❝Terco❞ 2doc/Studoc

‟Aρσlσgιzε"

Ya habían pasado dos días y medio desde que 2D decidió encerrarse en su habitación. No salía ni para comer. Por suerte tenía un baño allí dentro; aunque sin comer no lo necesitaría. Su sistema le rogaba ingerir algo pronto, mas él seguía negándole el gusto. Estaba haciendo un gran capricho.

Afuera de su cuarto las cosas tampoco iban muy bien. Russel y Murdoc no intercambiaban palabras desde que el neoyorquino le rompió la nariz al mayor.
No había actividad en la banda sin 2D y sin una guitarrista.

Luego del altercado con Paula y Murdoc en los baños, Stuart se privó del mundo. Para él se sintió como una apuñalada profunda en su corazón perpetuada por dos de sus personas favoritas; Murdoc y Paula.
No aceptó las disculpas de ambos. Le daba asco siquiera verlos a la cara.

Desde entonces, Murdoc ha visitado su puerta durante aquellas dos noches—borracho—, pidiéndole perdón a través de ella. Stuart nunca contestó. Sólo decidía quedarse sentado en su cama escuchando sus palabras, con enfado en él. El palabrerío no duraba mucho. Estaba lleno de tonterías que lograban molestar más al peliazul, como; "ella era súper fea, te hice un favor, amigo".
Niccals parecía irse, ya rendido, aunque no conseguía cambiar un poco el parecer al muchacho. Dejaba un sándwich de jamón y queso en el piso como compensación, conociendo bien su fracaso.
Dicho sándwich era pisado por Russel en las mañanas, demasiado dormido para ver por dónde caminar.

Ya esa noche del tercer día encerrado en su espacio, Murdoc se presentó nuevamente, esta vez con cero alcohol en su sistema. Estaba dispuesto a arreglar por fin las cosas. Soltó un largo suspiro y tocó la puerta dos veces.
Nadie respondió como de costumbre.

—2D, sé que estás ahí. Escúchame, por favor —musitó pegado al portal.
Se sentía incómodo, ridículo, y se cuestionó a sí mismo porqué razón estaba tan empeñado en conseguir el perdón de 2D: Ni él tenía la respuesta.

¿Sería su desesperación de formar una banda exitosa? Nah, eso podía esperar: —Lo que hice estuvo súper mal, lo sé, estaba ebrio, muuuy ebrio. Y de haber estado en mis sentidos la habría rechazado. ¡Lo juro! ¡E-era tuya!

Murdoc habló en su defensa por diez minutos. 2D estaba empezando a cansarse. Se levantó, dispuesto a mandarlo a la mierda finalmente. Pero detuvo su intención cuando escuchó lo último que el bajista le dijo:

—El tiempo que pasamos juntos... recuerda, eres mi amigo, y eres importante en esta banda. Eres importante para mí. —Silencio reinó detrás y delante de la puerta.

2D se quedó pensando. No quería arruinar su especie de amistad; ahora que sabía que había una entre ellos.

Stuart mandó al carajo a Paula por acosar a su amigo.

Murdoc se juró a sí mismo no volver a sonar tan cursi.

—Satán, ojalá que haya funcionado. Extraño su sonrisa —se decía caminando por el oscuro pasillo directo a su cuarto.

¿Ustedes qué opinan de Paula?