"Who put that rock in your chest? Wont you tell me? If I said I wished you the best I was lying."
— Voy a denunciarte, Jung. Esto es explotación laboral, te lo estoy diciendo.
— Qué explotación ni que nada, ponte mas bien a trabajar, Guk. La mesa 15 y 3 aún esperan sus batidos. — Le dijo Hoseok al castaño mientras señalaba la bandeja con los vasos de colores.
— Espero un aumento y una prima sustanciosa para navidad. — Tomó la bandeja y puso una sonrisa antes de ir a las respectivas mesas.
Se habían cumplido los dos años desde que Jeongguk decidió enterrar su corazón bajo varios kilos de cemento, congelarlo y guardarlo bajo llave para que nadie más fuera capaz de tocarlo. Había dejado de llorar y de lamentarse por cosas que él no podía cambiar, había aceptado que al destino le gustaba verlo sufrir y burlarse de sus desgracias. Afortunadamente esas desgracias habían parado al momento de pisar Seúl y mostrarle el dedo especial a Busan (que secretamente esperaba se hundiera en el mar). Había mantenido contacto con Namjoon, porque eran mejores amigos y Jeongguk le debía una grandísima.
Pero para su mala y asquerosa suerte, volvía a ser el objetivo de las risas del destino. Namjoon se casaría en dos semanas y por supuesto, él sería su padrino y por ello debía volver a dar la cara a la condenada Busan; ¡¿Por qué no te hundes de una vez?! Pero eso no era todo, claro que no, dentro de la larga lista de invitados estaba nada más y nada menos que Min Yoongi.
Tuvo que amenazar a los futuros esposos para que le dijeran la verdad, al final Jimin terminó soltándole el "pequeñísimo" detalle cuando lo vio tronando los dedos y flexionando los músculos. Pero la cerecita del pastel fue ver el nombre de Shin Suran después de una ojeada a la maldita lista, solo había una explicación para que tal nombre estuviera grabado en esa hojita, porque ni Namjoon, ni Jimin eran cercanos a la chica. Tenía que ser la pareja de alguien.
¿Pero de quién? No lo sé, mmmh.
— Quita esa cara, Kook, asustas a los clientes. — le dijo Taehyung, otro de los meseros, cuando pasó por su lado con otra bandeja llena de postres y batidos.
— ¿Me estás hablando tú de caras? — El chico rió apenas, se encogió de hombros y le guiñó un ojo.
— Pero soy guapo.
Miró a Taehyung un momento y luego se le prendió el bombillo. Él no quería llegar solo como un hongo, claro que no, pero no tenía a alguien que fuera como su pareja. Hasta ahora los noviazgos no habían sido lo suyo. Estaba Jihoon, que al final solo quería acostarse con él – y debía admitir que fue un buen polvo – además por alguna extraña razón le recordaba demasiado al miserable de su ex y nop. También estuvo Jackson, pero él había desapareció antes de que las cosas se pusieran más serias, aparentemente se había fugado con otro chico, esperaba que le estuviera yendo bien, el muchacho era un ángel. Luego fue Wonho pero el tipo era demasiado bueno en los deportes y solo había espacio para uno en este mundo.
Al final no tenía con quien aparecerse en la boda, claro, hasta verle detenidamente la cara a Taehyung. No es que le gustara, además el muchacho tenía novio y tendría que pasar sobre el cadáver de Seokjin antes de fijarse en Taehyung. Igual no era su tipo, gracias por preguntar.
— Taehyung, ¿tienes algo que hacer este fin de semana? — El de cabello rojo lo miró escéptico una vez que el local se vacío a la noche.
— Kook, no sé si lo sabías, pero ya estoy saliendo con alguien. — Jeongguk lo golpeó en la nuca.
