Sober [WooChan] O.S

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Abrió la puerta con la llave copia que Chan le había dado, o más bien que él le había exigido que le diese. Entró silenciosamente. Las luces se encontraban apagadas. Dejó su caro bolso ejecutivo Louis Vuitton en el sofá y se dirigió directamente a la habitación del chico donde suponía que debía estar. Abrió lentamente la puerta y lo vio en su escritorio, los libros y libretas rebosaban en él. El castaño se encontraba anotando la materia más importante para su próximo examen de la universidad. Tenía puesto los audífonos escuchando música suave pero aún así siendo ajeno a lo que pasaba a su alrededor. El mayor se dirigió hacia él para poner las manos en sus hombros, al sentir el tacto se asustó pegando un pequeño salto en la silla, pero se calmó al sentir una de las manos sacar su audífono derecho y una grave voz siguiente.

—Boo —era él. La cara del menor se iluminó y en segundos le estaba abrazando. Chan siempre había sido una persona muy cariñosa, tanto como para su familia como para sus amigos, y WooJin no iba a ser la excepción de su cariño. Éste era centímetros más alto que Chan por lo que podía poner cómodamente su cabeza en el hombro contrario y esconder su cara en su cuello.

—Woo —susurró contra su piel—. Estás aquí, pensé que no vendrías hoy —a pesar de que el chico tomaba el cuerpo del mayor entre sus brazos y lo estrechaba hacia sí con cariño, este no correspondía su acción. Sus brazos no le abrazaban de igual manera.

—La reunión de la junta se canceló y no he tenido mucho trabajo —habló serio viendo la cara del castaño cuando la sacó de la cuenca de su cuello. Sus ojos se iluminaron.

—¿Viniste porque me extrañabas? Hace días no nos vemos, Jinnie —volvió a abrazarlo con más fuerza. La ilusión que le hacía saber que había ido a verlo le llenaba de felicidad.

—No te emociones mocoso —le empujó para deshacer el afectuoso abrazo. Caminó hacia la cama y se acostó cruzando sus brazos por detrás de su cabeza. Chris sonrió con algo de tristeza y decidió ignorar el dolor en su pecho.

—¿Ya cenaste? —preguntó bajito—. Puedo preparar algo si quieres... —fue hasta la cama y se sentó junto a él. Puso su mano en el abdomen de WooJin y sintió sus trabajados abdominales por debajo de su camisa. Se acostó lentamente a su lado y miró su perfil.

—¿Aún tienes whiskey? ¿Jack Daniel's?

Eso significa solo una cosa. Se reincorporó de inmediato y caminó hacia su escritorio para poder continuar estudiando. Mentiría si dijese que no sentía desilusión. Él creyó que esa vez sería diferente, pero no. A veces se preguntaba si realmente el mayor quería estar junto a él, si ambos compartían el mismo sentimiento.

—Si... está en el estante donde guardo los vinos —Chan susurró desanimado. No escuchó respuesta por parte de él así que se concentró en su libro de historia arquitectónica.

Pudieron pasar unas dos horas hasta que el mayor cruzara de nuevo la puerta del dormitorio del chico. Estaba ebrio, pero no se comportaba como el típico borracho. El efecto del whiskey provocaba que se volviera más serio de lo normal pero que igual mantuviera la cordura de lo que estaba haciendo, pero eso sí, al día siguiente eran pocas cosas las que recordaba.

Se acercó al menor y lo tomó del brazo para llevarlo hasta la cama. Chan no dijo nada, esto era común para él. Se fueron desvistiendo de a poco. Las caricias suaves que le proporcionaba el mayor le hacían suspirar erráticamente, esas caricias que no recibía cuando estaba sobrio. Y es que cada vez que tenían sexo, a pesar del estado de WooJin, el chico podía ver un minúsculo abismo de cariño salir de él. Le susurraba cosas tiernas al oído con su profunda voz, lo besaba con tanta pasión y delicadeza, con besos que iban teñidos por el sabor seco del whiskey, y al final lo abrazaba fuerte, totalmente exhausto. El chico se quedaba viendo por largos minutos su perfecto rostro dormido, añorando el día en que pudiera tenerlo a su lado sin una gota de alcohol en su cuerpo y que no se arrepintiera de lo que hacía al día siguiente. Porque Chan sabía que al siguiente día el mayor se comportaría de manera diferente así que por eso disfrutaba del momento. Apoyó su cabeza en el pecho de WooJin para dejar que el sueño y cansancio lo llevaran.