único. ( ˘͈ ᵕ ˘͈♡)

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No había manera alguna para hacer que Younghoon cambiase de idea. El no se iría jamás del lado de su novio, no importase cuanto le doliera verlo destrozado, el estaría ahí para él. Él sería la roca que mantiene la casa del joven de pie.

Completamente frustrado, Younghoon se levanta de su cama. Ve a su novio, quién durmió abrazado a él anoche, y un dolor llena su pecho. Aveces llega a culparse. Aveces llega a frustarse consigo mismo. Aveces no entiende lo que pasa en su pequeña mente. Aveces-

—Estás observando otra vez— La suave y frágil voz de su novio lo saca de sus pensamientos. Sí, estaba observando. Su mirada se fijaba en su novio por unos segundos más de los que debería. ¿Pero cómo no? ¿Cómo podría no ver a tal ángel por tanto tiempo cuando sabe que podría perderlo en cualquier momento?

Todo es una cruel realidad. Cada vez que ve a su novio que se deteriora un poco más con los días que pasan, un dolor inexplicable crece en él. Él quiere ayudar, intenta sin parar pero es tan difícil el camino. Es tan difícil llegar a un avance.

Pero jamás se detendrá, el es fuerte. No solo para él pero para la persona cuyos brazos que lo abrazan pertenecen. Él sufre diez veces peor que Younghoon. Su pequeño y ahora ligero cuerpo demora por el apartamento como si un fantasma fuese.

Younghoon le da un beso, dejando una sonrisa escapar entre este. —Levantate, ahora tienes tu visita.— Chanhee no puede hacer nada pero soltar un gruñido, robarle un beso e ir a tomar un baño.

Younghoon observa a su novio entrar al baño, y no puede evitar doler al ver como el pequeño evitaba el espejo a todo costo.

El espejo seguía cubierto.

Younghoon fue a la cocina, decidió hacer algo rápido pero delicioso. El amaba cocinar y siempre intentaba hacer algo que llamaría la atención de su pequeño novio. Su misión era que comiese todo lo que el quisiera, sin excepción.

Cuando su novio entra a la cocina, se sienta (sin renegar) y espera su comida a ser servida, una pequeña esperanza llega a su corazón y sin saberlo, unas lágrimas se forman en sus ojos. Aunque, parpadea para que se vayan de sus ojos.

Chanhee aun tiene un poco de disgusto en su cara al ver la comida que se encuentra en su plato, es como que el poco progreso no fuese demasiado. Pero Younghoon tomaría cualquier progreso y lo celebraría como se debe.

Ambos comieron rápidamente, Younghoon charlaba de lo que sea para evitar caer en un silencio. Chanhee, demasiado concentrado en intentar comer y llegar a su meta del día, solo podía decir unos pocos ajás y mover su cabeza a las palabras y historias que salian de la boca de su novio.

Chanhee lavó los platos mientras su novio tomaba un rápido baño, ambos luegos de estar listos conducieron a su destinación. Younghoon conducía como siempre, una mano en el volante y la otra sostenía la pequeña mano del rubio contra la suya. Aveces se asustaba sabiendo que delgadas estas eran. Pero estaban buscando ayuda, él mejoraría. Un día ellos verían atras y recordarían esto como unos momentos malos pero inolvidables de sus vidas.

Y Younghoon sabía que esto sería así. Ha sido un mes desde que Younghoon hizo que su novio reaccionara y fuese por ayuda. Él ya no podía ver a su novio llorar cada vez que comía algo, no podía verlo privarse de comida día a día como si fuese normal. El sabía que solo era cuestión de tiempo para que el rompiese y eso no era algo que el quisiera ver o vivir.

El día sigue tallado en su mente. Verlo llorar cuando el pequeño le trago un poco de chocolates. Cuando este se confesó a ser anoréxico y como no podía comer aunque fuese lo que más quisiera por el hecho que odiaba todo sobre su cuerpo. Los gritos y lágrimas de ayuda que se había guardado tanto aún resuenan en sus oídos cada vez que el silencio llega su mente.

Y se pregunta. Y esas lágrimas que caían de tus ojos al ver esa barra de chocolate, ¿Tambien las despreciabas?

chocolate ; bbangnyu.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora