Nunca se publicó.
Tema: Disfraz
Personajes: Finn Wolfhard y Jack Grazer
Para: fernanda_biebs_03, FACK7W7-Advertencias-
•Será una temática bastante extraña y creo que un poco traumática. Si quieres dañarte la mente, sigue leyendo.
Omnisciente
La navidad, época que todo niño espera con ansias; los regalos, la comida, las decoraciones y sobre todo la expectativa de Santa Claus.
"Finn ¿Vendrás a mi casa?" Preguntó Jack por teléfono, mientras tanto miraba su armario con el desespero de no saber qué ponerse.
"Hubo un ligero cambio de planes, tú vendrás a la mía" de inmediato colgó dejando a Jack bastante confundido.
Al rato recibió unas imágenes de Finn en ropa interior con un mensaje pequeño y muy tentador: Ven por tu regalo.
Las hormonas del chico explotaron ya que con cada imagen siguiente, una prenda desaparecía llegando a la última; donde estaba cubriéndose con solo una sábana blanca. La boca de Jack se humedeció y su corazón empezó a latir con fuerza.
"Jack, tienes que bañarte" dijo para sí mismo dirigiéndose hacia el baño para tomar una ducha rápida para luego irse a la casa de su pareja.
Se sumergió en la tina llena de agua tibia y espuma, él sabía que se veía muy extraño pero está noche sería algo especial. Recordó las imágenes de Finn y tomó jabón en su mano para luego esparcirla por la longitud de su pene.
Los jadeos del castaño se escuchaban en perfecta claridad por toda la casa, era un milagro que estuviera sólo, de otro modo tendría que esperar un poco más. Aunque tampoco hubiese aguantado, siete meses de relación era igual a la buena confianza que habían logrado.
Salió envuelto en una toalla para cambiarse, una sonrisa burlona apareció en su rostro cuando recordó que en una caja de la sala había un traje de Santa Claus. La mente perversa de Jack le jugó una mala pasada al imaginarse una velada tan "única" de noche buena. Buenísima.
Desempacó el traje sacudiendo el polvo invisible que según Jack, este tenía ya que lo había comprado no hace más de dos semanas.
Decidió por la ropa interior blanca que había comprado hace poco, el pantalón rojo y por último, el saco rojo con bordes afelpados. Tomó el sombrerito y lo acomodó despreocupadamente sobre su cabeza.
Salió a la nieve tomando el camino más cercano a la casa de Wolfhard. Su emoción incrementaba con cada paso hundido en la nieve que daba. Al llegar, tocó tres veces.
"Vaya que rápido" dijo Finn usando a duras penas un pantalón verde con dulces de bastón como estampado.
"Es raro que te pongas un pantalón de dulces" dice Jack entrando en la casa y cerrando la puerta tras él "me gusta más el dulce que esconden ahí" alargó el brazo rozando el pene de su novio.
"No es un pantalón de dulces, se supone que era para un ayudante de Santa" disimuló su vergüenza con el comentario estúpido.
Rápidamente cerraron la puerta para dar comienzo a una ronda de besos apasionados y caricias en donde salían suspiros.
Fueron al cuarto del mayor dando pasos torpes y tirando uno que otro jarrón y decoración navideña.
"Te ves tierno con ese traje" dijo Finn tumbado en la cama y mirando a su chico quien estaba nervioso a más no poder. No era su primera vez, ya habían experimentado pero el menor sentía que está era un noche especial.
Finn señaló el techo cubierto por muchas ramitas de color verde.
"Que ingenioso, es muerdago" dijo Jack con humor.
"Ya sabes qué pasa con eso" se apoyó con sus codos mientras veía a Jack con dulzura.
"Sí" afirmó el chico que usaba traje de Santa Claus "Te besaré" avanzó solo un par de pasos.
"¿Entonces qué estás esperando?" Su novio se desesperó poniéndose de pie para besar al castaño indeciso. En el trayecto, aquel sombrero cayó.
"Bueno, es mucho muerdago ¿Crees que un beso es todo?" propuso Grazer luego de separarse de tan excitante beso.
"¿En qué momento te volviste tan perverso?" Finn retiró el pantalón rojo del disfraz.
Acarició cada centímetro del muslo de su amado con el deseo de devorar esa piel.
"Quizás cuando vi que a alguien no le gusta usar ropa" insinúa tomando mechones de su novio entre sus dedos
"¿Yo?"
"No lo sé, no creo que sea de un chico que ahora usa pantalones de duende" dicho esto Finn retiró su ropa a velocidad del rayo. Empujó al débil Santa que mordía internamente si labio inferior.
"¿Estoy en la lista de los chicos buenos?" Preguntó quitando el caluroso disfraz del personaje navideño.
Un Jack indefenso, con el pecho subiendo y bajando en repetidas ocasiones. Wolfhard no tendría piedad.
"Finn, espera" detuvo al mayor que habían estado jugando al rededor de la ingle de Jack. Maldita sea, pensaba el chico desnudo.
"¿Qué ocurre?" Tomó al menor con delicadeza.
"Esto es demasiado, no quería que esto incomodara" señaló el traje de Santa.
Finn se rió de ternura.
"No incomoda..., te hace más deseable" besó los labios de Grazer con suavidad, sus manos rodearon el cuello del otro.
Finn abrió espacio entre las piernas de Jack y empezó a estimular el miembro de este. Su mano caliente estaba subiendo y bajando con suavidad mientras el castaño susurraba cosas sin sentido.
"No te entiendo nada" confesó Finn.
"¡Qué dejes eso y ponme en...!"
"Jack, yo sí tengo vecinos" susurró con vergüenza. Al otro lado, unos villancicos sonaban con alegría.
"Pues demuestra quién hace celebrar más" sonrió de forma ladina.
Molesto, lo tomó de las caderas y lo posicionó contra la pared, un cuadro de Finn cuando tenía cinco años fue el soporte excelente para Jack.
Entró sin previo aviso, dejando sin aliento al castaño. Suspiros y jadeos era lo único que sonaba en la habitación, jadeos que demostraban que el muerdago no alcanzaría para eliminar las ganas de Finn.
La pared empezó a sonar, la espalda de Jack sufría tras cada golpe contra ella; el sudor recorría su frente y sus brazos rodearon el cuello del mayor.
"Oh, F-finn..., dios ¡Maldita sea!" En los últimos movimientos, decidió bajar el ritmo para que su novio no sifriera algún ataque.
"¿Y?" Recostó el cuerpo de Grazer sobre la cama.
"No recibirás ningún regalo por romperme el..."
"¡Felíz Navidad!"
Ah, re malo el final.
PEDIDOS