El abundante silencio reinaba en los Kong Studios y sólo podían escucharse las gotas de alguna tubería cayendo a la distancia. Era un silencio desesperante para Murdoc Niccals, el líder de una banda que todavía no estaba culminada.
Con sólo dos individuos habitando la gran estructura se volvía un momento incómodo que nunca terminaba. Un eco interminable a través de los pasillos.
Él leía una revista para adultos que extrañamente no lograba entretenerlo y alejarlo del aburrimiento: Las fotos de muchachas con escasas o nulas prendas no le provocaban nada. Mientras que Stuart leía una revista sobre instrumentos, acostado boca abajo en la alfombra del suelo, moviendo sus pies y sacudiendo sus agujetas desatadas con el movimiento.
El menor ignoraba lo que su compañero tenía entre sus páginas. Estaba demasiado centrado en los múltiples teclados que aparecían en el artículo que miraba, y sobre lo mucho que le gustaría adquirirlos. Se imaginaba como un famoso, con la plata suficiente para lograrlo.
Murdoc dejó de lado las revistas, por no decir que las lanzó lejos sin importarle donde cayeran y si 2D las recogía después.
Bufó, estaba aburrido. Y tenía calor.—Oye, niño, traeme una cerveza fría —ordenó desde la comodidad de su sillón. 2D no respondió, ni volteó a verlo. Murdoc lo repitió, fastidiado ya—: Agh, ¿escuchaste? ¿O es que acaso el accidente te dejó sordo también?
—¿Ah? ¿Me hablabas? —se disculpó por no responder la primera vez. Aquello le pareció tonto e innecesario a Murdoc.
Le demandó lo mismo, Stu acató con gust. Marcó la página que veía para no perderla, esto bajo la observación del mayor. Al levantarse del suelo y dar unos pasos hacia la cocina tropezó debido a sus cordones desamarrados. Se sintió avergonzado por la situación por lo que no reaccionó, y se quedó inmóvil con la cara pegada al suelo. Había golpeado su nariz.
Era penoso que le vieran haciendo el ridículo. Incluso más si el que lo vio era un desconocido, como Murdoc, en ese momento.
—¿E-estás bien? —preguntó acercándose sin retraso.
2D soltó un respingo al oír su voz hacerle esa duda.
Quizás fue el impulso de no querer que su próxima estrella resultara herido, —por algo que no fuera él— pues Murdoc decidió ayudarle a pararse; comprobando que todo esté en orden, además de ofrecerle atar sus cordones. Sacudió su ropa como gesto extra; ¡ningún Niccals había sido tan amable en su miserable vida!
—Sí, gra-gracias —ver aquella repentina actitud en su compañero le impresionó. Se puso nervioso.
La semana que vivieron juntos, a solas, nunca demostró interés en él. Eso le alegró: —Y lo de los cordones... no sé atarlos... —confesó mientras sobaba su nariz, mirando a otro lado.
Murdoc alegó que parte de su estupidez era debido a los dos accidentes, evidente.
—Tranquilo. Que yo te ayudaré y enseñaré si tengo te cuesta. —Nunca un ofrecimiento de ayuda le pareció tan tierno a 2D. Y nunca una sonrisa como la de Stuart le había parecido tan linda a Murdoc.
El líder de la banda en proceso se agachó hasta los pies del peliazul, dictándole con una ligera paciencia cómo lograr los nudos.
Y ya listos sus cordones para la acción, Stu fue por la cerveza, y otra para él de paso. Habían varias en el refrigerador.
Disfruten 💜
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❝Terco❞ 2doc/Studoc
Fanfictionᴵᶠ ˡᵒᵛᶤᶰᵍ ʸᵒᵘ'ˢ ᵃ ᶠᵉˡᵒᶰʸ ᶰᵒʷ˒ ᵗʰᵉᶰ ᴵ'ᵐ ᵃ ʳᵉᶰᵉᵍᵃᵈᵉ Murdoc es alguien terco.