The Red String Of Fate | myg×pjm [EN EDICIÓN]

⭐; u n o

—Detente~. Hacerlo en un lugar así es vergonzoso~.

Observé a la pareja que se encontraba en una banca cerca de dónde pasaba. Ugh, ¿por qué harían algo así en público? Presté atención a sus meñiques, notando que sus hilos ni siquiera estaban conectados. Probablemente estuvieran unidos con el de alguien más, lo que significaba que, pase lo que pase, terminarían separándose.

¿Y este loco de mierda de qué está hablando? Se preguntarán.

Algo extraño. Siempre fui capaz de ver el hilo rojo de destino. Síp, ese mismo que cuentan las leyendas. No entiendo porqué, pero simplemente empecé a verlos un día desde que tengo memoria.

A veces creía que era algo trivial, que no traía cosas ni buenas ni malas. Hasta que un día pasó algo.

Lo recuerdo como si hubiera sido ayer.

"—Hijo, algún día encontrarás a la persona destinada para ti y te casarás con ella.

Se encontraba en la sala sentado junto a sus padres. En realidad, ellos estaban hablando de cualquier cosa. Hasta que su padre de la nada dijo eso.

—¿Te refieres a la persona con la que se une mi hilo?— El niño de ojos gatunos y cabello azabache preguntó, curioso.

—Sí, se podría decir...

—Entonces...— comenzó, sus padres le observaron, espectantes—. ¿Por qué el hilo rojo de papá está conectado con otra persona?

Un silencio incómodo fue lo único que invadió el lugar. Sus padres rieron incómodos, para luego restarle importancia y seguir charlando."

Al principio, ellos no tomaron en serio lo que dije, pero...

Un tiempo después, mi padre empezó a hacer su vida con otra mujer. Su hilo estaba conectado con el de esa mujer.

En ese entonces, era muy pequeño como para entender que lo que dije provocó su separación. No entendía que las personas poco a poco se separarían porque sus hilos estaban unidos con los de otras personas. El comienzo fue con mis padres, y desde entonces, mi destino era cortar dolorosamente esas relaciones.

Lo que comprendí fue que algunas personas no estaban juntas por alguna razón. Otras puede que no estén juntas porque son de tiempos o épocas diferentes. Llegué a una única conclusión.

Dios puede llegar a ser bastante caprichoso.

Ahora, estoy en mi tercer año de la universidad, y aún no he sido capaz de encontrar a mi persona destinada pero-

—YoonGi~.

Sentí como alguien tocaba ligeramente mi espalda, automáticamente me giré para ver quién era. Es decir, podía ser un puto ladrón que quería llevarse todo lo que tenía. Aunque no llevaba nada, y estaba dentro del campus.

Muy diferente a mis pensamientos, me encontré con JiSoo, lo que provocó que automáticamente bajara mi puño.

—¿Qué tal? ¿Cómo estás?— preguntó asomándose.

La observé con un ligero sonrojo en mis mejillas. Mi corazón estaba latiendo más rápido.

Lo que me pasa es demasiado obvio.

Estoy enamorado de esta chica.

—JiSoo, ¿terminó tu clase?— Mierda, siento mi cara arder. Al menos no tartamudeé como un idiota.

—¡Así es!— respondió con una sonrisa. Mi corazón dolió. Es demasiado linda, ¿acaso era legal?—. YoonGi, ¿vas a ir a la asamblea del club?