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Millie Bobby Brown

Me desperté por los bruscos jalones que recibía mi hombro por parte de mi tía.

-¡Al fin, te levantas rápido y te vistes!- sin más se va.

Paso mis palmas por mi cara tratando de despertame.

Me siento en la cama para después lanzar un bostezo.

Miro el reloj de mi mesita de noche, el cuál marca las 05:19 A.M.

Abro los ojos como platos y recuerdo que hoy me iba.

Hoy dejaba mi vida, de nuevo, y volvía a la antigua.

¿Por qué me pasaba todo a mí?

Me dirijo al baño en donde hago todas mis necesidades y me doy una ducha rápida.

Salgo con la toalla enrrollada en mi cuerpo desnudo.

Agarro de mi armario unos jeans azul marino ajustado y una remera blanca con letras en negro que dicen Beautiful .

Agarro la valija que hice anoche. Y bajo las escaleras, con cuidado de no caerme por el peso de la valija.

Llego a la sala y me siento en el sofá esperando a mi tía.

-Salgamos rápido antes de que se nos haga tarde.

Me sobresalte al escucharla. Vestía con una camiseta negra lisa y jeans azul.

Asiento y abro la puerta para después salir. Una vez afuera me subo al auto pequeño de mi tia.

El auto es pequeño pero muy bien cuidado. Es de color rojo. Es muy bonito.

-Mierda, mierda, mierda- susurro cuando me corto con un alambre que estaba sobresaliendo del auto.

Mi tía no me escucho.

Veía la sangre salir de mi dedo índice.

Estúpido alambre, estúpido auto, estúpido viaje penséI entras el auto arrancaba rumbo al aeropuerto.

Limpio la herida con un papel descartable y lo mantengo ahí hasta llegar a él aeropuerto.

Una vez estacionado el auto me dirijo a la entrada y espero ahí hasta que se aproxime mi tía.

Mi cara es la mejor cara de culo que se pudo haber visto en años. Mi ceño esta algo fruncido por el enojo de no poder hacer nada para imponerme a todo esto, mi mirada es algo triste por recordar a Noah y mis manos hechas puños hasta quedar los nudillos blancos por la fuerza que uso y todo por culpa de mi estúpida tía. A la cuál le valgo mierda.

Una vez que llega mi tía entramos al aeropuerto esperando a que sea la hora en la que entran los pasajeros al avión.

Después de unos minutos que fueron eternos. Se escuchó el llamado al vuelo.

Caminamos a paso rápido.

Una vez sentada en los ostensos asientos del avión, saco mis audiculares y escucho la canción favorita de Noah, pero a mi también me gusta.

Caí rendido-NillieDonde viven las historias. Descúbrelo ahora