Cap 1. Debajo de la cama

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En ocasiones cuando me acuesto en mi cama a descansar después de un día ajetreado no puedo conciliar el sueño.
Algunos médicos me dicen que puede ser el estrés laboral o algún trastorno psicológico a causa de algún trauma infantil que está surgiendo con el pasar de los años.

Hace cinco años me mude a esta casa. Un apartamento normal igual que otro. Mi cama bastante cómoda es. Pero desde que entre a este apartamento una mala vibra corría por mis venas, como si fuese un escalofrío de esos cuando corre aire frio por dentro de las rendijas de las persianas y se te eriza hasta el último pelo de la piel.
En la casa anterior a nuestra familia vivían dos ancianos. Pero según los vecinos de enfrente a mi apartamento ellos Murieron donde es actualmente mi cuarto, que en aquel entonces ellos tenían esa habitación como cuarto de desahogo. Cuentan que se ahorcaron dados de las manos con un cable de corriente que se desprendía del techo de la habitación.
Historia que era cierta, me refiero a lo del cable, pues el cuarto no tenía luz cuando llegamos y efectivamente un cable de color rojo sobresalía del techo. Esta historia, de los ancianos ahorcados me la contó un niño, no los padres, pues soy bastante reservado y no me gusta mucho hacer amistades con las personas y menos con las de este pueblo.
En realidad, los primeros tres años pasaron y todo normal dentro del apartamento, nada fuera de lo común hasta que un día, mientras dormía, pude sentir como la sabana que tapaba mi cuerpo refugiándolo del frio de diciembre comenzó a deslizarse suavemente hasta que de un tirón calló al suelo.
Yo quedé perplejo encima del colchón, medio soñoliento y sin poder respirar pues me había ocurrido algo sin explicación. Afuera asolaba una tormenta de invierno y el aire frio se colaba por dentro de las rendijas de mi ventana que a decir verdad no estaban muy nuevas que digamos. Estiré mi mano temblorosa fuera de la cama para recoger la sabana del piso sin entender en realidad que estaba sucediendo, algo tocó mi brazo suavemente y salí corriendo de mi cuatro.
Sentado en la sala, a oscuras, pues no quería despertar al resto de mi familia, analizaba lentamente la situación en que estaba. Temblaba de frio y mis ojos se cerraban lentamente del sueño que tenía. En aquel entonces no conocía la historia de los ancianos ni nada referido a la casa. Miraba el reloj de cuerdas de la sala y marcaban las tres de la mañana, pensaba que estaba soñando pero cuando me percate que la sabana no estaba en el suelo sino encima de la cama me convencí que no era un sueño sino que había algo debajo de mi cama...

Debajo De La Cama [TERMINADA]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora