1 - Casamiento

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Sawamura Eijun era un joven saludable de pelo castaño oscuro con ojos ámbar, de tercer año de preparatoria, capitán del equipo de béisbol, en conclusión; un estudiante común, con amigos normales, siempre con una sonrisa que regalar a su allegados y amante de vivir la vida lo mejor que podía. Estaba cerca de cumplir los 18 años y estaba decidiendo que hacer con su vida al término de la preparatoria. Era el segundo hijo proveniente de una familia adinerada, antigua y con una gran reputación en toda la región de Nagano.

El por qué repasaba su perfil personal en su mente, era porque se estaba solo en aquella habitación ambientada en un estilo tradicional -japonés- y comenzaba a desesperarse. Se encontraba un poco inquieto debido a que había sido invitado por su hermano mayor a comer a uno de los restaurantes tradicionales pertenecientes a su familia y no le había dado un motivo realmente por la repentina invitación. Su hermano mayor era un médico recién graduado pero muy famoso en la región, llevaba un año de casado y en espera de su primer bebé o más bien, de sus gemelos.

No sabía la razón de tan repentina llamada, pero creía fielmente que no debía de ser malo, de serlo, su hermano hubiera escogido un lugar más personal para hablar cómodamente sin temer ser interrumpidos. Tal vez su familiar quería preguntarle sobre sus planes a futuro, tal como lo hicieron sus padres dos días atrás.

Con ese pensar se tranquilizó un poco, sonriendo en cuanto vio entrar a su hermano mayor -Sawamura Chris, de 24 años, ojos marrones, cejas espesas y cabello castaño, alisado con dos mechones que cuelgan en la frente- de la mano de su esposa embarazada de seis meses -Sawamura Takako, una joven pelinegra de 23 años, ojos negros y figura delicada, estudiante de enfermería.-

—Buenos días, Eijun. —Saludaron los mayores.

—Buenos días, Onii-sama, Onee-sama.

Con educación los mayores tomaron asiento enfrente del contrario. Con rostros sonrientes disiparon las preocupaciones del hermano menor hasta que el silencio en la habitación se hizo mas largo de lo común, eso le estaba dando mala espina, aun cuando minutos atrás había encontrado por fin un poco de paz. Iba a hablar para romper con aquel tortuoso mutismo pero fue interrumpido por su hermano que se aclaro la garganta antes de hablar.

—Lo siento, Eijun.

Ninguno de los adultos dijo algo más, pero no necesitaron ser adivinos para saber que el menor estaba confuso por sus simples disculpas. Eijun siempre había sido un chico muy transparente, mostrando su sentir en los gestos de su rostro y en ese momento tanto Chris como Takako lo vieron en su expresión. Suspiraron, él se paso una mano por el pelo mientras ella se forzó a esconder su sonrisa nerviosa sin saber como explicarle. De antemano sabían que lo que dirían era algo con lo que sellarían el destino del menor, por lo que costaba más decirlo.

Eijun los miro sin comprender las palabras de su ejemplo a seguir. ¿Por qué se disculpaba su hermano? ¿Por qué si se disculpaba, parecía feliz? Estaba confuso, no sabía que decir o preguntar. Miro en silencio a su hermano intentando descifrar lo que sucedía ahí, que escondían la pareja al intercambiar miradas pero todo se aclaro cuando la voz de su cuñada lo atrajo de nuevo a la realidad.

—Parece... parece que nuestros bebés serán varones. —Confeso al fin Takako con una sonrisa a modo de disculpa.— Nos lo confirmaron esta tarde en el ultrasonido.

Si algo mas definía a Eijun es que era un ser impulsivo y escandaloso, pero la persona que tenían delante estaba quieta en su lugar y en silencio total, procesando a su manera la información que le había sido otorgada y que alteraba su vida. Tardo varios minutos en entender lo que significaba que sus sobrinos fuera varón.

— ¡¿QUÉEEEEE?!

Grito para alivio de sus familiares que no estaban acostumbrados a su silencio. Estaba perdido, y lo sabía. Así como también sabia que no podría hacer nada.

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