Nochebuena

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Este fic surgió como regalo de cumpleaños para @marcev27 pero me salió tan navideño y tan spoileador del final de mi fic Cita en París que he retrasado su publicación hasta hoy.

¡Feliz Cumpleaños aunque sea con casi un mes de retraso!

Aviso previo muy importante: Se puede leer independiente de mis otros fics pero contiene un gran spoiler del final de Cita en París y pequeñas referencias a Personal Trainer.

La primera nochebuena que vivió Chuuya fue a los ocho años, tras su liberación, y, como el niño que era, su corazón se encandiló mirando las luces que adornaban los centros comerciales, pero también aprendió que era la mejor oportunidad para birlar carteras a los distraídos habitantes de Yokohama. Gracias a su innata pericia en el robo, ese año nuevo, los miembros de The Sheep, disfrutaron de una espectacular y sabrosa cena.

Unos pocos años más tarde conoció las bondades sensuales de la celebración del amor en esa noche.

Tras entrar en la Port Mafia, la nochebuena se convirtió en una especial competencia, como en todo, de Dazai hacia Chuuya, para ver quién conseguía más rápido una cita galante para no pasar solo esa noche.

En el último año en la Port Mafia de Dazai ellos dos pasaron juntos la nochebuena.

Y esa noche, tras casi cinco años tras su deserción, Dazai había invitado a Chuuya a su nuevo apartamento justo el veinticuatro de diciembre.

Chuuya estaba de los nervios pero su estoicismo le ayudaba a parecer sereno y dominante de una situación de la que él desconocía cómo podía terminar. Aun así dudó si llamar al timbre del portal cuando estuvo delante del patio, pero entonces una voz muy alegre y bien conocida le saludó a través del interfono.

-¡Chuuuuuya! ¡Tan puntual como siempre! ¡Tercer piso!

Se oyó un timbrazo y, Chuuya suspirando por su suerte echada, abrió la puerta.

Estaba claro que Dazai le había visto llegar, sin duda había estado vigilando la calle por la ventana.

El patio era moderno y elegante y aquello agradó a Chuuya, quien tuvo esperanza que el apartamento de Dazai no fuera un tugurio como la pequeña habitación en el edificio para trabajadores de la Agencia. Pero, ¿por qué pensaba eso? ¿Qué más le daba dónde y cómo viviera Dazai?

Casi, de seguido, se arrepintió por esa negatividad. Claro que le importaba, si Dazai tenía ganas de mejorar su calidad de vida es que algo le motivaba a seguir.

¿Quizá ese algo era él?

Mientras subía en el ascensor repasaba su aspecto, aún a sabiendas que estaba perfecto, pero se preguntaba si no se habría vestido demasiado elegante. Aunque el pantalón marrón, la camisa con rayas ejecutivas verdes y el chaleco rojo hecho a medida le quedaban tan bien como sus guantes, tal vez tendría que haber ido con algo más informal. Tocó a través de la tela de su amplio abrigo con rebordes de lana merina el regalo que envolvía en uno de los bolsillos. Era un pluma Montblanc.

Consideró no dárselo, lo más seguro es que Dazai no tuviese nada para él preparado y se generase una situación incómoda, tan incómoda como las expectativas diferentes que, lo más probable, tuvieran ambos para esa nochebuena.

Porque entre ellos poco había variado su relación desde hacía meses, a pesar de que su contacto ya no se limitaba a las misiones en que ocasionalmente ambos tenían que trabajar juntos por acuerdos puntuales entre el líder de la Port Mafia y el Presidente de la Agencia Armada de Detectives, sino que Chuuya se había convertido en el betareader del debut de Dazai como escritor y no de una historia cualquiera sino de unas memorias donde el propio Chuuya tenía un papel principal.

Nochebuena . Soukoku. Bungou Stray Dogs. Oneshot.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora