¿Saben algo?. El camino no estuvo tan largo para mi, ya que en la mayoria del transcurso estuve leyendo.
Cuando el avion aterrizo todos los pasajeros bajamos y tomamos nuestras maletas.
Camine con ella por todo el lugar repleto de gente cuando de repente a lo lejos puedo distinguir a una pareja sentados en unas sillas cerca de un puesto de revistas que se encuentra dentro del aeropuerto.
Mis tios.
Me vieron con una gigante sonrisa que yo les devolvi. Asi que camine hasta a ellos.
-hola, Reed - me saludo mi tia Samantha mientras me daba un fuerte abrazo.
-hola - le conteste gentilmente devolviendole el abrazo.
Nos separamos y el tio Charlie me dio un apreton de manos amistosamente.
-que gusto que hayas llegado - me sonrio el.
-vamos - hablo ella y comenzamos a caminar hacia la salida.
Subimos a su auto y todo el camino fue las tipicas preguntas como: ¿y que tal el vuelo?.
En algunas ocaciones decian cosas extrañas que no supe decifrar. Ya que como les dije antes..son raros.
Aunque lo importante es que son buenas personas y muy agradables por cierto.
Llegamos a la casa y..¡O Por Dios!.
Parece como sacada de alguna pelicula de terror.
Es parecido a una mansion cafe con demasiadas ventanas y puertas.
Pero dejando eso de lado, es muy linda y grande. Tienen un pateo con pasto y algunas plantas.
Antes de entrar di un fuerte suspiro que ninguno de los dos escucho, gracias al cielo ya que fue inconsientemente.
Mi tia abrio la puerta dejandome ver un suelo de mosaicos, paredes pintadas de un color cafe diferente a el de afuera, escaleras de ese mismo color en un tono mas fuerte y adornos que se notaban ser antiguos y costosos.
-sientete como en casa - oí hablar a mi tia.
-gracias por recibirme - les hable a los dos con una sonrisa mientras dejaba mi maleta en el suelo ya que estaba algo pesada.
-no hay nada que agradecer. Te muestro tu habitacion - se ofrecio el tio Charlie y yo asenti con la cabeza.
-no tarden. La comida estara casi lista - hablo ella.
Volvi a tomar mi maleta mientras veia como mi tia caminaba creo que hacia la cocina.
Subimos las escaleras. Esto era algo de terror ya que con cada paso que dabamos estas crujian.
Caminamos por dos largos pasillos hasta que llegamos a la habitacion de huespedes.
¡Vaya!. Esta casa tiene demasiadas puertas, no entiendo como es posible que mis tios no se pierdan en semejante construccion.
-aqui es - hablo y giro la perilla de la blanca puerta dejandome ver una cama mediana con sabanas blancas, una mesa de noche y un armario.
-muchas gracias, tio Charlie - le sonrei.
-no es nada. Espero que te sientas comodo y no olvides bajar para el almuerzo
Asenti con la cabeza y salio de la habitacion cerrando la puerta detras de el.
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