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Si Jeongguk tuviera otro nombre, probablemente sería "masoquista". No es que como si no supiera lo que estaba sucediendo, al contrario, esa espinita que le molestaba al inicio se había convertido en una quemazón grande. Muy grande. Pero dicen que el amor es ciego y una persona enamorada haría cualquier locura, aún cuando sabe que lo mejor sería dejarlo, rendirse y cerrar la puerta de algo que solo causa dolor. Pero aún sabiéndolo, decide quedarse y soportar ser pisoteado un poco más.

Jeongguk conocía a Yoongi desde siempre, a lo que comúnmente le dicen amigos de la infancia. Solían ser uña y mugre. No sabe cuándo fue que empezó a sentir eso, la extraña presión en el pecho se hizo más intensa con el tiempo, sus mejillas no se contuvieron de sonrojarse y solo sabe que cuando miraba a su lindo amigo quería arrojarse a sus brazos, porque Yoongi era su sol, un oasis en medio del desierto, un helado en una tarde calurosa. Y es que, ¿cómo podriá resistirse a esas sonrisas gomosas y no querer guardarlo en una cajita de cristal cuando actuaba como un niño solo junto a él?

Fue en su segundo de universidad que Yoongi le hablo por primera vez de ella. Al principio lo vio emocionado por una nueva amistad, una más a la larga lista de amistades, pero luego de unos meses, después de haber contado las veces en que Yoongi lo había dejado plantado, las mil y un excusas para no salir con él y cuando en las conversaciones ella siempre saltaba a colación, se dio cuenta que no era sólo una simple chica. Lo que fue confirmado por Jimin, amigo de ambos.

- Yoongi ha estado saliendo con esta chica. - Comentó el rubio - Suran, están en la misma facultad.

Jeongguk no sabe qué fue más doloroso, que el chico del que estaba enamorado ya tenía a alguien y por supuesto, no era él. O que Yoongi no le haya mencionado cosa alguna sobre la chica, ella, Suran. Después de todo eran mejores amigos y los mejores amigos se cuentan todo con pelos y señales.

Dos días después de eso, Yoongi decidió contarle. Jeongguk cree haber suprimido ese recuerdo de su mente puesto que puede ponerlo en el top 3 de los momentos más dolorosos que ha vivido. Vaya logro.

¿Y qué podía hacer él? Quizá mucho, pero luego de conocerla y ver lo dulce que era la chica, no pudo si quiera pensar en algo malo y mucho menos cuando Yoongi le regaló la sonrisa más hermosa que Jeongguk pudo haber visto en él. Y eso le dolió, porque jámas había sonreído para él de esa manera, pero al mismo tiempo le hizo feliz, porque la persona que amaba era feliz y no fue hasta ese momento que entendió el famoso dicho de si tú eres feliz, yo también lo soy. Sin duda alguna el amor es estúpido y no le importa sacrificar la felicidad propia. Él quería proteger esa sonrisa a toda costa y con palabras que nunca saldrían de su boca, le pidió a la chica que cuidara de él, que lo amara más de lo que él mismo podía, que le diera todo sin condición. Que le hiciera cada día más dichoso.

No fue hasta dos años después que su infierno se desató.

Fue un día que Yoongi volvía al apartamento que compartía con la chica y vio que estaba técnicamente vacío, solo sus propias pertenencias se mantenían allí. No se necesito más para saber que ella lo había dejado atrás. Con un anillo de compromiso sin abrir, planes futuros olvidados y una pila de promesas rotas. Llamó una infinidad de veces a un teléfono que siempre decía que había dejado de existir, las amigas simplemente lo miraban con pesar, ellas tampoco sabían. Su hermana también se había ido con ella y sus padres no vivían aquí. Fue como si ella jamás hubiera estado en su vida. Y claro, Jeongguk estuvo allí para ser su apoyo, porque el amor de su vida lo había abandonado y no sabía cómo continuar sin ella. Jeongguk fue su aliento para seguir adelante con un corazón roto.

Desde ese momento verse se volvió su pan de cada día, comían juntos, iban juntos a la universidad, salían juntos, siempre estaban juntos. Cuando Jeongguk vino a darse cuenta ya estaba viviendo con Yoongi, quien había estado recuperándose con el pasar de los meses o al menos eso era lo que podía ver el menor desde sus ojos.

i'm not her - ykDonde viven las historias. Descúbrelo ahora