¿Por qué?

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Te voy a contar una historia. Se trata sobre dos personas. No voy a dar nombres, así que van a ser nombrados como ‘’el’’ y ‘’ella’’.  Siempre hubo una conexión entre ellos dos, inevitable. Y aunque hubiesen terminado aquella feliz relación, ambos sabían que seguían sintiendo cosas uno por el otro. Aquellas largas noches de charlas sin sentido no las iban a olvidar nunca. Aunque les llevo un tiempo volver a hablarse normalmente y recuperar la confianza, lo hicieron. Si después de todo, ella sabía todo sobre él y él sabía todo sobre ella.

Fue en una noche, entre una de esas tantas charlas, que pasó.

Miércoles, 20 de agosto de 2014.

- ¡Pero decime!  – ella llevaba más de 10 minutos buscando una explicación que no iba a aparecer.

- No puedo decírtelo. – la quinta vez que le decía eso. Ella se cansó.

- Bueno, morite. –dijo ella graciosa, esperando que así  le dijera el porqué de aquel extraño texto.

Él se desconectó y no contesto más. Se había ido completamente. Ella, desconcertada, empezó a desesperarse  y a mandarle cada vez más mensajes. ‘’¿Estás bien?’’ ‘’Heeyy.. ¿Estás ahí?’’ ‘’Era todo mentira, ahora por favor contéstame..’’ ‘’¡Perdón!’’. Pero no había respuesta alguna.

Ya preocupada, lo llama. Primer tono. Segundo tono. Tercer tono. Nada. Empieza a pensar lo peor.

Se dirige a su casa lo más rápido posible, todo tenía que ser una broma, pero al llegar, comprobó lo contrario. La escena que vieron sus ojos fue completamente destrozante. El, en el piso, con un corte en el cuello seguido por un hilo de sangre que acababa en un enorme charco alrededor de su cabeza. Ella no supo que hacer.  Una lágrima solitaria sale de su ojo izquierdo al mismo tiempo al que ve un pequeño papel no muy cerca del cuerpo. Va hacia el y lo lee.

‘’... Vos sabes que siempre te… *mancha de sangre*  y por eso no puedo… *mancha de sangre* mundo sin vos. *mancha de sangre* with every beat… ’’

Rompió en llanto. No podía creer lo que acababa de leer. Era todo su culpa. Ella gritaba su nombre, al mismo tiempo que pedía ayuda, aunque sabía que era demasiado tarde. Quería volver el tiempo atrás, recuperar todo lo vivido, nunca haber mandado ese mensaje. Pero no podía, ya no. Antes de que se lo llevasen, se acercó a el y susurro.. ‘’For ever and ever.’’

Domingo, 14 de septiembre de 2014.

Funeral. Silencio. Tristeza. Dolor.

Estaban todos ahí. Desde parientes hasta amigos no muy cercanos. Irónico, ¿no?.

Ella solo estaba sentada ahí, con la mirada perdida en el ataúd, y un sentimiento de tristeza más fuerte que cualquier otra cosa. Sus ojos reflejaban tanto dolor que al solo verla podías sentir como se te destrozaba el alma en menos de un segundo. Es que sí, ella lo amaba. Y no entendía el porqué de aquel suicidio tan repentino.

Había llegado el momento de decir lo que había escrito. Se paró de su asiento, y se dirigió hacia el pilar evidentemente descuidado y maltratado. Sacó el papel. Miró hacia el frente. Tomó aire, y comenzó:

- El… El era… – las lágrimas amenazaban con salir de sus ojos. No lograba pronunciar palabra alguna. – Yo… El… –  No pudo más, y por tercera vez en el día, rompió en llanto.

La mayoría de las personas al verla hicieron lo mismo, llorar. Pero ella entre las lágrimas pudo divisar a alguien, no muy lejos de aquel lugar, y esa persona llevaba una enorme sonrisa en su cara. Y ella sabía muy bien quien era.

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⏰ Última actualización: Dec 30, 2014 ⏰

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