Capítulo 3: Estupidos

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Continuamos la caminata hasta llegar a casa. Descubrí que compartíamos parte de nuestros gustos musicales, cinematográficos y literarios. También parte de nuestros pensamientos e ideas sobre la vida y la sociedad.
Al terminar el recorrido, nos despedimos con un simple "adiós" y un pequeño gesto con la mano, acompañados con una sonrisa. Mientras abría la puerta me di cuenta de que él estaba muy lejos de su casa y que le tomaría mucho tiempo llegar, además de que ya estaba anocheciendo y podía ser algo muy peligroso.

-Espera... -digo dándome la vuelta para poder ver su rostro- Tu hogar debe estar muy lejos de aqui... Y ya está anocheciendo... ¿Quieres que llame un taxi? Yo pago, no te preocupes.

-No, gracias. Pero estoy bien -dice sonriendo- Nos vemos mañana ¿Okay?

-Bueno -devuelvo la sonrisa mientras veo como se va caminando- Pero cuídate, Eh! -le grito esperando que me escuche y que puede llegar bien a casa.

-Sii -dice, gritando también- Adiós!

-Adiós!

Abro la puerta y entro a mi casa. Apenas piso el suelo de la entrada oigo la voz de mi madre, proveniente de la cocina.

-Hija! ¿Estas bien? -grita mientras se dirige a la sala, donde ahora estaba yo apoyando mi mochila en la sofá- Estaba muy preocupada por ti ¿Que sucedió?

-Hola madre. -digo mientras me siento en el sillón- Me quedé dormida en el autobús, me bajé varias paradas después y pues tuve que venir hasta aquí caminando.

-Ay, hija -dice preocupada- Últimamente duermes muy poco, además te ves muy desanimada... ¿Te encuentras bien? Sabes que puedes contar conmigo para todo.

-Si mamá, no seas pesada...

-Yo solo trato de hacer lo mejor por ti, Katy -Dice acercándose al sillón que está junto a mi lado- Oye, pero ¿hiciste todo ese camino sola? Ya es algo tarde y pudo haberte pasado algo... Hubieras pedido un taxi. Además has tenido que ausentarte a tus clases de inglés.

-Mamá, no tenemos dinero para gastar en un taxi. Apenas llegamos con lo justo a fin de mes.

-Pero hija, si es por tu seguridad...
Que te hubiera podido pasar! Por dios, Katherine! Que haría yo si-...

-AY, Mamá! -Exclamo en un tono elevado dirigiéndome hacia mi cuarto- Me ha acompañado un amigo, okey?

-Un amigo ¿Eh? -dice con una sonrisa pícara.

-Aigh -Grito en forma de queja mientras cierro la puerta de mi cuarto con furia.

Estoy harta. ¿Por qué interpreta como amor o conexión a que un compañero me acompañe a casa? ¿Por qué? ¿Acaso no pueden un hombre y una mujer ser amigos sin necesidad de enamorarse? Además, ni siquiera eso somos. Apenas lo conozco, a pesar de que me caiga bien no puedo considerarlo un amigo. Eso es otra cosa. La gente con muchos amigos o los que critican a los que tienen pocos. Yo antes solía tener muchos amigos, pero me di cuenta que más amistades, más falsas y menos íntimas son. Por eso prefiero tener pocos amigos, pero al parecer nadie lo comprende. Estúpidos.

Corazon AtormentadoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora