estremecer por su agarre tan firme.

Y si que sabía besar, le estaba encantando, ¡dios!, ¿cómo es que eso estaba pasando?, trataba de pensar menos y disfrutar el beso.

...

Aquello no fue ni similar a un sueño, algo que anhelas. Fue mejor. Lo fue. TaeHyung no tuvo nuevamente, palabras, sólo acciones para expresarlo, acciones que ambos demostraron esa noche, donde en un lugar desconocido el mago de ojos azules, le hizo el amor.

JungKook se convirtió en su mundo.

Temía despertar, aún dudaba de si era o no, un sueño.

La vida le había fallado tanto, que era lógicamente imposible que algo bueno, llegara a su vida. Mucho menos algo como aquello.

¿Por qué a él?, se preguntó.

¿Acaso la vida le daba otra oportunidad?, ¿era eso posible?

- Si lo es TaeHyung - soltó el mago de repente, sobresaltando al menor. -

- ¿A qué te refieres? - estaba confundido. -

- La vida es capaz de darnos cosas que uno no espera, nos puede poner cosas en el camino de nuestra vida, ya sean felices o tristes, pero sabes, cada uno de esos tiene su verdadera razón - le sonrió mientras se acerca a él y le daba un beso. - por eso, esto podría ser algo de felicidad hacia ti TaeHyung - lo abraza, cerrando los ojos con fuerza.-

Él Ángel no quiere derramar lágrimas, no frente a su amado. Así que muerde sin ningún cuidado su labio inferior, abriendo los ojos para dejar caer las lágrimas por sus mejillas.

- Te amo, te amo demasiado TaeHyung -susurra contra su oído.-

Sonrió con sinceridad, sintiendo una presión en su pecho. Derramando sin más lágrimas, junto al mago que tomó su corazón entre sus manos.

No quería despertar. Nunca más. Para él, dormir fue lo que más amó durante dieciocho años. No habían gritos, ni llantos. Siempre fue lo más cercano a su deseo.

Quedar inmóvil por siempre, sin vida. Sin ser consciente de lo que cada a día veía, afrontaba.

«Por favor.» Suplicó internamente.

JungKook le había sacado de ese mundo, llamado infierno para él, vamos, no tenía otro nombre.

JungKook aún con lágrimas en los ojos, lo miró, con sus dedos delicadamente en su rostro, le quitó al mortal sus lágrimas.

-Ya no llores, sabes mejor sonríe siempre, para que te veas más lindo- sonrió dejando aún escapar lágrimas.- TaeHyung siempre ten esperanza de la felicidad en tu vida - miró el lugar.- aún cuando esta misma - se acercó a su oído y le susurró.- te ha demostrado lo contrario -se alejó y lo apreció, para recordarlo bien siempre- ¿de acuerdo? -

Al decir eso, Kim queriendo aún llorar, sonrío y asintió.

...

Él Ángel lo sabía. Estaba mal, los humanos debían afrontar su vida, sin excepciones.

«Las excepciones son parte de esta.» Con ese pensamiento Él Ángel decidió sacar a él mortal de su agonía. «¿Lo ven?, hay excepciones»

El dolor destrozó su corazón una y otra vez. Lloró junto a él. Todos aquellas veces, viendo el rostro de TaeHyung, expresando muecas de dolor, una tras otra.

Cada una fue un puñal a su alma, delirante por el humano. Lo amaba.

Durante dieciocho años. Se convencía de que no había nada similar, a el dolor de ver sufrir a la persona que amas, sin poder hacer nada.

La impotencia se apoderó de él. Y sin pensarlo, le salvó. Autodestruyéndose asimismo, siendo consciente lo hizo. Se iría con él.

...

Siempre ten esperanza de la felicidad en tu vida, aún cuando esta misma, te ha demostrado lo contrario. Eres una persona única, por eso, debes creer en las maravillas.

Waytlan

Hope Above All «One Shot»Donde viven las historias. Descúbrelo ahora