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Negro. El final del pasillo es negro. Me
encuentro caminando observando las aulas. Mis ojos pasan por todos los graffitis que se logran ver con la poca luz de los focos.

Y lo veo.

Con la cabeza explotando, abro mis ojos. Me incorporo en la cama, agarrándome la parte posterior de la cabeza mientras mis ojos poco a poco se van acostumbrando a la luz. Mi mente no puede evitar divagar sobre ese sueño que frecuentemente tengo.

—Finalmente despiertas — Escucho a mi mamá entrando por la puerta de la habitación.
—Deja de ver la pared de esa manera, le harás un agujero.

— No lo haré — respondo mientras me levanto de la cama.

— Bueno, deberías apresurarte tu papá quiere un último desayuno en familia antes de dejarte en el internado.

— Está bien.

Al caminar me golpeo contra la pata de la cama. La peor manera de iniciar el día.

— Mierda —Murmuro mientras agarró mi pie para tratar de aliviar el dolor. Mamá se carcajea mientras sale de la habitación.

Agarro toallas y me entro a la ducha lo más rápido posible. Luego me visto con el uniforme del internado, unos tenis y encima una sudadera. Dejo suelto mi cabello corto.

Al bajar las escaleras, me encuentro con mi familia.

— Buenos días, hija. — Papá habla mientras ve  un montón de números en su computadora.

—Hola, papá. ¿Thiago aún no bajo?

—Ya lo hará.— Responde mamá.

Mi hermano menor bajo saludando a todos. Al sentarse tuvimos nuestra última comida familiar, para cuando terminó, subimos nuestras pertenencias al auto para arrancar al que sería nuestro hogar este año.

— Saben que los amamos, ¿no?— Dijo mi papá.

—Lo sabemos, papá.— Dije viendo a mi hermano.

—Si, lo sabemos.

—Que bueno, ustedes mejor que nadie saben que estos viajes nos abrirán una gran oportunidad, agradecemos que hagan este esfuerzo.— Dijo mamá con sus ojos cristalizados; estaba claro que no se sentía bien con esta decisión.

Se muy bien que la decisión de mis padres está realmente influenciada por las desapariciones de muchos hijos de familias pudientes, está más que claro el hecho de que no nos dejarían solos; si de ellos dependiera no realizarían este viaje con los proveedores.

Llegando se veía un enorme campo, todo era realmente hermoso, parecía un castillo, entramos a la recepción, mis papás iban a hacer los papeles con Thiago acompañándolos. Para esperar me senté en uno de los sillones, mientras me puse a revisar mi celular, hubiera continuado de esta manera hasta que un chico se sentó a mi lado.

—Hola.— Dijo el chico.

—Hola.

—¿Tus papás también se están deshaciendo de ti?

—No.— Realmente no estaba de humor para responder tonterías.

—Esta bien, lo siento, trataba de tener una conversación. Pero, en realidad ¿Qué haces aquí?— Me miro curioso.

—Es la primera vez que mis papás tienen que viajar a causa de su trabajo. —Expliqué.

Segundos después, me reproche mentalmente por haber respondido una pregunta personal a alguien que ni siquiera conozco.

—Pero, ¿no puedes ir con ellos?

—No, ya deja de hacer preguntas, no te conozco.

—Lo siento, de nuevo, ya me voy, fue un gusto desconocida, adiós.- Decía mientras se levantaba.

—Adiós.

Realmente fue extraño, de todas maneras, seguí esperando, hasta que mis papás aparecieron con una señora mayor.
Comencé a sentir ansiedad, no quería que se vayan, que me dejen; es la primera vez que estarán realmente lejos de mi.

—Bueno hija, creo qué hay que decir adiós. — Hablo mamá con una tristeza notable en su voz.

Por favor, no tarden mucho, los extrañaré.— Hable con tristeza.

—Trataremos de no hacerlo, nosotros también los extrañaremos, demasiado. — Dijo papá.

Nos abrazamos, mientras esa promesa no abandonaba sus labios, repitiendo que tratarían de volver para navidad o incluso antes.

—Traten de no pelear, están entre ustedes, son lo único que tendrán durante este tiempo. Cuídense. — Hablo papá.

—Claro, no podríamos hacerlo en momentos como estos. — Respondió Thiago.

—Los amo demasiado, bueno, los amamos demasiado, por favor no se olviden de eso. — Dije.

— Claro que no, amor, nosotros también los amamos mucho. Promete que nos tendrás al tanto de lo que pase, trata de hacerlo todos los días.— Dijo mi mamá.

—Lo haré. — Dije con seguridad.

Nos abrazamos una vez más y pasaron por aquella puerta dejándonos con una enorme tristeza.

Pero rápidamente se instaló un sentimiento de temor, claramente mi ansiedad era mayor, me comenzó a recorrer la espalda, ahora que mis papás no estaban, el ambiente era realmente pesado.

Llamaron a la representante de alumnos para darnos un tour por el internado.

Comenzamos por nuestras habitaciones, eran grupales, igualmente estaban separadas para chicos y chicas; dejamos nuestras pertenencias para continuar con el recorrido. Encontramos demasiadas aulas, además de campos para entrenar, existían distintos talleres. Eran demasiados espacios como para nombrarlos uno por uno.

Creí que sería más pequeño, me equivoqué, es enorme. Me sentía tranquila hasta que pasamos por una puerta realmente grande, me comenzó a molestar el estómago, no me gustaba. Al parecer en esta zona se encontraban las personas del plantel ejecutivo y docente.

Si, no me gustaba para nada este sentimiento.

























Espero que esté bien redactado, no quería comenzar sin cabeza, so, aquí está la explicación para lo que se leerá en después.

Volví, trataré de ponerle mi empeño a esta historia.

Espero les haya gustado.

🌈Peach

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⏰ Última actualización: May 20, 2023 ⏰

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