Extra

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Sus ojos pesaban pero se negaba a cerrarlos y continuar viendo la aburrida película. Eran las doce y media de la noche y ya había terminado de darle los últimos detalles a su proyecto de su primer trabajo después de haberse graduado de Arquitectura. Su vida había estado muy plena ese último tiempo. Después de la graduación fue ascendido en la compañía constructora donde antes trabajaba como un simple bacante universitario, poco después vino la ajetreada mudanza al nuevo departamento de WooJin, y ahora ambos llevaban las cosas bastante tranquilas, como una pareja estable.

Se despabiló un poco cuando escuchó el picaporte de la puerta abrir, e inevitablemente sonrió. Cuando escuchó los pasos acercarse a la sala se acostó por completo en el sillón y se hizo el dormido.

Fueron pocos segundos los que pasaron cuando lo sintió posarse encima de él, la respiración tibia en su cuello le causó un leve cosquilleo y después sintió como los labios húmedos le fueron dejando besos suaves. Chan se removió al tacto, aún fingiendo dormir y gimió ronco, llevó sus manos al cuerpo de WooJin tocando la extensión de su espalda. El hombre subió el camino de besos hasta llegar a la boca semi abierta. Y lo besó suave y pausado, lamiendo los labios del menor, mojándolos y fundiéndolos con los propios. Chan soltó un suspiro y comenzó a seguirle el ritmo hasta que el mayor le mordió el labio inferior y se alejó para verle a los ojos.

—Estabas despierto —acusó sonriendo.

Chris rió juguetón.

—Estuve esperando por tí —llevó ambas manos al suave cabello de su novio, acariciándolo.

—Siento llegar tarde, tenía mucho que hacer en la oficina. Ese maldito contrato con MYG me tiene hasta el cuello —suspiró exhausto y recostó su cara en el pecho del chico, quien sólo se dedicó a pasar los dedos por las hebras castañas claras por varios minutos, peinándolo y dando pequeños masajes. Chan amó tenerlo así, acurrucado sobre él, compartiendo sus calores y oliendo la fragancia de ambos perfumes—. Quiero vacaciones... —habló ronco al cabo de un rato.

El menor rió leve.

—¿De qué hablas, WooJinnie? Acabamos de empezar el año, tenemos que trabajar —miró al techo sonriendo divertido.

WooJin gruñó acomodándose mejor sobre el cuerpo del menor.

—Pero quiero estar contigo... —se quejó como un niño pequeño.

El corazón de Chan se encogió feliz.

—Estás conmigo ahora mismo, Woo

—Sabes a lo que me refiero —Kim alzó su cabeza para mirarlo, justo en ese momento una sonrisa pequeña y unos ojitos brillantes adornaban el rostro del chico—, vamos a la habitación —susurró.

Caminaron uno detrás del otro hasta el cuarto que compartían. Chan le ayudó a quitarse la corbata y el traje caro que usó ese día. Mientras lo desvestía, le contaba que su madre, la señora Kim, le había llamado para invitarlos a una ceremonia de celebración por su nuevo libro, lo que hizo que el mayor se quejara por vario rato, reclamándole el haberle aceptado y siendo regañado por Chan por su actitud de mal hijo.

La relación con los padres de WooJin aún no era la mejor, al parecer la única que había aceptado las cosas más o menos bien era la madre del mayor. El señor Kim todavía se comportaba reacio al hecho de que su único hijo estuviera en un noviazgo con otro hombre, mas sin embargo, el padre de WooJin era alguien serio y discreto, así que solo soltaba comentarios e indirectas hirientes en su mayoría. Era por ese motivo que a WooJin no le agradaba la idea de asistir a las invitaciones a fiestas o cenas que les hacían sus padres, no quería que Chan pasara por malos ratos por culpa de su padre y tampoco quería faltarle el respeto a uno de sus progenitores.

Sober [WooChan] O.SDonde viven las historias. Descúbrelo ahora