my only drug ─ minsung／chansung

⩩ epílogo៹ ִֶָ 結語

ᬿ᪶Advertencia: capítulo alargado para el smut ChanSung.

解說員 ᨳ᭬ ꉂnarradora.

  Habían pasado 3 meses desde la separación de Minho y Jisung, todo iba bien para el menor de estos dos.

  Había empezado una relación con el doctor, muchos dirían que era muy pronto para convertirse en pareja, pero al parecer era lo que ambos deseaban desde hace mucho tiempo sin darse cuenta. Estaban recostados en la habitación de Jisung, pues él seguía viviendo ahí en su casa, Chan jamás pidió que se mudara con él, para no hacerlo sentir presión.

  Estaban viendo una película de.., la verdad ya no sabían que era lo que veían en realidad, habían comenzado con pequeños besos y tiernas caricias, nada comparadas con los rasguños del empresario.

  Beso a beso las lenguas se encontraron al poco tiempo, las respiraciones se aceleraban a cada minuto, sus corazones latían con benevolencia.

  El mayor bajó sus manos hasta la cintura de Jisung y deslizó sus dedos con ternura, como si la piel de este fuera de la más pura seda, suave, blanca y hermosa.

  Jisung se dejó llevar por el momento, tenía tiempo de no sentír un dulce tacto en su cuerpo, pequeñas cosquillas que se transformaron en espasmos, jadeos que se hicieron gemidos de poco a poco ambos iban cayendo ante la pasión, no era morbo, ni siquiera se miraban con lujuria, era amor y cariño que endulzaba la mirada de los dos.

  Chan se posicionó encima de él, colocando sus brazos en ambos lados de su cabeza para evitar ponerle todo el peso encima.

  — Jisunggie, ¿de verdad quieres continuar? — preguntó temeroso de la respuesta, ya habían intentando hacerlo, pero los recuerdos seguían frescos.

  — Sí, Chan.., quiero hacerlo, quiero que marques tus manos en mi piel, quiero que cada vez que me toques mi cuerpo arda, quiero tenerte en mis sueños más íntimos cuando duermo. — Contestó felizmente.

  — ¿Me pensaras todos los días? — Dijo suavemente.

  — No lo haré, porque te tendré a mi lado todos los días de mi vida. — Unas lágrimas rodaron por sus mejillas.

  — Te amo, mi dulce vitamina. — Rió ante el nombre.

  — Te amo, mi bello salvador. —

  Una vez más se unieron en un fogoso beso, sentían el calor recorrer cada parte de su ser, sin desesperación quitaron las prendas que separaban sus cuerpos. Chan bajó hacia el vientre de su amado y probó cada parte, degustando el dulzor que ésta emanaba.

  Jisung gemía dulcemente el nombre de su novio, tan lentamente.

  — Cha..Chan...ahh.. — Decía con un delgado hilo de saliva cayendo de sus labios.

  El mayor al llegar al miembro de su pequeña pareja, sonrió y dejó un beso en la punta mientras bajaba su boca cubriéndolo por completo.

  — ¡Ahh!, por favor...quiero sentirlo.. — Suplicaba.

  — Tranquilo mi niño, debo prepararte, no quiero lastimarte. —

  Subió los dedos hasta la boca de Jisung, quien los lamió como si de un dulce se tratara, dejandolos húmedos. Chan subió su rostro juntando sus labios como distracción para lo que seguía. Introdujó un dedo en la apretada entrada de Jisung y éste emitió un ruido de molestia, pero no pidió que se detuviera. El segundo dedo y al final el tercero se agregaron.

  — Estoy listo..— Habló Jisung, tomó su cara y le plantó un beso.

  Chan sacó sus dedos y alineó su miembro a la ya dilatada entrada y empujó lentamente, gruñendo en el proceso. Esperó unos minutos después de haber entrado y con un movimiento de las caderas de Jisung, este comenzó un vaivén.

  Las estocadas se habían vuelto más duras y profundas con el pasar del tiempo, ambos difrutaban del placer que se brindaban mutuamente, hasta que sintieron un cosquilleo en la parte baja, supieron lo que se venía.

  — Ahh...Chan...yo ya no..aguanto.. — Decía un sudado Jisung.

  — Ni yo, Sunggie, hagmoslo juntos. —

1...

2...

3...

  Estocadas hicieron posible su anehlado fin. El mayor dentro de Jisung y él otro en sus vientres.

  — Gra..cias. — Decía solo lo que su respiración le permitía.

  — ¿Por qué...agradeces? — Preguntó tomando aire.

  — Por to...todo...pero más por ayudarme a superar mi adicción. —

  — No digas nada, yo debería agradecerte por aparecer en mi vida, como un hermoso rayito de sol. —

— Te amo.. —

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